La revolución del pensamiento en Cuba

La revolución del pensamiento en Cuba

A lo largo de la historia, las revoluciones han sido una manera de expresar la inconformidad, o la diferencia de pensamiento, entre un sistema político-económico en funciones, y la ideología de su sociedad. Una revolución es una manifestación, por lo general violenta, hacia el cambio de un sistema que ya no satisface las necesidades ideológicas de la sociedad, y que por ende debe ser sustituido. Los cambios en la estructura socioeconómica de un Estado, tienden comúnmente hacia un lado más liberal, más tolerante de los cambios. Lo que todas las revoluciones de la historia comparten es que siempre influencian en la manera de pensar de los académicos y artistas, especialmente de los jóvenes.

Cuando el sistema se vuelve autoritario, es señal de presencia de represión hacia la libertad de expresión de las personas. Todo pensamiento liberal persigue, como principios, la libre expresión del pensamiento y el sentimiento por todos los medios, libertad individual, religiosa, libertad en la educación, en el trabajo, además de las libertades en el aspecto económico, que en este ensayo pasan a segundo plano. La influencia de una revolución no es cualquier cosa, pues no sólo se habla de una revolución de libertades, la gente también se ve revolucionada en su pensamiento, tal es el caso de la Revolución en Cuba.

En 1933, Fulgencio Batista había dado un golpe de Estado, derrocando al gobierno en funciones y convirtiéndolo en la autoridad de la isla de Cuba. Batista impuso una dictadura caracterizada por la corrupción y la censura a la libre expresión. En 1935, un grupo de jóvenes deciden oponerse a ese régimen. Liderados por Fidel Castro, dicho grupo de jóvenes atacaron un cuartel del gobierno en su intento de derrocar la dictadura de Baptista, sin embargo fueron encarcelados, y al poco tiempo los exiliaron a México. A su llegada a México, Castro conoció al médico argentino Ernesto “Che” Guevara, quien se vio identificado con las ideas revolucionarias de Fidel Castro. Todavía en México, estos guerrilleros se entrenaron en México de manera secreta. Ya listos, se embarcaron a Cuba para comenzar, formalmente, la revolución.

En 1959, con el lema de “¡Patria o muerte, venceremos!”, Castro y los revolucionarios derrotaron a Batista y su dictadura. Ese mismo año, se estableció un gobierno de corte socialista, acudiendo a pedir ayuda a la extinta Unión Soviética, un obstáculo para el imperialismo capitalista de los Estados Unidos. Con ese nuevo gobierno, se suprimieron latifundios, se nacionalizaron monopolios y se crearon programas de educación y salud públicas. Aunque se benefició la calidad de vida de los cubanos, los ricos no lo vieron de esa manera, y con apoyo de los Estados Unidos, salieron de Cuba para establecerse en Miami.

La Revolución Cubana vino a representar un problema para los

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