La separación de las comunidades humanas
daryforeroDocumentos de Investigación5 de Julio de 2011
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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MISION SUCRE
MATURIN ESTADO MONAGAS
Unidad Curricular: Ética
Estudiantes: Ana Morffe Prof.: José Gregorio Taly
Darianny Hernández
Miguel Palacios
Sección 01 de Estudios Jurídicos
Aldea Universitaria Policía Municipal
Julio de 2010
INTRODUCCION
Los objetivos fundamentales en el desarrollo de esta investigación, es el de comprender y entender y reflexionar sobre ciertos valores sociales como: vivir, compartir, convivir y cooperar. Se hará un análisis del hombre como ser moral y se evaluará el método utilizado por la ética.
VIVIR
Vivir: del latin vivere, palabra que tiene diferentes acepciones. Como verbo tenemos:
Tener vida.
Hiperónimo: existir
Antónimos: morir, fallecer, fenecer, expirar
Tener su residencia y desarrollar sus actividades en un lugar determinado.
Sinónimos: residir, habitar, morar
Ejemplos:
Me vine a vivir a la ciudad.
Los nativos indígenas vivían en esta región
Permanecer alguien haciendo o siendo algo durante largo tiempo.
Sinónimos: estar
Ejemplos:
Vivió haciendo penitencia en lo alto de una columna, lo llamaron el estilita.
Vive sola, desde que quedo viuda
Permanecer algo en el tiempo.
Sinónimos: permanecer, durar
Ejemplo:
Vivirá para siempre en nuestro recuerdo. Amén
Tener un estilo de vida.
Ejemplo:
El abate Molina vivió santamente sus últimos días en Italia.
Tener un comportamiento permanente.
Sinónimos: comportarse, portarse, conducirse
Ejemplo:
Vive haciendo preguntas sobre cualquier cosa.
Satisfacer las necesidades diarias.
Sinónimos: subsistir
Ejemplo:
Trabajo duramente para vivir
Como Verbo transitivo
Estar en una situación dada durante un pasaje de la vida.
Ejemplo: Con ella he vivido momentos maravillosos.
Sentir vivamente una experiencia.
Ejemplo: Viví muy mal la muerte de mi padre.
Sustantivo masculino
Manera de subsistir.
Ejemplo: Tener un modesto vivir
Vivir es convivir en grupos
El estudio de los grupos constituye un campo de gran interés, porque mejorar las relaciones humanas y el funcionamiento de los grupos e instituciones, es una forma efectiva de contribuir al mejoramiento de la sociedad.
La vida del ser humano se desarrolla a través de la convivencia en grupos. Las instituciones y organizaciones sociales y los grupos son los marcos de referencia en los que se desenvuelven las vidas humanas.
COMPARTIR
Compartir: del latin compartiri y éste de cum (con) y partire (dividir), la palabra compartir en su acepción como verbo significa: dividir algo y repartirlo, dejar participar a otros en lo que es de uno, usar dos o mas personas una misma cosa.
Ejemplo: Mi amigo y yo compartimos tienda de campaña en el campamento
Referido a ideas o sentimientos, tener los mismos que otra persona.
Ejemplo: No comparto tu opinión sobre este asunto.
Contexto Histórico:
Las comunidades humanas han compartido desde el principio de los tiempos los recursos, como forma de supervivencia.
El principio de compartir tiene una implicación mucho más profunda, puede darle una dimensión nueva a nuestra comprensión. Un aspecto del significado del compartir es el de participar, utilizar, experimentar o disfrutar con los otros sin ninguna implicación particular de propiedad, simplemente uso mutuo. No hay aquí ninguna sugerencia de caridad o de dar algo de nuestra pertenencia a otro, donde la gratitud está implicada, más bien existe la suposición de que todo lo que es compartido no es propiedad de alguien en particular sino que pertenece a todos.
Pítágoras, enseñando a sus discípulos la mejor forma de transmitir ciertos valores y principios elevados, explicó que la raíz de la justicia era "aquella a través de la cual todos los hombres podrían llamar a una misma cosa, mía y tuya". Obviamente esto es posible mediante la influencia del alma, el “Alma Una”, es decir, a través de este punto de vista espiritual, de amplitud planetaria. Raramente se comprende que compartir es en esencia una manifestación de síntesis y el efecto natural de la justicia en su forma más clara.
Si bien es cierto que es loable, apropiado y noble compartir cosas físicas con los demás, no menos importante es compartir el conocimiento, las buenas noticias, la alegría, el optimismo, la confianza, la fe en Dios y… la esperanza.
Para compartir todo momento y oportunidad son buenos. Nuestra vida, como los valores que la rigen, tiene una condición existencial bipolar. Así, de forma constante tenemos frente al nacer, el morir; al bien, el mal; a la alegría, la tristeza; al éxito, el fracaso; a la riqueza, la pobreza; al egoísmo la generosidad; a la fe en Dios, el temor.
La condición vivencial de compartir lo bueno nos aporta sentimientos de realización, de plenitud y solidaridad humanas. Cuando compartimos la tristeza, la desesperanza o el dolor, igualmente sentimos que la carga se hace menos pesada, más llevadera y que no estamos solos.
No es acertado pensar que lo positivo del compartir lo es únicamente cuando se trate de algo físico, porque para la mayoría de las personas, es más difícil solicitar ayuda o consejo para sus problemas espirituales, que requerir cosas materiales. Un pedazo de pan no es difícil compartirlo, , porque cualquiera puede darlo sin mucho problema; pero para oír con respeto, interés e intención de ayuda, se requiere sentir que la solidaridad no es una opción sino una obligación, porque todos somos… uno.
Al compartir, independientemente de la naturaleza de lo que se comparte, crecemos espiritualmente y nos hacemos la existencia más agradable.
CONVIVIR
Convivir: consiste en interactuar con todas las cosas y personas que podemos hallar en el medio ambiente que nos rodea, la capacidad de convivencia es uno de los aprendizajes mas importantes para el desarrollo humano.
El hombre es el resultado de ese conjunto de relaciones sociales que ha mantenido a lo largo de su vida. El tipo de trato que tengamos con las personas y el que ellas tengan con nosotros determina nuestro modo de ser, nuestra personalidad. Si estas relaciones han sido favorables porque han satisfecho nuestras necesidades básicas, tales como aceptación, afecto, respeto, auto-estima, etc. Y se han proporcionado las condiciones adecuadas al desarrollo, entonces la personalidad crecerá y se estará en disposición de asimilar los valores y las normas de las sociedad.
El aprendizaje de una convivencia afectuosa, amable y respetuosa es esencial para llevar a cabo una vida plena y feliz.
Regla de Oro de la Convivencia.
La regla de oro en las relaciones humanas: “Hacer a los demás lo que queremos que nos hagan y no hacer a otros lo que no desearíamos que nos hicieran”.
Este principio que constituye un legado fundamental que heredamos de culturas y religiones milenarias y que, de una u otra forma esta presente, a traces de la historia, en caso todos los sistemas éticos como norma principal que debería regular las relaciones entre las personas.
Esta regla se basa en la idea y convicción humanista del amor al ser humano, sin distinción de raza, sexo, edad, credo o condición social, simplemente por el hecho de ser persona. La palabra dignidad viene de la raíz dig que significa luz, así que su culto constituiría, en sentido metafórico, un acto de honra y reverencia a ese destello luminoso del valor de lo humano que irradia todo hombre. El reconocimiento y apreciación de la dignidad del valor humano en cada persona implica relacionarnos con ella como un ser valioso.
El primer nivel de esta regla de oro es el que da reciprocidad o correspondencia, que es el mas frecuente y que cumple ese principio pero limitándose a corresponder: dar lo suficiente para quedar bien con los demás, esperando que los otros le respondan del mismo modo.
Este tipo de relación humana corresponde a las necesidades de sentir amor como algo que falta y se obtiene pagando con un amor equivalente. Amor con amor se paga. En el otro extremo de la regla de oro esta el nivel superior de la magnanimidad en que se ama gratis, sin medida, sin esperar reciprocidad o recompensa. Es el amor trascendente en el que el yo se desborda y proyecta sobre los otros y los inunda con simpatía, empatía, cooperación amistosa y creatividad.
Mientras que el amor convencional es un pacto de mediocre calidad que implica un mínimo de mutua aceptación y de convivencia civilizada, en cambio en la magnanimidad, como la virtud o valor mas alto del ser humano o amor grande trasciende y es de máxima calidad.
Tengamos presente que no obstante, ambos niveles (justicia y magnanimidad) se propenden al mismo principio del buen y el mejor trato. En uno u otro caso, la regla de oro representa el principio y la norma que rige la entrada del hombre
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