La sociedad nos conduce a un conjunto de decisiones

“El Hombre mismo es culpable de esta minoría de edad si la causa de la misma se encuentra no en la falta de entendimiento sino en la falta de resolución y de coraje para servirse por sí sin la dirección de otro. ¡Separe Aude! (¡Atrévete a pensar!) ¡Ten el coraje de servirte de tu propio entendimiento! Es, por lo tanto, el lema de la Ilustración”

Immanuel Kant, 2008 pág. 9

1. Identificación del problema moral:

La sociedad nos conduce a un conjunto de decisiones, que dependiendo de la esfera social en la que nos encontremos, nos hacen elegir la decisión en la que el mayor grupo de personas sean beneficiadas, como podemos evidenciar en el texto “Bola de Sebo”, donde una prostituta, la señorita Isabel Rousset, es dominada por sus compañeros de viaje, en momentos de guerra, para darle placer a un oficial prusiano dejando de lado su oposición frente a dicha decisión y haciendo lo que era mejor para el grupo.

A Ruán han llegado los alemanes, poco a poco se van familiarizando con los franceses y logran crear un modo de convivencia pacífica. Hay un grupo de personas pudientes que, viéndose asaltadas por los altos impuestos que deben pagar a los alemanes, piden un salvoconducto para poder trasladarse a otra ciudad francesa: El Havre, solicitud que les es permitida.

En el carruaje donde se conducen, aparte de estas tres parejas, también van dos monjas, un hombre “revolucionario” y una prostituta, llamada en la novela: Bola de sebo. En el trayecto, que está previsto para tres días, sucede un inconveniente y no logran llegar a tiempo a la ciudad de Totes, pasan un día estancados en pleno camino, van en busca de comida pero nadie les provee, regresan al carro y la única que lleva alimento es Bola de sebo, después de ciertas indecisiones; la comida es compartida por todos.

Llegan a Totes y de aquí no pueden movilizarse más ya que el oficial prusiano los retiene hasta que Bola de sebo acepte “estar con él”. Esta situación crea un clima de chantajes por parte de las tres parejas, quienes ayudados por las monjas, manipulan a Bola de sebo para que acepte estar con el oficial. Finalmente acepta.

Todo cambia cuando continúan el camino, Bola de sebo es despreciada por los demás pasajeros del carruaje, con hambre y sola, Bola de sebo llora mientras el resto del carruaje tararea la marsellesa.

2. Análisis de las circunstancias.

La necesidad de un grupo de gente se ve afectada por los acontecimientos, o en este caso los caprichos, de un solo hombre el cual incita a una mujer, la señorita Rousset, para que satisfaga sus deseos carnales, obligándolos a quedarse en Totes, y por el beneficio del grupo, ella decide aceptar la invitación del sargento, terminando con la espera.

Veremos la posición de este grupo de personas, en las que podemos notar dos perspectivas; una la postura de las monjas, que necesitaban llegar a El Havre para asistir a los soldados que padecían viruela, salvando así a cientos de vidas, gracias a los dotes de estas monjas en el tratamiento de dicha enfermedad. Por otra parte, podemos evidenciar la postura de las tres parejas de casados, que solo querían llegar más rápido a El Havre para su beneficio propio, para no seguir más en las deplorables condiciones de la posada en donde se encontraban, llegando así a una dualidad contradictoria, primero en las posturas de los viajantes frente a las beneficios que trae la decisión de Bola de Sebo (como llamaban a la señorita Isabel Rousset de manera despectiva), y por otro lado, los medios en los que se lleva dicha sugestión a Bola de Sebo.

Acostumbrados a una vida de facilidades y lujos, las 3 parejas no aceptan la idea de un obstáculo

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