Las funciones del libero

Isabel M. Alvarado Pol

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Educacion Física – octavo grado

Historia y  función del jugador líbero en el Volleyball

        La posición del jugador líbero en el Volleyball es una muy interesante.  El líbero se creó hace muy poco y su función es una defensiva y de apoyo.  En este trabajo hablaremos sobre la historia del líbero, sus funciones y responsabilidades y como influye en la forma en que se juega el Volleyball actualmente.

El líbero llega al Volleyball, experimentalmente, en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996 por la Federación Internacional de Volleyball (FIVB) para equilibrar la relación entre ataque-defensa. El líbero no se establece como jugador regular hasta después del Congreso de FIVB en Japón en 1998. La FIVB crea esta posición para poder mejorar la defensa de los equipos en la recepción del servicio.

        Este jugador está especializado en defensa. Tiene unas limitaciones y responsabilidades bien definidas por la FIVB. El jugador no puede sacar y tampoco puede atacar ningún balón que se encuentre por encima del borde superior de la red desde ningún lugar de la cancha. El líbero tampoco puede bloquear ni participar de bloqueos colectivos y no puede completar un ataque ni colocarse frente a la línea de ataque. Por lo tanto, la responsabilidad del líbero se resume en tres funciones: la recepción del saque contrario; la defensa del ataque y la cobertura del ataque. En pocas palabras, este jugador cubre el puesto de los jugadores atacantes que son muy altos y que tienen bajo rendimiento en la recepción.

        El jugador que tiene la posición de líbero es muy fácil de distinguir porque debe llevar una camiseta de distinto color o diseño a la de sus compañeros de equipo. Puede reemplazar a cualquier zaguero y jugar como zaguero.  Este reemplazo no se cuenta como una sustitución.  El líbero puede ser sustituido solamente por el jugador que éste reemplazó.  Los reemplazos sólo suceden al comienzo de cada set; con el balón fuera de juego y también antes del pito para sacar. El líbero sólo puede salir o entrar de la cancha por la línea lateral a su banquillo entre la zona de ataque.  

        Para que un jugador líbero cometa una falta debe suceder que el jugador que reciba ese pase o el propio líbero realice el golpe al campo contrario con la pelota completamente por encima del borde superior de la red.

        María Julia Raimundi, psicóloga argentina, en su escrito El líbero en el voleibol¿Por qué visto esta camiseta diferente? nos dice que varios estudios, postulan que la introducción de este peculiar jugador ha tenido más repercusión sobre la recepción del saque que sobre la defensa, que habría sido justamente el motivo que impulsó a introducirlo.

        Raimundi explica que en un estudio realizado con jugadores de la Liga Mundial 2003 y el Campeonato Europeo del mismo año (Callejón Lirola, 2003), se recoge la distribución de la participación en la recepción del saque por parte de los jugadores. Los resultados demuestran que el 36,4% de las recepciones las efectúan los líberos, mientras que el 63,6% está a cargo de los otros dos receptores (31,8% a cada uno). Estos datos, confirmarían el valor y la alta participación del líbero en la construcción del ataque.          

        Este estudio lo compara con otro hecho en 1998 con la Selección Española masculina.  En este la participación del líbero en la recepción fue de un 20,7%, frente a un 54,5% del receptor zaguero y un 24,7% del delantero. Aún cuando la participación del líbero es menor en este estudio, los autores concluyen que la participación del mismo resulta positivamente responsable del resultado del partido.

           Raimundi aclara que el análisis comparativo de estos datos, confirma el significativo aumento de la participación del líbero a lo largo de los años, en la recepción de los saques (36,4% en 2003 frente a 20,7% en 1998) y con relación a los receptores (63,6% en 2003 frente a 79,3% en 1998). Se puede pensar, explica la autora,  que este aumento se ha ido dando por la mejora en el entrenamiento de las habilidades técnicas y tácticas que llevan al líbero a una mayor responsabilidad en esta acción del juego, teniendo en cuenta que fue en 1998 el primer año en el que se implementó a este jugador en las competencias oficiales.

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