Las áreas de curriculum

Las áreas de curriculum

El ambiente de aprendizaje Montessori para niños de tres a seis años se divide, en cuatro áreas básicas: la vida práctica, la sensorial, el lenguaje y las matemáticas. Además de incluir en el curriculum música, pintura, movimiento y teatro.

La vida practica

Se considera como el sine aquanon del programa Montessori, porque el niño empieza a desarrollar las habilidades y tendencias que apoyaran la enseñanza enfocada en todas las demás tareas del aula. A través de su participación en experiencias familiares basadas en el hogar, el niño empieza a centrar su atención en una sola actividad y aprende a seguir una secuencia de principio a fin, a coordinar sus movimientos hacia una meta particular, y a ordenar y organizar cada paso de una tarea dada, logrando así la independencia por medio de una actividad auto dirigida. Las actividades de la vida práctica incitan al niño a participar en la cultura, reforzando así una transición del hogar al aula.

La vida sensorial

En su tercer año de vida según Montessori, el niño puede empezar a ordenar y a clasificar impresiones por medio de la exploración manual de materiales específicamente preparados.

Los materiales sensoriales son una serie de ejercicios en secuencia, estéticamente agradables y de diseño sencillo en apariencia, que se ofrecen para que el niño pueda catalogar y clasificar. Las impresiones sensoriales afinan y agudizan los sentidos. Se presentan materiales agradables los sentidos visual, muscular-táctil, auditivo y olfativo.

Al utilizar materiales sensoriales, el niño es inicialmente alentado a seguir una pauta de comparación o de graduación propuesta por el maestro, muchos de los materiales sensoriales son conjuntos abiertos y pueden emplearse para generar una variedad de diseños iniciados por los niños, permitiendo así la exploración y creatividad.

El papel del maestro

María Montessori comprendió que había que crear un nuevo paradigma o modelo del papel del maestro para responder debidamente a las necesidades y los intereses del niño en desarrollo. La escuela y el maestro deben permitir libertad dentro de un ambiente preparado, si se quiere alcanzar las metas de este nuevo tipo de educación.

Según María Montessori, el niño al que se le da esa libertad se desarrollara de acuerdo a su calendario y sus tendencias naturales. Por tanto, la labor del maestro no es ‘’enseñar’’ artificialmente aquello de lo que carece el niño sino que, antes deberá ser cuidadoso observador del desarrollo de cada niño, ofreciendo materiales que respondan al educando, así como una guía de instrucción, estructura consistente y el aliento apropiado.

El libro para la maestra, libro que inspira sus propias acciones es la constante observación de los niños conforme pasan de sus primeros y desordenados movimientos a otros espontáneamente regulados.

Los maestros son responsables de dirigir las horas de reunión de grupos y un contacto directo con cada familia por medio de comunicaciones periódicas. La maestra realiza un papel activo y vital, estableciendo la conexión inicial entre el niño y los materiales, invita al niño a investigarlos y le ofrece lecciones específicas sobre su uso. Estas lecciones deben ser breves, sencillas, exactas y objetivas.

Respecto a la participación voluntaria del niño, la maestra debe presenciar en segundo término la interacción activa del niño con el material. Se considera que la enseñanza inicial reside en lo que hace el niño, no en lo que enseña el adulto. La profesora preparada con el sistema Montessori deberá, especializarse en observar el delicado equilibrio que hay entre la intervención y la no intervención en la actividad de un niño.

El rol de la maestra consiste en intervenir y activamente redirigir cada vez que

...