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Lineamientos Para La Elaboración De Proyectos De Investigación

ruthlalo6 de Junio de 2013

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Lineamientos para la elaboración de proyectos de investigación.

4.1. Introducción.

En esta unidad se propone que todos aquellos escritos de índole investigadora-ensayo, tesinas, tesis, reportes de investigación, investigaciones de campo, ponencias, etc. Que se elaboren en IEU online apliquen tanto el formato como el protocolo aquí definidos (con sus respectivas adecuaciones y precisiones en cada caso), por la conveniencia funcional de mantener la consistencia en un estilo predeterminado.

4.2. ante proyecto de investigación.

El anteproyecto o protocolo de investigación es un compromiso escrito mediante el cual el investigador presenta de manera sucinta, clara y estructurada, los diferentes elementos del tema y del plan de investigación que se propone emprender. El investigador, a través de su anteproyecto, demostrará tres elementos indispensables:

1. Relevancia y pertinencia de la investigación que propone, así como su aptitud para llevarla acabo. Este documento debe, por lo tanto, convencer o persuadir al lector de la importancia del tema de investigación, en razón de su objeto de estudio, metodología, alcances, marco teórico e hipótesis.

2. Debe además evidenciar que la investigación es sustentable de valor tal que se fundamenta intrínsecamente y es susceptible de alcanzar resultados originales, todo lo cual justifica invertir el tiempo y los recursos necesarios para su realización.

3. Para lograr los dos puntos anteriores, el investigador debe seguir y cumplir un protocolo de investigación, que le induzca a trabajar su anteproyecto con rigor metodológico y le permita presentar un informe escrito del mismo.

De esta forma, un anteproyecto de investigación debe invariablemente cumplir con los siguientes requisitos:

1. Definir un título precisando el tema, campo y el objeto de estudio.

2. Describir los alcances de la investigación en sus marcos temporales, geográficos, físicos, sociales, etc.

3. Explicar las motivaciones profesionales para desarrollar el tema.

4. Indicar los objetivos que se espera alcanzar, proporcionando un adelanto de lo que se podría obtener y de su importancia.

5. Proporcionar una panorámica de lo que será la investigación y punto de vista desde el cual se abordará.

6. Esbozar los antecedentes o marcos teórico que respaldan la investigación.

7. Indagar las fuentes de información a las que se piensa recurrir, bibliográfica y de campo evaluando la viabilidad de acceso a ellas.

8. Describir las metodologías a utilizar.

9. Determinar el tiempo requerido para el completo desarrollo de la investigación, hasta la presentación del reporte final, considerando cada una de sus etapas.

10. Indicar los recursos económicos, humanos y materiales necesarios para el conjunto de la investigación.

11. Despertar la curiosidad y el interés sobre la investigación propuesta de manera que induzca a su aprobación.

12. Demostrar la aplicabilidad y relevancia social de la investigación propuesta.

El protocolo de investigación también es un instrumento que guía el proceso al cual debemos de regresar continuamente para verificar el avance correcto y reviste una importancia tal, que su elaboración reflexiva redundará proporcionalmente en beneficio del propio producto.

Debe tenerse siempre muy en cuenta que no es suficiente tener una buena idea sobre la realización de una investigación; el anteproyecto o protocolo debe valorizarla fielmente, so pena de verse frustrada desde su inicio.

4.2.1. Título.

El título es, frecuentemente, el primer contacto que el lector tendrá con el anteproyecto y por ello, determinará su primera y quizás mas duradera impresión. Por lo tanto, el título bien puede hacer que el lector lea o no el documento y determine el animo o interés con que lo aborde. Así, lo más recomendable es reflexionar detenidamente a fin de encontrar un título significativo, sugestivo y atractivo, que llame la atención del lector y lo invite a adentrarse en la lectura del escrito.

Para ello es indispensable analizar cada una de las palabras, particularmente los verbos y sustantivos que conformarán el título, principalmente los primeros, pues serán estos los que guíen centralmente hacia el problema de investigación y su resolución, por lo que es recomendable se encuentren significativamente ligados a la integración del trabajo. En la fase de anteproyecto el título es generalmente tentativo, ya que el definitivo se decide realmente hasta el momento de terminar la investigación. Esto no obsta para que se diseñe posteriormente, el mejor título posible para el protocolo de investigación y que este cumpla con su cometido de atraer, interesar e informar al lector.

El título debe caracterizarse, principalmente por ser conciso y claro.

Así mismo debe expresar inequívocadamente y de manera interesante aquello de lo que va a tratar la investigación. En la medida de lo posible debe contenerse palabras o conceptos clave, así como la precisión del marco – temporal que comprende.

El título puede contener un subtítulo siempre y cuando este último contribuya a lograr los objetivos antes mencionados y no distraiga la atención o haga difuso el tema o el objeto de la investigación. Se debe poner particular cuidado en que las expectativas que genere el título correspondan al contenido y objetivos de la investigación propuestas: no debe generar falsas expectativas que solo resultarían contraproducentes.

Es recomendable escribir varios títulos y jugar con las palabras, conceptos o ideas, hasta que se encuentre el que mejor exprese lo que pretende el trabajo de investigación que se está proponiendo.

4.2.2. Introducción.

Algunos autores denominan la introducción como “antecedentes” (que tampoco debe confundirse con el marco teórico). La introducción es un elemento muy importante del protocolo o anteproyecto de investigación ya que este será circulado entre el cuerpo académico responsable de su aprobación y o entre las áreas de financiamiento. Estas instancias evaluarán la convivencia de la investigación propuesta, en buena medida, a partir de la introducción. Por lo tanto, dicha sección debe concentrar con fluidez y precisión, así como de manera discursiva, los principales elementos del problema y de la investigación, permitiendo al lector familiarizarse rápidamente con ellos.

Los elementos que se deben enunciar en la introducción sin entrar en detalles hasta que la propia investigación los arroje, son:

1. El tema de investigación.

2. El objeto de estudio.

3. Las motivaciones de la investigación.

4. La relevancia del tema.

5. La población a la que se dirige y la población muestra.

6. El listado general de los datos que serán recolectados y analizados.

7. La mención del o los métodos de análisis.

8. Panorámica general del problema que motiva a la investigación.

9. Los resultados genéricos que se espera obtener dentro de los alcances – temporales para la investigación.

4.2.2. Introducción.

La redacción de la introducción debe ser ligera y amena; una especie de diálogo que debe motivar al lector a continuar leyendo el anteproyecto despertando su curiosidad e induciendo a que se haga preguntas que después se contestarán en el cuerpo de la investigación. Los elementos antes listados deben, por lo tanto, ser solamente enunciados, sin abordarlos exhaustivamente. Al terminar de leer la introducción, el lector:

1. Entenderá el proceso de motivación y decisión de llevar a cabo la investigación propuesta.

2. Se ubicará en el contexto y el enfoque desde el cual el investigador abordará el tema.

3. Contará con la investigación preliminar para comprender y evaluar el anteproyecto de investigación, sin tener que consultar otros documentos para clasificarlo.

4. Deberá estar interesado en continuar leyendo el resto del documento y hacerse preguntas pertinentes al mismo.

Todos los puntos que se aborden en la introducción deben desembocar en la definición de la problemática de investigación. Para ello la redacción de la introducción debe canalizar al lector sin ruptura y como una transición natural, hacia el planteamiento del problema.

4.2.3. Planteamiento del problema.

También llamado “problemática o definición del problema” el planteamiento o definición correcta del problema es lo primero que se debe de lograr para no desviar el objetivo de la investigación ni generar cuestionamientos irrelevantes. El investigador debe ser capaz no solo de conceptuar el problema sino también de verbalizarlo en forma clara, precisa y accesible, de manera tal que el lector lo comprenda por el documento mismo.

En esta parte se trata de brindar una descripción concreta del problema de estudio, dando una versión de los hechos o fenómenos cuya explicación debe ser interesante y útil, tanto para el investigador y el lector como para el medio académico y la sociedad. Con tal fin partiendo de lo particular y hasta de lo general, se explicará el cuestionamiento y la problemática que dirigirá la investigación así como las dificultades y dudas que se pretenden estudiar. Para tal efecto, el planteamiento del problema se puede hacer a partir de una aseveración, de la cual posteriormente se derivarán una serie de preguntas centrales. Que dan origen a una investigación y que definidas con claridad y sin ambigüedades, serán de utilidad para dirigir el trabajo de investigación. Al estructurar la aseveración y derivar las preguntas es necesario tener presente que “puede

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