Los Medios De Comunicación (Ensayo)

La era de la tecnología (o The Age of Technology), es como tan popularmente se le ha llamado a esta época en la que actualmente nos situamos, un ciclo de increíbles avances tecnológicos que no parecen encontrar un fin, y que nos han puesto al alcance de nuestras manos una gama de ilimitadas oportunidades; pero sobre todo, que nos han abierto las puertas a algo que hace tan sólo un par de décadas atrás era no sólo considerablemente reducido, sino controlado: La información.

“El crepúsculo del siglo XX es dirigido por una mezcla de tecnología y recursos muy parecidos a los que guiaron el siglo XIX en Estados Unidos. Esta vez, es el sílice y el software en lugar del petróleo y el acero” (Myhrvold, 1997). La máquina de escribir en 1874, el teléfono en 1876, el motor de combustión interna y el fonógrafo en 1877, la luz eléctrica en 1880, el radio en 1895, y posteriormente la televisión, en 1926. De ahí faltaría otra década más antes de que se creara la primera computadora, y otra más para desarrollar lo que sería la computadora moderna a la que en nuestros días cualquier niño tiene acceso desde la misma etapa de los pañales; y sería precisamente ésta última con ayuda del Internet, la que vendría a revolucionar por completo a los medios de comunicación tal y como se les conocía. Eso, junto al gran impacto social.

Así, trasladándonos hasta nuestra actualidad, nos hemos de topar con todo un desarrollo tecnológico que se ha encargado de hacerse con herramientas tales como hoy lo son, las redes sociales; quizás, una de las competencias más fuertes que tienen ahora los medios. Y es que si los medios de comunicación realmente son “el reflejo de la sociedad del momento”, se están quedando atrás de una sociedad que ahora es independiente, capaz de comunicarse por sí misma en otros medios como intermediarios pues, mientras cualquier persona ordinaria pueda subir a páginas web tales como Twitter o Facebook la noticia de que Michael Jackson a muerto, en lo que ésta es confirmada por los medios y expuesta a televisión abierta, el dato ya ha recorrido planeta de lado a lado a una velocidad asombrosa.

Sí, depende de los medios el revelar cada detalle de la nota para exponer un caso completo, porque como se afirma: “Independientemente del uso, la palabra investigación, en esencia, significa lo mismo: un esfuerzo por descubrir algo, y es algo que hacemos todos los días” (Wimmer, 2000). Pero, mientras investigan o no, la historia central se mueve entre las multitudes, y el impacto consecutivamente, ya no es el mismo.

En un mundo donde antes eran los medios de comunicación quienes podían darse el lujo y privilegio de controlar la información, de valorar y alterar u omitir datos y sucesos del día a día, les ha llegado la época de la renovación. Ahora no es sólo una labor, sino un reto, la prueba a superar y que les obliga de un modo u otro, a mejorar en calidad y eficiencia. Tienen una ventaja: No todo lo que se publica en la Internet tiene voto de seguridad. “Es fácil quedar atrapado en la tecnomanía. Quienes están más involucrados con la tecnología quieren saber más, quienes le temen desean seguridad y quienes ven una oportunidad (financiera o de otro tipo) no quieren perderla” (Myhrvold, 1997). Podría entenderse entonces y, diciéndolo de un modo un tanto vulgar, que la Red resguarda lo que vendría siendo el hervidero de chismes de la población

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