Los imperios modernos

IMPERIALISMO

En el siglo XIX surgen los primeros imperios, comenzando principalmente cuando los faraones impusieron su autoridad sobre los pueblos al querer cobrar tributos. El imperialismo es un fenómeno en el cual un pueblo tiene control, autoridad e influencia sobre otros.

Los imperios modernos eran distinguidos por imponer su soberanía, ellos gobernaban por sí mismos y el pueblo fue obligado a obedecer lo que decía el rey.

Las empresas más desarrolladas iban en busca de otros lugares para explotar las materias primas, esto provocaba que cada vez se fueran haciendo más y más grandes, tenían precios más bajos y dominar el mercado, hasta el punto devolverse un monopolio

Inglaterra, Alemania y Estados Unidos fueron cuatro imperios coloniales que eran también primeras potencias. El capital industrial se unió al capital bancario, dio lugar al capital financiero. Provocó que las empresas con menor desarrollo cayeran en bancarrota y los forzó a contratar nuevas deudas.

El endeudamiento constituye en obstáculo para superar el subdesarrollo.

El continente africano fue explotado, los esclavos y recursos fueron extraídos por ellos mismos y fueron bajo las órdenes de los jefes de tribus.

En 1884 y 1885 en la Conferencia de Berlín, Gran Bretaña, Francia y Alemania establecieron sus reglas, las cuales decían que los ocupantes de las costas tenían derecho a tomar posesión del Imperio alemán. Siguieron los conflictos entre algunos países, pero una de las que más impactó fue la llamada guerra anglo-bóer con la cual los ingleses se establecieron su imperio a los holandeses y lograron dominar la República Sudafricana.

Como ya habíamos mencionado anteriormente, Estados Unidos de América se volvió potencia mundial, pero su evolución cabe destacar pues se dio en menos de 300 años. Cuando la mayoría de las colonias hispanoamericanas habían alcanzado su independencia, Estados Unidos establece la Doctrina Monroe con su frase: “América para los americanos” con la cual les dejo muy en claro a los europeos, en especial a Francia e Inglaterra, que ya no podían establecer sus imperios en su territorio pues delimitaron su “área de influencia”. En 1835, por la inconformidad de algunos mexicanos, se da la Independencia de Texas, cuando Santa Anna les declaró la guerra pero desgraciadamente México pierde dos millones de km2. En 1843 y 1845 los colonos estadounidenses se apropian de tierras fértiles, maderas, yacimientos de oro, plata y minerales, animales, pieles, ete; e incluso acabaron con las comunidades indias (pieles rojas, sioux, cheyenes, navajos y apaches), hicieron que éstas se fueran de sus territorios.

Al oeste colonizaron granjas a las cuales le aplicaron la tecnología poniendo máquinas eficaces e innovadoras para producir cereales, principalmente el trigo.

Después se da la Guerra de Secesión entre 1861 y 1865 entre los unionistas antiesclavistas del norte y los esclavistas del sur, gracias a ella se dio un avance de la actividad económica, los unionistas invirtieron grandes fortunas en industrias que estaban al servicio de la guerra, fabricando uniformes, alimentos, armas, lámparas.

Esto propició la programación de la división del trabajo y la producción en serie. Se inventaron las piezas estándar que beneficiaron a las industrias al construir tornillos, tuercas, herramientas, que servían para arreglar las máquinas más rápido y no atrasarse en la producción.

En 1880 y 1890 en la llamada Era Dorada Estados Unidos había patentado más inventos que ningún otro país, la electricidad, el telégrafo, el teléfono, el cine y el automóvil. Se dio la formación de monopolios, entre los que destaca la Compañía Standard Oil, con la refinación del petróleo, John Astor dedicado al comercio de pieles, el de Cornelius Vanderbilt al

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