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METACOGNICIÓN Y APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO


Enviado por   •  7 de Julio de 2014  •  3.951 Palabras (16 Páginas)  •  345 Visitas

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REPORTE DE LECTURA DE LOS TEMAS “METACOGNICIÓN” Y “APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO”

A través de los estudios acerca de la mente humana y su funcionamiento, se ha hecho frecuente encontrar la referencia a procesos cognitivos y metacognitivos, como aquellos que potencian el desarrollo de las destrezas y habilidades para dirigir el pensar humano.

Con términos alternos, se maneja el ejercicio mental que hace referencia a la toma de conciencia del propio conocimiento, a la autorregulación y control de la mente; y por lo tanto a la intención de dirigir el propio proceso cognitivo, mismo que es susceptible de enriquecerse y moldearse.

Lo anterior lleva a establecer una interrelación entre los términos de intencionalidad, conciencia y metacognición. Flavell (1976) a quien se le atribuye el uso del término, lo hace para referirse al conocimiento y control de las actividades del pensamiento y el aprendizaje, la cual incluye dos componentes separados a su juicio: estar consciente de las habilidades, estrategias y recursos que se necesitan para ejecutar una tarea de manera efectiva -saber qué hacer- y la capacidad de usar mecanismos autorreguladores para asegurar el término con éxito de la tarea, saber cómo y cuándo hacer qué cosas.

Dentro del movimiento de la Línea Dura de la Inteligencia, se utilizó el término de metacognición relacionado con la intencionalidad, en el sentido de que los fenómenos mentales tienen una intención o contenido y control interno. Esto hace alusión al carácter individual de los procesos mentales, ya que de lo contrario el organizador de la mente sería un elemento externo, pero imposible de interpretar sobre sus propios procesos como creer, recordar y perseguir metas.

Labarrere concibe el pensamiento como proceso dirigido que permite representarlo como algo posible de ser regulado por el sujeto. Retomando a Rubinstein señala que, no es el pensamiento quien piensa, sino la propia persona, destacando que para el estudio del pensamiento, es requisito tener en cuenta al hombre como un todo que piensa con sus necesidades, vivencias, motivos y actitudes.

El concepto de metacognición es un concepto no completamente claro, se orienta en dos sentidos: Metacognición como conocimiento de la propia cognición, y metacognición como autocontrol o autorregulación.

Muchos modelos del aprendizaje están explicando los procesos cognitivos y metacognitivos en términos individualistas y mentalistas; conviene replantearse su estudio desde la naturaleza social de la existencia humana y las formas para procesar y construir el conocimiento en una realidad integral; para lograr el proceso de significación como una experiencia humana, consciente e intencional, y no exclusivamente lógica y singular.

Siguiendo en el tema, los estudios sobre metacognición hacen alusión a dos procesos que la conforman y que de alguna manera se pueden controlar: Una representación general de la actividad cognitiva, en la cual la acepción del término conciencia queda implícita y; una función reguladora de seguimiento y control del que conoce o una realidad.

Esto coincide con las funciones que a nivel epistemológico cumplen la conciencia y la intencionalidad, que van desde lograr la armonía entre dos límites; buscando la apertura del educando, a partir de la propuesta de una realidad por conocer; hasta lograr dar forma a esa realidad.

Por otro lado al estudiar la metacognición y sus funciones desde lo conceptual y funcional, éstas hacen referencia a la reflexión, en este caso para la transformación del objeto comprendido. Conviene retomar la aportación de Labarrere al respecto:

Si la reflexión transforma el objeto simbólicamente en la mente, la reflexión metacognitiva considera y transforma, también simbólicamente, el procedimiento de transformación del objeto y el segmento de la actividad en que dichos procedimientos se insertan.

ACTIVIDAD, ACCIÓN E INTENCIONALIDAD

En este apartado se hace importante exponer la situación que los conceptos de actividad y experiencia guardan con el desarrollo de la intencionalidad dentro del proceso de pensamiento.

La actividad es un fenómeno estudiado por los seguidores de Vygotski, Leontiev, Luria y Rubistein entre otros, quienes partiendo de los postulados del autor, han generado lo que actualmente se conoce como Teoría de la Actividad, dentro de la Psicología Histórico cultural. Sus principales conceptos van en el sentido de la consideración de la ACTIVIDAD como fundamental para la construcción del conocimiento, así como la vinculación de ésta, en sus aspectos interno y externo con el desarrollo de la psique. La actividad puede manejarse como un sistema de orientación que dirige el desarrollo psicológico en las diferentes y complejas condiciones de vida.

Para el estudio de la actividad humana se recurre al concepto de BASE ORIENTADORA DE LA ACTIVIDAD, que refiere al motivo que rige la acción en los diferentes momentos del desarrollo de un individuo; sin que esto represente un esquema de estadios que marquen secuencias en el desarrollo del individuo, como se plantean otros sistemas psicológicos, bajo el supuesto de que la base orientadora tendrá siempre una dirección contextual y no universal.

Lo anterior tiene lugar por los procesos de interiorización que se propician a partir de la intervención socio-histórica. El dominio de las tareas de orientación de la acción permite el desarrollo de habilidades independientes y a su vez el manejo de sistemas de significados culturales, lingüísticos, científicos y académicos.

Pero ¿qué significa que la actividad y experiencia humanas se dupliquen socialmente?. El valor reside en que ambas, son generadoras de un crecimiento cultural.

Una vez abarcados los puntos de actividad y experiencia, es necesario establecer su relación con la intencionalidad, entendida ésta, como en su sentido volitivo de aproximación y búsqueda hacia lo conocido.

La intencionalidad desde lo volitivo, remite que al conocer se desee o rechace lo que se ha significado; así en seguimiento a estas propuestas, durante el proceso de pensamiento, lo que se conoce será deseado o rechazado.

Con respecto al tema de la intencionalidad y la conciencia se puede puntualizar que, la función semiótica e integradora de la conciencia al pensar, permite conjugar la presencia de lo histórico del hombre y lo coloca en el centro directivo de las formas de la intencionalidad: cognitiva y volitiva. Las funciones de alto nivel que por la conciencia se efectúan, mantienen el control y la unidad de la mente, de ahí que sea el mecanismo metacognitivo más elaborado.

Los mecanismos metacognitivos que conduzcan la intencionalidad de la comprensión serán

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