Manuel Acuña
Enviado por Nad31 • 8 de Mayo de 2013 • 815 Palabras (4 Páginas) • 250 Visitas
¡Muere Manuel Acuña!
El poeta, dramaturgo, escritor y estudiante de medicina Manuel Acuña Narro originario de Saltillo, Coahuila, fue encontrado muerto el 6 de diciembre de 1873 en la Escuela de Medicina de la Ciudad de México en su habitación.
El cuerpo fue hallado por sus amigos y profesores. Desde ese momento la prensa comenzó a especular que el poeta se había suicidado ingiriendo cianuro a causa del desamor de Rosario de la Peña, a quien le dedicó el célebre poema “Nocturno a Rosario” donde aparentemente se despedía de ella -su gran amor- y del mundo entero.
“Comprendo que tus besos jamás han de ser míos
comprendo que en tus ojos no me he ver jamás;
y te amo, y en mis locos y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos te quiero mucho más.
Esa era mi esperanza…más allá de tus fulgores
Se opone hondo abismo que existe entre los dos,
Adiós por la vez última, amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores;
mi lira de poeta, mi juventud, adiós.”
Notamos que algunos de los periódicos que consultamos, que abordaban la noticia sobre el suicidio de Manuel Acuña lo condenaban o lo absolvían, ya que nadie se esperaba que el talentoso escritor de tan sólo veinticuatro años se quitara la vida de tal manera, mucho menos por el desamor de una mujer.
Uno de los periódicos que revisamos fue El Eco de Ambos Mundos del día 07 de diciembre de 1873, en donde dice lo siguiente:
“Se manifestó tan contento la víspera de su muerte, sus palabras respiraban tanta alegría y buen humor que difícilmente hubiera podido alguien imaginarse la terrible catástrofe que iba a estallar”.
El periódico El Correo del Comercio dijo:
“Falleció víctima de sí mismo”
El diario El Torito publicó:
“No podemos ni sospechar siquiera el profundo y destructor pesar que lo condujo al sepulcro”
El 08 de diciembre del mismo año, el periódico El Eco mencionó:
¿Qué motivos impulsaron a Manuel ha llevar a cabo una resolución tan premeditada, y que a la vez que prueba su grandeza de alma justifica su poca existencia? ¡Quién sabe!
Por otra parte en el diario El Siglo diez y nueve, publicó un poema firmado por Miguel A. O’Gorman que dice lo siguiente:
“¿Cómo
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