Marginalidad En Hijo De Ladrón

Según la Real Academia Española, “Identidad es el Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”, mientras que “marginalidad se refiere a la falta de integración de una persona o de una colectividad en las normas sociales comúnmente admitidas”, desde mi punto de vista, ambos conceptos son lo que representan mejor al personaje. Es bien sabido que la identidad es algo que no se construye por si sola, y que en su proceso de formación existen diferentes factores: el ambiente donde el sujeto se desarrolla, sus vivencias personales, y muchas otras. Luego de analizar el texto escrito por Manuel Rojas, considero que la identidad de Aniceto Hevia es netamente marginal, con una existencia herida, pero aún así logra darle sentido a su vida y crecer como persona.

La marginalidad del personaje no se presenta solamente al carecer de recursos monetarios, porque esto no es suficiente, sino mas bien por ser un hijo de ladrón, tener una madre fallecida, su aislamiento dentro de la sociedad, y la precariedad donde vive. Todo esto lo hace vulnerable –y a cualquier persona en esa situación dentro de esta sociedad- a convertirse en víctima de la injusticia social y la discriminación, lo cual, para mi solamente representa la ignorancia y la estupidez de las personas. Esto claramente se aprecia al comienzo del libro donde: “En Valparaíso pretende embarcarse, su amigo lo consigue, mas él no por carecer de documentos de identidad" (Goic, 1992). Mientras que Hevia trata de construir su identidad y madurar como persona, a pesar de los problemas en su contra, sus experiencias de vida y muchas cosas mas, se va formando de valores su forma de ser resultaría auténtica y muy peculiar. El proceso de formación de la identidad del personaje comienza con la detención de su padre y la muerte de su madre, debido a que, para mi, una madre es el elemento mas fundamental dentro de la vida de las personas, sobre todo cuando su padre es un conocido ladrón que lo que menos hace es pasar tiempo en familia con sus hijos. Para apoyar mi planteamiento, es necesario citar a una licenciada en literatura: “El elemento discursivo de Aniceto Hevia de Hijo de Ladrón, se sitúan en un espacio delimitado, en un círculo de aprendizaje, de diálogo, de narración de vida de un personaje a otro, de diversas voces dentro de la novela, y que al joven Aniceto Hevia le sirve como un modo de aprender la vida, de comprender el mundo, de absorber experiencias de los mayores y exponer sus propios puntos de vista. No se advierte subversión social, es cierto, pero sus personajes trasuntan una profunda humanidad, una contravención de lo cotidiano, un replantearse la condición de ser marginal.” (Eltit, 2006). Las características de la identidad marginal planteada anteriormente, son demostradas por el personaje principalmente en como actúa frente a la vida, un actuar diferente, para mi, poco usual después del abandono de su hogar.

Gracias a la sociedad que lo rodea y luego de tanta discriminación y pocas oportunidades llegó un punto en el cual para el protagonista el comer y sobrevivir pasó a ser su objetivo principal, de lo que, aunque suene a mediocridad, estoy completamente de acuerdo, ya que la visión de la gente hacia los ladrones, indigentes o delincuentes en general apunta a que éstos son seres desgraciados sin conciencia ni compasión por el resto y viviendo en esa solo habría ganas de morir. Afortunadamente, Aniceto logro solucionar el caos en su cabeza y seguir adelante con la frente en alto, lo cual no es para nada fácil siempre con su marginalidad ante todo.

Según Alone, Hernán Díaz Arrieta, considerado el crítico literario chileno mas influyente quien comenta del personaje en cuestión afirma, “El muchacho a quien correspondería ese papel cumple lo que su título promete: nada más, es el hijo de su papá; un hijo como otros, algo decaído, puesto que no roba sino que trabaja honestamente y sin éxito. Es, también, un espejo que pasa, aunque no precisamente por un camino, sino de preferencia por cárceles y comisarías, por suburbios y campamentos, por playas de pescadores pobres, por conventillos y "dormideras" populares, en general, por donde hay miseria, dolor, mugre, asco. Pasa, refleja. Y sigue imperturbablemente” (Díaz, 1951). El personaje es ignorado por el mundo, no recibe el respeto que cada ser humano merece, un ser que vive sin un sentido ni una meta clara en la vida, creo que en el libro se muestra la deshumanización que provoca la discriminación de la sociedad a un ser “inferior” (según lo piensa la sociedad, de lo cual no estoy de acuerdo)

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