Me Vale Madres Puto

los sindicatos y los mismos gobiernos ya habían asumido elevados niveles de protección

al trabajador, que hacían completamente inviable la disminución automática

de los precios y salarios.

Si no existía dicha flexibilidad, el ajuste automático para conseguir el equilibrio

macroeconómico dejaba de producirse y la innecesaria intervención estatal se ponía

en entredicho, hasta tal punto, que los ingresos ordinarios (impuestos) no serían

suficientes para atender debidamente a la totalidad de los gastos.

A la vista de los acontecimientos, el análisis de Keynes ofrece un nuevo enfoque

de la situación que rompe por completo el imperante hasta la fecha:

· los precios no se muestran flexibles, son más bien rígidos y de forma especial

a la baja

· lo que impide que la demanda se encuentre equilibrada con la oferta en el

nivel de máxima de producción o de pleno empleo

· es decir, desaparecen los mecanismos autocorrectores de la economía

· lo cual hace que sea necesaria la intervención gubernamental

· y, para ello, el erario público debe gastar más dinero del que le puedan proporcionar

los impuestos pues, en el caso de aumentar éstos, el perjuicio sería

aún mayor

· lo cual obliga a una financiación extraordinaria a través de la emisión de títulos

de deuda pública.

Todo esto también puede reflejarse gráficamente con facilidad (ver Figuras 8.1.a y

b). La situación inicial corresponde al gráfico (a) en el que la curva de OA es perpendicular

e indica el nivel de máxima producción (potencial o de pleno empleo).

Ante una fuerte caída de la demanda agregada, lo que ocurre al inicio de la Gran Depresión,

los precios deberían haber ido bajando paulatinamente, como indican las

flechas, hasta conseguir nuevamente el punto de equilibrio (OA = DA’) en el nivel de

producción potencial (Pp).

Un paseo por la Economía Tema 8º: La demanda y la oferta agregadas

Pedro L. Romera (DOE-UPC)

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