Mercantil

DERECHO MERCANTIL I

9 de agosto del 2011.

Podemos establecer que el comercio es una actividad exclusiva del hombre, debido a que por medio del mismo se llegan a formar estructuras político económicas para poder establecer una adecuada relación social y se busca además un cambio de satisfactores, los cuales se enhueran indiscutiblemente dentro del comercio.

En virtud de lo anterior sin lugar a dudas se puede establecer que la actividad comercial es una intermediación en la producción de bienes o en la prestación de servicios, los cuales en un momento determinado están destinados al mercado en general, y bajo estas circunstancias el comerciante debe producir bienes para poder ofrecerlos al consumidor o bien los adquiere para poderlos intercambiar con otros bienes o servicios.

En virtud de que los pueblos antiguos empezaron a realizar el comercio de manera internacional, esto tiene como consecuencia la necesidad de reglamentar el mismo y de esta manera surgen las primeras disposiciones reglamentarias, entre las que podemos señalar:

La ley de Rodias; que se le puso este nombre debido a que surge en la Isla de Rodas, mediante esta ley se reglamenta exclusivamente el comercio marítimo, y entre la principal reglamentación encontramos la Echazón, que consistía en el reparto proporcional entre todos los interesados en la suerte del buque sobre todos aquellos objetos que tenían que echarse al mar para salvarlo de un posible naufragio.

Entre otras disposiciones reglamentarias de esa época podemos señalar el Código de Hammurabi, o el Código de Manu, que era utilizado entre los hindús.

Las primeras disposiciones del Derecho comercial Romano se desprenden del “Ius Gentium”, es decir el derecho de gentes, y esto se debía que les estaba permitido a los extranjeros que llegaban a roma o vivían ahí, para realizar el comercio.

Dentro de este principio general podemos establecer que existían tres instituciones fundamentales:

a) Aquellas que no se limitaban a una profesión determinada como podía ser el “actio institoria” la que contrariamente al derecho civil desconocía la representación y permitía a terceros que un momento determinado habían realizado un negocio comercial con un esclavo o un hijo de familia y este no cumplía con su obligación, entonces podían exigirle el pago directamente al pater familias.

b) Las instituciones especiales de comercio marítimo formaban un segundo grupo de leyes entre las que estaban las importadas de los pueblos orientales como la ya mencionada echazón, también existían instituciones de préstamo a la “gruesa” que ella aquel cuya exigibilidad estaba condicionada por el feliz retorno de un navío y en la cual se pactaba un fuerte interés.

También existía la “actio exercitoria”, la cual se daba contra el dueño del buque para exigirle el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el capitán del navío.

c) El tercer grupo estaba constituido por las instituciones de derecho bancario romano, cuyo ejercicio era Viril, era practicado por los “argentaris” o cambistas y por los “nunularis” o banqueros y esta actividad era reglamentada por el estado a través del prefecto urbano.

El derecho medieval aparece con la caída del Imperio romano de Occidente y en consecuencia las disposiciones legales romanas pierden su vigencia y a partir de ese momento cada comunidad va elaborando de acuerdo a su costumbre sus propias leyes, y los primeros que lo realizan fueron los mercaderes marítimos que crean los tribunales los cuales reciben el nombre de “Consulados”.

10 de agosto del 2011.

En Italia las recopilaciones que se hicieron se llamaron estatutos, y fueron hechas por juristas, cónsules y comerciantes, y entre estas recopilaciones podemos señalar las siguientes:

a) Las ordenanzas consuetudinarias del año 1603 en la ciudad de Trani.

b) Las tablas amalfitanas, las cuales provenían de las ciudades italianas, las cuales tenían sus propios estatutos, cosa semejante sucede con las ciudades de la cuenca del mediterráneo, del mar del norte y del mar báltico; donde surgen los estatutos de Marsella, Barcelona, Hamburgo, entre otras ciudades marítimas.

También surgen los llamados “rooles de olerón”, que se basaban en la tradición y costumbres del mar y tenían relación directa con el comercio marítimo.

En Francia aparecen

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