Mexicali: Crisol de identidades.

Mexicali: Crisol de identidades

Mexicali, desde sus orígenes, en su naciente impulso, es un fuerte imán que convoca a diversos grupos humanos, que en su odisea migratoria en busca de mejores condiciones de vida, encuentran en esta ciudad un páramo para sus anhelos, dándole a su vez al entorno cachanilla, una gran fuerza de trabajo y determinación para sortear los retos que implica la supervivencia, en un lugar donde está todo por hacerse.

Una fuerza humana que empieza por enfrentar los rigores climáticos, las condiciones geográficas y la lejanía con respecto a los grandes centros poblacionales del resto del país.

Las etnias aborígenes yumanas, en especial los Cucapás, supieron acoplarse a los ritmos de la madre naturaleza, ellos vivieron de acuerdo a las leyes naturales y por siglos habitaron los Valles y Desiertos del Río Colorado, construyendo su identidad cultural, tradiciones y costumbres. De ellos hemos recibido esa rica herencia, ese importante legado.

 Más tarde, exploradores y evangelizadores españoles, por otra parte, dejaron su huella en estas latitudes, desde el Puerto de San Felipe de Jesús al Rancho de Los Algodones, pasando por Compuertas, tenemos la presencia de colonizadores mexicanos y extranjeros, intentando crear vida productiva en estos parajes inhóspitos, donde sólo una voluntad decidida y el esfuerzo cotidiano podrían ser garante para salir adelante y fincar las bases de nuevos asentamientos poblacionales.

Ya en los inicios del siglo XX, aparecen entonces los primeros empresarios interesados en invertir en tierras, minas, pesquerías, ranchos ganaderos y agrícolas.

Ingleses, franceses, españoles, norteamericanos, chinos, japoneses, hindúes, mexicanos de todas las regiones del país, llegan al Valle de Mexicali para iniciar negocios productivos en esta tierra de promisión. Todos ellos son atraídos a la frontera noroeste de México, a la vecindad con la poderosa California, con Arizona y Sonora, a las bondades del Río Colorado, el cual propicia el surgimiento de todo tipo de empresas y poblamientos.

A partir de la implementación de diversas políticas nacionalistas, los Valles y Desiertos del Río Colorado, reciben a una gran cantidad de compatriotas provenientes de toda la República Mexicana. Basta con revisar los nombres de las Colonias Agrícolas, de Ejidos, Ranchos y Poblados Pioneros ubicados en el Valle de Mexicali, para entender por qué Mexicali es un verdadero Crisol de Identidades, una fusión de espíritus emprendedores, que crearon vida civilizada donde antes sólo existían tierras inhóspitas, extensos desiertos, llanos donde la mirada se  perdía en el horizonte.

Mexicali, crisol de identidades, mosaico formado con mexicanos venidos de todos los puntos del país y de hombres llegados de muchos lugares del mundo, que en diferentes momentos de la historia, aportaron su ingenio, su inteligencia práctica, su vocación para el trabajo, sus deseos de sembrar una esperanza viva, ese espíritu de lucha que ha trascendido de generación en generación y que a todos sigue motivando pero, sobre todo ello, debemos subrayar el amor y la pasión con que fue realizada esa tarea,    propiciando con tales acciones un generoso sentido de comunidad, un diálogo permanente entre nosotros mismos, porque aquí precisamente comenzaron a nacer los hijos, y los nietos, y los bisnietos, y porque aquí en esta tierra, sencillamente, el destino fue construyendo su versión del paraíso, su sentido de la vida, su particular visión de futuro, su propio concepto del universo,  identidad y tradición en pleno movimiento, que entre todos hemos construido y consolidado para el bien de las presentes y futuras generaciones.  

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