Mitigación De Material Particulado

Introducción y generalidades

Partiremos de la base de que todas las Operaciones Mineras o de construcción en general presentan emisiones de material particulado con ocasión o a causa de sus procesos y actividades extractivas; la diferencia es que los impactos que se generen pueden alcanzar diferentes grados y por ende tener distintas significancias marcando la diferencia principalmente en aquellas acciones tomadas para minimizar o mitigar sus efectos a las personas y al medio ambiente.

Sin duda, la emisión inherente a la Construcción y Minería se genera de manera temporal, durante actividades que implican demolición masiva o puntual, movimientos de tierra (excavación y carga), transporte de materiales y residuos, y trabajos de corte y pulido, chancado, acopio, etc.

Es importante discriminar los efectos de las emisiones de material particulado dentro del área de faena/construcción como hacia las comunidades vecinas, porque las medidas de mitigación o control a desarrollar e implementar deben abordar ambas zonas y a diferentes escalas espaciales. No es lo mismo implementar medidas de mitigación para proteger a las personas que trabajan en las instalaciones de una Operación en particular, que implementar acciones a nivel de protección de una comunidad cercana o vecina a esta Operación.

Para determinar medidas de mitigación adecuadas a una u otra actividad y/o sector donde se encuentra el punto emisor, se deben considerar diferentes variables tales como:

• Condiciones geográficas de emplazamiento de los trabajos como de las comunidades potenciales a ser afectadas;

• Variabilidad climática diaria y estacional;

• Información de emisiones de material particulado,

• Información de macro topografía (relieves),

• Material a extraer o a utilizar y/o manipular, entre otras.

Dónde se presenta mayor suspensión material particulado

En diversas faenas o lugares de trabajo se pueden encontrar partículas que, al ser inhaladas, pueden llegar hasta el pulmón y ejercer un efecto tóxico. Un trabajador o una persona expuesta permanentemente a ambientes donde abunda el polvo tarde o temprano presentarán problemas de salud.

En el mundo de la Higiene Ocupacional se define como polvo respirable al que tiene un tamaño menor a 10 micrones -un micrón es la milésima parte de un milímetro- y en este rango se puede encontrar el polvo de sílice, el talco, la mica y el grafito. Se consideran también los humos -que son partículas con tamaños menores a un micrón- como los que se emiten en las tareas de soldaduras y las fundiciones.

Todas estas partículas al ser inhaladas pueden llegar hasta el pulmón donde ejercen un efecto tóxico sin embargo también existen partículas de tamaños mayores, como el polvo de madera que se genera en las tareas de corte o lijado, el polvo de la harina y el polvo de los granos que surge en la cosecha. Éstos afectan principalmente las vías respiratorias superiores de personas que trabajan en aserraderos, fábricas de muebles, molinos o panaderías.

En las labores mineras, en la industria del cemento y en la construcción se da principalmente el polvo de sílice. La silicosis es sólo una de las neumoconiosis -enfermedades pulmonares- que se presenta en los trabajadores de estos rubros y se produce por la inhalación de polvo con contenido de sílice cristalina. Al ser estas partículas más pequeñas que un grano de arena y a menudo invisibles, entran a los pulmones de las personas y producen inflamación y cicatrices en los tejidos.

Su progresión hace que la respiración sea difícil. Y cuando la silicosis empieza a desarrollarse, los pulmones se pueden infectar con hongos y bacterias. La silicosis, además, puede originar discapacidad permanente y pérdida de expectativa de la vida, y genera pérdidas en los sistemas previsionales debido al ausentismo por enfermedad, pérdida de días de trabajo, discapacidades, pago de subsidios y pérdida de mano de obra calificada.

Otra de las fibras cuyo uso se encuentra prohibido en estos momentos es el asbesto, ya que se considera un agente cancerígeno. El problema es que como se utilizó ampliamente en materiales de construcción, aislantes térmicos y en balatas de automóviles, los trabajadores que realizan demoliciones, que reparan vehículos antiguos o que hacen mantención de sistemas de calefacción instalados antes del año 2000

Otras de las áreas laborales donde se presentan problemas es en las fundiciones y donde se realizan tareas de soldadura. Esto, porque los trabajadores pueden estar expuestos a humos de metales como el fierro, el cromo y el plomo.

La ley obliga a las empresas a informar a sus trabajadores de los riesgos que tiene la exposición; es decir, la inhalación de polvos peligrosos. Además, si la concentración ambiental de estos polvos en el ambiente de trabajo supera los límites permisibles que establece el Decreto Supremo N° 594/1999, la compañía está obligada a controlar esta contaminación mediante sistemas de ventilación que extraigan el polvo o humo y lo depositen en un filtro para evitar se contamine la atmósfera.

Medidas para Mitigar emisiones

Algunas de las medidas utilizadas en la construcción para mitigar la emisión material particulado son:

• Usar mallas protectoras, tanto en el perímetro de la obra como en fachadas y vanos, evitando emisiones hacia el entorno.

• Cubrir acopios de material granular con lonas de plástico o textil hasta su retiro y minimizar la permanencia de éstos en la obra.

• Cubrir tolva de camiones durante el transporte de materiales o escombros,

• Restringir la velocidad de circulación de vehículos al interior de la obra/Faena,

• Humedecer caminos no pavimentados y residuos evacuados desde altura,

• Realizar faenas de corte o pulido en recintos cerrados y utilizar en el caso de corte de ladrillos baldosas o similares, cortadoras que incorporen agua o dispositivos de almacenamiento de polvo.

• Realizar mantención preventiva de los equipos, maquinarias y vehículos, y mantener los protocolos de aseo interno de la obra y de áreas públicas como veredas y jardines.

¿Qué dice la norma?

Dependiendo de la dimensión, la normativa vigente regula la emisión anual y diaria de partículas de tamaño igual o menor a 10 micras, que son comunes en operaciones relacionadas a la construcción/Minería. Con el D.S. Nº 59/98 (Modificado por D.S Nº45/01), la Secretaría General de la Presidencia se establece la norma de calidad primaria para material particulado respirable MP10, en especial, de los valores que definen situaciones de emergencia. Desde el 1 de enero de 2012 entró en vigencia el Decreto Supremo Nº 12/2011 del Ministerio de Medio Ambiente, que establece la norma primaria de calidad ambiental para material particulado fino respirable MP2,5.

Esta última normativa establece mayores exigencias para la fracción de partículas de tamaño igual o menor a 2,5 micras, producidas principalmente por procesos de combustión de combustibles fósiles, condensación de gases y compuestos orgánicos volátiles, entre otros. Ambas regulaciones tienen por objeto mejorar los estándares generales de calidad de aire por emisiones de material particulado y, en consecuencia, minimizar los daños a la salud de las personas que puedan causar, con un nivel de riesgo aceptable.

Nuevas tecnologías

En el ámbito de la mitigación de material particulado existen tecnologías que contribuyen a controlar y minimizar las emisiones en las obras/faenas. Éstas se han desarrollado principalmente en el ámbito de las maquinarias y equipos generadores de gases de combustión, los cuales han mejorado su eficiencia, por ejemplo con la incorporación tecnología diésel EURO 5 en equipos diésel, los que mediante la incorporación de un filtro especial “limpia” las emisiones (gases) que se envían al ambiente logrando disminuir la contaminación en un 80%, considerando el uso de petróleo diésel más limpio (15 ppm de azufre) (El utilizado bajo norma Euro 4 contiene 50 ppm de azufre),

La mayor o menor emisión de gases de combustión por vehículos en obra dependerá, entre otros, de la eficiencia que tenga la combustión en el motor lo que está íntimamente relacionado con una mantención y conducción adecuada.

Por otro lado a estas alturas del avance en tecnología, en el mercado hay disponibilidad de una gran variedad de herramientas y equipos que utilizan filtros, dispositivos de almacenamiento de polvo y/o que incorporan agua para minimizar las emisiones, como también equipos de monitoreo que permiten realizar un control permanente de las emisiones de material particulado en suspensión, que puede encontrarse presente en una obra.

En este sentido la innovación además de desarrollarse en maquinarias y equipos para el control del material particulado, también ha evolucionado en cuanto a herramientas y equipos de protección personal para prevenir la inhalación de emisiones.

Algunos ejemplos de productos o servicios disponibles:

Solución efectiva para el control de polvo en faenas

Hoy en Chile, más de 7.000 km de caminos y 10.000.000 m2 en faenas están libres de polvo gracias a una serie de productos y servicios que utilizan como base la bischofita. Es una solución económica, natural y de calidad para la estabilización y control de polvo, tanto en caminos como en depósitos o acopios industriales.

La Bischofita es una sal de magnesio, se obtiene de salares como producto de sucesivas evaporaciones de lagos prehistóricos. El salar de Atacama es rico en bischofita y es explotado por empresas

...