Necesidad de la orientación escolar.

Necesidad de la orientación escolar.

Son múltiples las razones por las cuales se hace necesaria la orientación escolar, volviéndose hoy la misma un órgano indispensable en todas las escuelas. Todas las razones se pueden reducir a una sola, el abandono al cual se vio relegado el educando con el advenimiento de la sociedad industrial y que está provocando aceleradas transformaciones sociales, principalmente en el campo de los valores normativos de la vida particular y social.

Las justificaciones de la necesidad de la orientación escolar se expresan así más explícitamente.

1. Complejidad creciente de la vida familiar, escolar y social, que reclaman auxilio para el educando, que naturalmente se confunde y se desorienta en medio de ese torbellino de situaciones inestables y capaces de marginarlo en el contexto vivo de la realidad humana y social.  

1. Alto incremento de la asistencia escolar, que hace desaparecer esa “comunidad de educandos” por todos conocida. Así el educando se siente reducido a un número y, despersonalizado, no es visto ni mucho menos sentido como persona…

1. Los educandos notables o no notables (la mayoría), debido a la complejidad de la vida social en todos sus aspectos, necesitan ser asistidos, estimulados y atendidos en sus peculiaridades, tratando de obtener la plena realización de sus personalidades y un más eficiente ajuste en la sociedad.

1. Uno de los más grandes, sino el mayor deber de la escuela, es conocer adecuadamente a cada uno de sus educandos, con el fin de formarlos mejor y poder adaptarlos a la vida escolar, familiar y social. Ello es prácticamente imposible de realizar solamente con las actividades de la clase, a través de las áreas de estudios o disciplinas.

1. Continuando el ítem anterior, la escuela tiene el deber de acompañar y favorecer el normal desarrollo, en todos sus aspectos, de las criaturas que le son confiadas para su educación. Este deber se vuelve difícil de cumplir si la escuela se limita solamente a las actividades de la clase, expresadas anteriormente.

1. El educando, de una manera general, se siente perdido en el complejo de un ambiente escolar hipertrofiado; de allí la necesidad de hacer valer sus derechos de persona, salvando a ésta del anonimato a que lo condena la escuela.

1. El educando, por otra parte, se siente “muy cómodo”, debido a la disminución del control social, con lo cual se ayuda a disminuir su eficiencia en cualquier trabajo organizado y de aspecto social, como es el caso de las actividades escolares, tornándose difícil la estructuración del comportamiento social responsable. Por eso es necesario un organismo que trate de hacerle tomar conciencia con respecto a la realidad de su vida personal y social.

1. La exigencia apremiante y creciente de una definición en el campo de la profesionalización, que se vuelve crítica en el pasaje en la escuela, es también una exigencia que reclama un organismo escolar que ayude al educando a “ver mejor en el enmarañado campo vocacional”, y aun cuando no continúe los estudios, las preguntas: ¿En qué trabajar? ¿Cómo ayudar en casa? ¿Qué debo o qué puedo hacer? ¿Qué debo o qué puedo estudiar? o aun ¿Cómo y dónde podré estudiar?

1. La creciente complejidad de la cultura y de la misma escuela (que ha crecido de manera impresionante) exige que se haga algo para orientar al educando, para que él actualice sus aptitudes y que, como dice Spranger, desarrolle su personalidad sobre la base de una “comprensión elevada” para ayudarlo a transformarse en hombre.            

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