Nicolás Maquiavelo al magnífico Lorenzo de Médicis
marzariz15Ensayo9 de Febrero de 2015
858 Palabras (4 Páginas)532 Visitas
La Italia en época del renacimiento fue concebida por la inmensa península a finales del siglo XV al extinguirse el imperio de occidente bajo los bárbaros. Esto no sólo trajo consigo la desmembración del país, sino que fue un detonante de de guerras, que años más tarde se pactaría la paz de Lodi, que duro 40 años y sirvió para detener tanta sangre. Esto hizo posible que al término del “cuatroccento” se produjera el renacimiento y con ello la herencia del pensamiento italiano, con el cual surge el nombre del filoso Nicolás Maquiavelo.
En su juventud Maquiavelo presencio el poder del dinero y la política y posteriormente la presencia del poder de Dios; a los veintinueve años de edad es nombrado secretario de a segunda cancillería de la república de Florencia, en este cargo permaneció hasta que fue destituido con el regreso de los Médici, con la pérdida de su puesto público, obtuvo tiempo libre para dedicarse a pensar y escribir. En la soledad de la noche Maquiavelo se instruye y combina su experiencia política con la sabiduría de los grandes hombres de Roma, y así nace El Príncipe; el cual se lo dedica a un príncipe nuevo (Lorenzo de Médicis).
El propósito de la obra es investigar lo que es un principiado, de cuántas clases los hay, cómo se adquieren, cómo se conserva y cómo se pierden. En resumen es una teoría de cómo obtener el poder, defenderlo y mantenerlo.
Para que un principiado funcione necesita de “buenas leyes y buenas armas”. No puede haber leyes donde falte la fuerza de las armas.
Los principiados nuevos se pueden conseguir de 2 maneras con virtud o con fortuna, la primera consiste en el coraje y la fuerza de las armas, y la segunda se consigue con fuerzas ajenas que ayudan a conseguirlo. Maquiavelo nos dice que el príncipe debe tener 2 temores, temor por sus enemigos internos y por sus vecinos, por tanto es mejor que el príncipe sea temido que amado.
Nicolás Maquiavelo al magnífico Lorenzo de Médicis.
Decía Maquiavelo que para conocer bien la naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe y para conocer a los príncipes hay que pertenecer al pueblo
Existen distintas clases de principiados, los hereditarios o los nuevos el cual nos refiere que es más fácil permanecer en un hereditario que en uno nuevo.
Para gobernar un Estado que antes de ser adquirido se regía por propias sus leyes, primero hay que destruirlo; después radicarse en él; y por último, dejarlo regir por sus
Leyes.
Hay varias formas de adquirir un principiado, a través armas y fortuna de otros, otros que llegaron mediante crímenes y violencia, y otros gracias al favor de sus compatriotas.
Una vez adquirido el principiado, hay muchos aspectos a reflexionar según Maquiavelo; evitar ser odiado y despreciado, logrado esto habrá cumplido con su deber, ahora bien nunca un príncipe nuevo debe desarmar a sus súbditos; por el contrario debe armarlos cuando los encuentre desarmados. De este modo, las armas del pueblo se convertirán en las del príncipe.
Como debe comportarse un príncipe para ser estimado, debe ser capaz de ser amigo o enemigo franco, sin temor de ninguna índole, declararse abiertamente a favor de uno y en contra de otro. El abrazar un partido es siempre más conveniente que el permanecer neutral.
La primera opinión que se tiene del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean; y que para conocer a un ministro, hay un modo que nunca falla, si se ve que el ministro piensa más en el que en el príncipe, y que solo busca su provecho, estamos en presencia de un ministro que nunca será bueno.
Por lo tanto un príncipe para mantener la fidelidad de sus hombres debe pensar en ellos. Debe honrarlos, enriquecerlos y colmarlos de cargos, de manera que comprenda que no puede estar sin ellos.
Un príncipe debe pedir consejos siempre, pero solo cuando
...