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Enviado por   •  14 de Julio de 2013  •  7.634 Palabras (31 Páginas)  •  315 Visitas

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La Pena de Muerte

La pena de muerte (“pena” viene del latín “poena”, que significa “castigo”) ha acompañado al ser humano desde siempre. El termino o concepto ya era conocido y además aplicado por los pueblos antiguos en diversas culturas del mundo, con la finalidad de “castigar a aquel que hubiese cometido pena o falta” contra la sociedad o el Estado.

Antes se les acusaba (dependiendo de la época) de “haber cometido traición al Emperador o al Rey”, que eran los que simbolizaban el poder total y absoluto del Estado, es decir, ellos eran el Estado en sí mismos.

Los antiguos mexicanos antes de la conquista, ya aplicaban esta medida de corrección, por lo que el crimen y los delitos eran pocos.

Con la aplicación de la pena capital, como también se le conoce, los Estados, han perseguido controlar o evitar los crímenes o delitos capitales que pudieran ser cometidos contra la sociedad y que al vulnerarla, vulneran al mismo Estado y con ello se rompen esas “reglas” o leyes, que le permiten a los ciudadanos de cualquier parte del mundo y en cualquier época de la historia de la humanidad, convivir de manera armoniosa dentro de un Estado de derecho.

La historia misma nos relata que este castigo fue apoyado por grandes pensadores como Platón, Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Rousseau, Kant y Hegel, por tan sólo mencionar algunos nombres de relevancia para la historia del hombre.

Platón consideraba que “el delincuente es un ser incorregible por tratarse de un enfermo anímico incurable y que por lo mismo constituye el germen de perturbaciones y aberraciones de otros hombres, por tal razón para esta especie de hombres, la vida no es una situación ideal y la muerte es el recurso que existe para solucionar socialmente el problema”, hasta aquí la cita del filósofo griego.

No olvidemos que los griegos consideraban la muerte como un beneficio para el mismo infractor: "...y que reserve el último, de tal forma que nadie muera, sino aquel cuya muerte es para él mismo un beneficio": Séneca.

Actualmente los delitos que se castigan con la pena capital son por asesinato, espionaje, traición, delitos sexuales (adulterio o sodomía).

Por ejemplo en China, se aplica en el caso de tráfico de personas o en aquellos que hayan cometido corrupción política.

Debemos destacar que actualmente se aplica esta pena en aproximadamente 60 países en todo el mundo, entre los que se cuentan: Estados Unidos, Cuba, Guatemala, Jamaica, China, Japón, Corea del Norte, República Democrática del Congo, Viet Nam, Afganistán, Irán, Bangladesh, Egipto, Nigeria, Libia, Emiratos Árabes Unidos e India, por destacar solamente algunos.

México en los últimos años se ha visto inmerso en una discusión que tiene que ver con la conveniencia o no, con la necesidad o no, de instaurar la pena de muerte.

Este ha resultado un tema polémico para la sociedad mexicana en su conjunto, lo que ha llevado a grupos políticos, sociales y académicos, a desarrollar una larga y controvertida discusión al respecto. Sobre todo a partir de los últimos cinco años, cuando el gobierno del Presidente Felipe Calderón, decidió declararle la “guerra” al crimen organizado. De entre estos grupos se incluyen aquellos que se “dedican” a secuestrar personas y que en caso de que no les sea “pagado” un rescate por las víctimas, los secuestradores asesinan o mutilan a sus víctimas. Estamos hablando de los delitos calificados como graves y contemplan el homicidio calificado y el secuestro. La pena de muerte es un tema en el que los mexicanos aún no se ponen de acuerdo.

Sin embargo, la discusión en torno a este tema no resulta nuevo en ese país, ya que desde el Constituyen de 1917 se ha venido tratando.

Es importante subrayar que a pesar de la discusión que el tema ha desatado, las percepciones respecto a él, siguen siendo encontradas. Mientras unos están a favor de que la pena de muerte sea instaurada en ese país, principalmente contra aquellos delincuentes que asesinan a sus víctimas con alevosía, premeditación y ventaja; otros aducen, que el condenar a la pena capital este tipo de delincuentes, resulta una violación a sus derechos humanos. Y además también existen grupos dentro de la misma sociedad mexicana que argumentan cuestiones que tiene que ver, incluso, con temas religiosos, como aquel de que: “La vida la da Dios y sólo él la quita”.

Es digno de destacar que según la Segunda Encuesta Nacional de Cultura Constitucional, realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México, los resultados fueron reveladores y dignos de reflexión, luego de que la mayoría de jóvenes de entre 15 y 19 años, que fueron encuestados, coincidieron en aprobar la pena de muerte y tortura contra integrantes del crimen organizado.

La posición de los jóvenes no tiene nada que ver con su cultura o su educación, sino con su entorno, ya que rechazan las actividades criminales, porque éstas no les permiten realizar sus tareas cotidianas como el asistir a la escuela, practicar deporte o asistir al cine, por temor a ser asaltados.

Como sea, lo cierto es que en años pasados han existido actores dentro de la vida política en México, que han presentado propuestas sobre la imposición de la pena de muerte en México, entre ellas se destacan principalmente dos.

Dichas propuestas buscan ofrecer a la ciudadanía y a sus familias, una solución a fondo y no sólo discursos ante hechos preocupantes como la inseguridad que miles de familias mexicanas han venido experimentando.

Además, demandan el castigo de pena de muerte únicamente a los secuestradores, modificando la Constitución mexicana en su artículo 22 y el artículo 50 de la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal para que el delito de privación ilegal de la libertad fuera de competencia federal, y proponía además, reformar la Ley Orgánica del Congreso para crear una comisión ordinaria que se ocupara de los asuntos propios de la problemática del secuestro.

La semana pasada con motivo de la exposición del primer ministro en el congreso hubieron muchas marchas y manifestaciones una de ellas fueron unas madres de familia que pedían la pena de muerte a los violadores.

La pregunta es : ¿La pena de muerte realmente exhortará al violador de no cometer el delito?. Si quisiéramos sólo ajusticiar al autor de la violación entonces bastaría con

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