OBRA De Teatro ¿quién Vale Mas?

¿QUIÉN VALE MÁS?

Autor: Efraín Enríquez Morales

PERSONAJES: CONSTANCIO

LUPITA

PANCHITA

LEOPOLDO

TOMASA

PRESENTADORA

Se inicia la obra con una introducción

PRESENTADORA:

Quien vale mas? Tu, yo, este aquel, aquella.

Quien vale mas?, tu hombre con todas las oportunidades de sexo que la vida te ha dado sin luchar o tu mujer con tus oportunidades limitadas por un mundo hecho por hombres.

Quién vale más?

Que difícil es la lucha, cuando se nace en circunstancias tan desiguales.

En esta carrera por la vida, las mujeres la empezamos 9 meses antes, desde que nos conciben, ya nos están limitando, simplemente con desear que nazca un hombre, en vez de una mujer.

Esto es una imagen de nuestro México que no cambiará, sino se hace conciencia de que hay las mismas oportunidades para ti, para ella, para aquella y para la que barre en la casa, para aquella que se prostituye para dar de comer a sus hijos, para aquella que vende en una banqueta, para la que lava ajeno para mandar a la escuela a sus hijos, para la que quiere un lugar en la política, o simplemente para la mujer que quiere ser tratada como un ser humano.

El camino hacia la igualdad se hace demasiado lento, por que para ti hombre, pesa mucho el miedo al que dirán, no asimilas la presencia progresiva de la mujer en espacios que tradicionalmente eran ocupados por ti y porque te resistes a una familia democrática con igualdad de oportunidades Y tu mujer lucha por tu igualdad con respeto y dignidad, tu que estás en un despacho, en una fabrica en la escuela, en el taller y principalmente en la casa que es ahí donde empieza la igualdad.

Al margen de la función biológica, diferencias ideológicas y de gustos y colores: Todos somos iguales y todos somos hermanos, y no se justifica la creación de instituciones que haga diferencias y promuevan desigualdades.

( Aparece haciendo el quehacer en una cocina)

Lupita: ¡Hay que cansada estoy, parece que este tercer embarazo ha sido más difícil, ya son 8 meses y ya no aguanto los pies!

Panchita. (Entrando a la casa). ¡Buenas tardes Lupita!, ¿qué te pasa?, te ves muy cansada.

Lupita: Sí, panchita, ya no aguanto esta barriga, y todavía me queda 1 mes pa’ aliviarme.

Panchita: Luego se pasa, ya verás que cuando menos pienses ya vas a tener a tu chamaco en los brazos...

Lupita: Dios te oiga y sea chamaco, porque Constancio ya me la sentenció, que si tengo otra niña, me deja, él sueña con un varoncito, dice que las mujeres solo dan mortificaciones.

Panchita: ¡Pero qué ignorancia del hombre!, ¿cómo es posible que a estas alturas se piense así?

Lupita. Si supieras como se expresa, él dice que si tengo otra alcancía, se va de la casa y va a buscar a otra mujer que sí sepa hacer hombrecitos y todo eso me tiene con el Jesús en la boca.

Panchita: ¡Pero como lupita!, ¿cómo es posible que Constancio diga eso?, si tan hijos son las mujeres como los hombres. Y además son los hombres los responsables de que una para chamacos o mujercitas, bueno eso los explicaron en la tele.

Lupita: Si yo se lo digo, pero no te imaginas la ignorancia de Constancio, dice que las mujeres son como las perras que sólo sirven para andar de alborotadas, pariendo y pariendo. Y dice: ¿qué no te das cuenta, que cuando paren las perras, las primeras que regalan o tiran son las perritas, y los machitos son los que primero escogen?... y así piensa de las mujeres.

Panchita: No comadre, si mi viejo pensara así yo lo mando mucho a la tiznada, pero no; mi Leopoldo es un alma de Dios y él siempre decía: “que importa lo que venga, nomás que venga sanito y enterito”. Ya vez que las primeras tres fueron niñas y el último fue varoncito y él los quiere por igual, no hace distinción, es más; él es más apegado con las niñas, pues ya vez que las mujercitas son más lambisconas con el papá.

Lupita: Pues no se, yo con él no quiero ni platicar de eso, porque luego empiezan las amenazas, nomás pares una vieja… te dejo y hay te la hechas, haber cómo mantienes a esa bola de viejas. y ¿qué voy hacer, sola y con tres bocas que mantener?. Se me cierra el mundo.

Panchita: No te preocupes, ya verás que tienes un varoncito y todo va a ser dicha y felicidad.

Lupita: Qué Dios te oiga, y fíjate que lo presiento, pues este embarazo ha sido muy diferente, la panza me ha crecido más, se mueve más que las otras niñas y dicen que los varoncitos son más inquietos.

Panchita: Ya verás que sí. Pero ya me voy, ya se me hizo tarde en la plática y a lo mejor ya llegó Leopoldo y no tengo nada preparado para la cena, aunque las lepas ya le han de haber preparado algo para que cene, si lo tienen chipilón, hay veces que me pongo hasta celosa, vas a creer. Bueno Lupita no te preocupes, hay mañana vuelvo para ver cómo te sientes, descansa y mete esos pies en agua calientita con sal, para que se te desinflamen.

Lupita: Está bien panchita, gracias por venir y ya sabes, tú chitún de lo que platicamos. Si Constancio se entera me pone como palo de gallinero.

Panchita: No te preocupes, pero ya te dejo, adiós

Constancio: (Entra a la casa enojado por la visita de Panchita) que hacia esa vieja mitotera, sólo se la lleva metiéndote ideas en la cabeza, a atender al marido se debería de dedicar, no que hay anda el mandilón del Leopoldo jugando en la plaza con las lepas en vez de que ella se dedique a atenderlas.

Lupita: Hay Constancio, es que le ayuda mucho a la panchita,

Constancio: Que ayudarle ni que nada, las mujeres son para las labores de la casa y atender a sus maridos y los hombres para mantenerlas y ser atendidos. No, no, no; a mi no me la pega, para mí es que la panchita ya se le subió al cogote a Leopoldo y ahora ya no sabe ni cómo quitársela.

Lupita: Constancio,

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