ORIGEN Y ESCUELAS DE LA HACIENDA PUBLICA

ORIGEN, ESCUELAS Y EVOLUCIÓN DE LA HACIENDA PÚBLICA

LEONARDO REINES

HACIENDA PÚBLICA

SANTA MARTA - COLOMBIA

2.012

INTRODUCCION

Desde el principio de su existencia, el hombre ha tenido la necesidad convivir en comunidad, para poder garantizar su existencia y satisfacer sus necesidades primordiales; las cuales fueron de índole colectivo, pero estas necesidades requieren de una inversión y de un gasto para poder ser alcanzadas, y es precisamente ahí donde la Hacienda Pública encuentra su papel más determinante, ya que esta ciencia tiene por objeto primordial el estudio del sector público, como perceptor de los recursos fiscales y como inversor del Patrimonio Público.

Para poder entender el funcionamiento de la economía fiscal, en cuanto a recaudo e inversión, es preciso conocer el origen y evolución de la hacienda pública, sin dejar de lado para ello el estudio de los distintos enfoques doctrinales asumidos por las principales escuelas hacendísticas a lo largo de la historia de la humanidad.

OBJETIVOS

OBJETIVOS GENERALES

Estudiar y comprender el origen de la hacienda pública.

Entender y distinguir las doctrinas de las escuelas de la hacienda pública.

Comprender la evolución de la hacienda pública desde sus orígenes hasta los tiempos contemporáneos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

o Conocer el origen de la hacienda pública como ciencia.

o Conocer las diversas escuelas de la hacienda pública y sus principales representantes.

o Conocer cómo ha evolucionado la hacienda a lo largo de la historia.

JUSTIFICACIÓN

La elaboración de este trabajo encuentra su justificación en la importancia de conocer el comienzo de la hacienda pública como parte del diario vivir del ser humano, debido a que al finalizarlo poseeré los conocimientos suficientes sobre los orígenes, evolución y escuelas dedicadas a la hacienda pública. Obteniendo así, herramientas intelectuales precisas, que me permitirán concretar los objetivos trazados con el presente trabajo y aprobar satisfactoriamente la asignatura.

ORIGENES DE LA HACIENDA PÚBLICA

La denominación de Hacienda Pública tiene su origen en la escuela italiana de estudios de las finanzas públicas, mientras que en el ámbito anglosajón se prefiere las otras denominaciones Economía del Sector Público o Economía Pública. A continuación estudiaremos el origen de la hacienda pública en las antiguas civilizaciones en orden de surgimiento.

 Mesopotamia.

El país situado entre el Tigris y el Éufrates era ya en el cuarto milenio a. De J.C. asiento de una próspera civilización. El rey Hammurabi, promulgó un código con su nombre aproximadamente en el año 1700 a. de J.C., este fue recibido de manos del Dios sol, y en el se contenían las leyes penales, civiles y de comercio. Así mismo regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, depósito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil.

En el código estaban cuidadosamente estipulados la forma de estipular, recaudar e invertir los impuestos, la propia organización del Estado, así como los privilegios con los que contaban los recaudadores de impuestos que cumplían fielmente su deber.

 Egipto.

Si importante fue la tributación entre pueblos de Mesopotamia, aún más necesario fue su uso en una sociedad tan rígidamente centralizada como la del Egipto faraónico. El instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la escritura era el papiro. Se han conservado hasta hoy día, ejemplares de libros financieros auxiliares y definitivos, así como de balances periódicos en los que constan el cobro de impuestos y tributos.

Los egipcios poseían verdaderos sistemas contables, que resultaban ser muy precisos para determinar el porcentaje de impuesto aplicado a cada contribuyente, hecho que lograban por razón del registro de toda la población mediante la utilización del censo.

El cargo más importante que existía en Egipto materia de hacienda pública era el visir, quien era designado por el faraón, su único superior, el visir se encargaba de conducir la administración central, era como un vice-faraón, contaba con un consejo integrado por diez jefes de misión, y elegía a los nomarcas, que eran los encargados del cobro de impuestos y de la administración provincial en los territorios más alejados.

 Grecia.

En la Grecia antigua, los impuestos se recaudaban anualmente y estaban destinados para la construcción de navíos y equipar a los ejércitos, esto debido a que todos los demás trabajos públicos eran honoríficos, y no recibían paga, prácticamente el sostenimiento del cargo dependía de la riqueza privada del empleado.

Fue hasta el periodo conocido como la edad de oro, o siglo de Pericles, en que se comenzó a invertir los impuestos en destinos distintos a la milicia, sino que se realizarían obras y edificios públicos, por lo que se crearon cargos públicos para el manejo de la hacienda pública, así como nuevos impuestos, los cuales se recaudaban en los templos, y eran movilizados mediante préstamos al estado o a particulares.

Atenas poseía en el siglo IV a. De J.C. un Tribunal de Cuentas, formado por diez miembros, que tenían la función de contadores del tesoro público, y estaban encargados de fiscalizar la hacienda del Estado, sobre todo en lo referente a la recaudación de tributos.

 Roma.

El códex escrito por Justiniano se concentró en reformar la administración central con el propósito de lograr la unidad legislativa del Imperio, y conseguir el mejoramiento de la situación de la hacienda pública, el recaudo de impuestos y la organización civil y militar.

Todas las ciudades y territorios conquistados debían pagar un impuesto, en dinero o con cosechas, pero después se creó un impuesto per cápita que recaía sobre las personas, pero los altos gastos militares exigieron la creación de nuevos impuestos, por lo que se generaron impuesto por mercaderías, venta de esclavos, sucesiones y trámites públicos.

Fue tal la necesidad de controlar el recaudo de los impuestos, que su no pago constituía delito contra el emperador. Los tribunos poseían la facultad de interrogar en la plaza pública a familias enteras para que declararan sus bienes, e incluso podía torturarlos para obtener la verdad de los tributos.

ESCUELAS DE LA HACIENDA PÚBLICA

En el estudio de la hacienda pública se reconocen tres escuelas o corrientes:

 Los Cameralistas:

Esta escuela económica tuvo sus comienzos durante los siglos XVI y XVII, surgiendo como consecuencia del desarrollo del Estado moderno especialmente en Francia y Alemania; se dice que su nombre fue adoptado en representación de la cámara real, que antiguamente era el lugar donde se depositaban los tesoros del reino.

Los postulados ideológicos de la escuela cameralistas se conciben como de raigambre intervencionista, debido a que su postura daba amplia cabida a la deuda pública, argumentando que cuando los ingresos no resultaban ser suficientes para costear o cubrir los gastos y erogaciones públicas en su totalidad el príncipe tenía la facultad exclusiva de endeudar la administración o el sector público, con la posibilidad de obtener beneficios personales por tal diligencia, así como de los impuestos que se recauden.

 Los Fisiócratas:

Fue una línea de pensamiento francés, cuya escuela aseveraba la existencia de un orden natural, profesaba su línea de pensamiento promueve en que hay que dejar que las fuerzas naturales y el mercado actúen por sí solos, ya que estos de manera natural alcanzarán el equilibrio.

Su más desatacado exponente fue François Quesnay, quien planteó las interrelaciones entre los distintos sectores o actividades, dentro de un sistema económico. Se afirma que instituyeron una verdadera escuela de análisis económico, por que elaboraron la primera interpretación global de la economía; postularon la eliminación de las restricciones de carácter feudal que predominaban en las relaciones económicas, proponiendo que el Estado se limitara a una intervención mínima y a la garantía de las libertades económicas, exponía que el sector agrícola tenía que protegerse especialmente puesto que es el más productivo.

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 La Escuela clásica:

En 1776 con la publicación del libro “la riqueza de las naciones” del autor Adam Smith se da inicio a esta línea de pensamiento.

El autor desarrolla como idea central el hecho de que la codicia en determinadas circunstancias actúa como un incentivo que favorece la mejora del bienestar colectivo. Es la idea de la “mano invisible”, una fuerza ciega que incrementa la riqueza y equilibra la economía, esta idea se formulo así: el ánimo de lucro induce, en condiciones de libertad, a producir

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