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Organización social de los aztecas


Enviado por   •  30 de Octubre de 2014  •  Ensayos  •  1.574 Palabras (7 Páginas)  •  240 Visitas

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Resumen

Organización social de los aztecas

Contrariamente a lo que se ha creído, el pueblo azteca no era un imperio en toda la extensión de la palabra. Cierto, nadie podía desobedecer una orden del Gran Orador o Huey Tlatoani, nombre correcto del emperador Azteca.

El hijo del Gran Orador no siempre fue el heredero. Era un Consejo de Sabios – muy similar al Senado Romano – el que decidía de manera democrática quien sería el próximo gobernante principal del Gran Templo.

Una vez electo el Gran Orado, era obedecido en todo, debido a que era el representante en la Tierra del dios Huitzilipochtli. El Gran Orador era, además del jefe del gobierno, el sacerdote principal del Gran Templo.

El corazón del imperio Mexica fue el calpulli. Allí antes de que existiera el imperio, ya existía el calpulli. Este se formaba generalmente por parientes o personas con la misma profesión, de esta forma, existían calpullis de sacerdotes, guerreros águilas, guerreros ocelotes, carpinteros, alfareros, etc. Cada calpullis era una forma de gobierno autónoma, con su propio Orador o gobernante, el cual era elegido por los más ancianos moradores del calpulli. Cada calpulli tenía su propia escuela, su propia templo, a veces era importante, tenía su propia guarnición.

En la sociedad azteca no había clases cerradas. Cualquiera podía llegar a ser miembros del Consejo de Sabios. Sin embargo, solo los nobles podían ser Grandes Oradores.

Una costumbre azteca consistía en que el Gran Orador, una vez elegido, dejaba de ser un humano, para convertirse en un dios. De hecho, cada Gran Oradora azteca era adorado en el Templo Mayor.

El protocolo azteca exigía que nadie podía ver directamente al emperador, ni hablarle o escucharle. Por eso, existía el portavoz, era el que transmitía lo dicho por su señor a los lacayos y los que le respondían al emperador. Pero, en casos graves, el rey hablaba de manera directa con su consejo.

Organización Social de los mayas

La sociedad en este periodo es todavía de carácter tribal, es decir, grupos de familias relacionadas por parentesco, que comparten una cultura, un lenguaje y un territorio.

A medida que la agricultura se hace más compleja, creándose sistemas de riego e incluyendo el cultivo de productos comerciales, como el cacao y el algodón, aumenta la población y empiezan a surgir centros ceremoniales, así mismo se consolida la jerarquización de las clases sociales, que resulta de la división del trabajo.

En los centros ceremoniales y ciudades, que se multiplican durante la época clásica y cuyo gobierno fue de tipo teocrático, habitaba la clase dirigente, ocupada en funciones intelectuales, como la planeación socioeconómica, la proyección de obras públicas, la organización política, la creación de conocimientos científicos (matemáticas, astronomía, cronología, medicina) y la conservación, por medio de una desarrollada escritura, de la historia de los linajes gobernantes. Los especialistas (constructores, artistas y artesanos), así como los sirvientes, residían también en las ciudades, mientras que los campesinos, habitaban cerca de las siembras. También se realizó comercio a gran escala, constituyéndose los comerciantes en otro grupo social.

A pesar de todos los cambios ocurridos a finales del período clásico y en el postclásico, entre los que destacan el predominio de intereses pragmáticos y militaristas, la jerarquización social se mantiene firme; el único cambio parece haber sido la división de poder supremo en político religioso, que antes estuvieron concentrados en una sola persona. Según las fuentes, el estrato más alto estaba constituido por los nobles o hidalgos, llamados almehenoob por los mayas yucatecos, la gente de linaje ilustre, los destinados por decreto divino a gobernar sobre los demás, ya fuera con el poder político, con el poder religioso o con la fuerza de las armas. Así gobernantes (encabezados por el Halach unic, "Hombre verdadero"), sacerdote,(una jerarquía en cuya cúspide estaba el Ahau can, "Señor serpiente"), jefes guerreros y quizá los comerciantes, que tenían ciertas funciones políticas, pertenecían a esta clase privilegiada.

Bajo ellos, estaba el pueblo, los hombres sin grandeza o ah chembal uinicoob, "hombres inferiores", quienes se dedicaban a la construcción, a las artes, artesanías y a labrar la tierra. También existieron esclavos (pentacoob), que eran delincuentes, prisioneros de guerra, huérfanos e hijos de esclavos; pero ellos no fueron numerosos ni jugaron un papel importante en la sociedad.

Organización Social de los incas

El ayllu era la célula social de los incas, como fueron los calpulli en los Aztecas. Estaba formado por familias que se creían emparentadas por un antepasado común y tenían una propiedad territorial común que el estado les otorgaba. El nombre ayllu se refiere al grupo de familias y al territorio que poseía. Los componentes de un ayllu vivían todos juntos, constituyendo una aldea, o bien un barrio propio dentro de una misma ciudad.

Una región donde se agrupaban varios ayllus formaba un gran grupo al; cual se lo denominaba saya, y dos o tres sayas constituían una provincia con su propia capital.

Las provincias formaban a su vez “cuatro cuartos” en los que se dividía el Imperio.

La organización familiar y social era puramente patriarcal, la herencia pertenecía al hijo mayor de la coya (primera esposa). A estos matrimonios dentro de la misma familia o tribu se le llama endogamocos y los que se efectúan con mujeres de distintas familias exogamicos. El matrimonio no tenia carácter religioso, sino que era regulado por el Estado.

En un día especial del año se reunían en las plazas de las ciudades o pueblos los hombres y mujeres que estaban en edad de contraer matrimonio; el Inca en la corte y en los demás sitios los curacas o cacique de las naciones conquistadas, hacían que se diesen las manos los pretendientes y los declaraba marido y mujer. El exceso de matrimonios endogáicos se atribuye a la degeneración de esta raza.

Los hijos de la familia real eran confinados a los amautas o maestros de la ciencia que los instruían en cuestiones militares y religiosas, las leyes del Imperio y en la interpretación de los quipus.

Nada de esto hacían con los hijos del pueblo, que del ayllu pasaban al dominio del estado, para que los dedicara al oficio en el que tuvieran especial aptitud.

El emperador estaba tan por encima de la gente común que ninguna mujer del pueblo merecía convertirse en su esposa. Esto condujo a la costumbre de que se casara con su propia hermana, quien recibía el nombre de coya. El monarca tenia el derecho de elegir a su heredero. Su elección recaía gralmente. en alguno de los hijos de la coya, pero no era necesario que sea el mayor sino él más hábil.

El soberano tenia derecha a elegir otras esposas entre las muchachas más bellas del pueblo; estas mujeres podrían llamarse “esposas secundarias”.

El monarca visitaba todos los puntos de su Imperio tan frecuentemente como podía. Al igual que su pueblo, dormía en el pueblo pero sobre un acolchado de algodón y cubierto con mantas de excelente calidad.

Cuando el emperador moría, algunas de sus esposas y sirvientes se ofrecían a acompañarlo al otro mundo. Entonces, se celebraba una fiesta en donde se los estrangulaba. El cuerpo del emperador recibía un tratamiento especial para su preservación, y después era envuelto cuidadosamente en finas telas.

Entre los incas existió una verdadera estratificación social, debajo del inca estaban los nobles u “orejones” que contaban con un gran numero de privilegios y derechos. Gozaban de la comodidad de viajar en andas; en cuanto a sus vestimentas y adornos, eran de mejor calidad que los de la gente común. También se les permitía usar grandes adornos de oro en las orejas, no tenían que pagar impuestos y eran mantenidos por el gobierno. Cuando los jóvenes de la nobleza llegaban a la edad de 16 años, el inca les perforaba las orejas con una aguja de oro, hasta hacerles una abertura por donde pudiesen pasar con facilidad gruesos pendientes, de allí el nombre de orejones. Había un segundo grupo de nobles, los curacas, que eran los jefes de las tierras conquistadas. También estaban los sacerdotes que tenían gran influencia y predominio, y todos aquellos elevados a esa categoría por el emperador. Ante el monarca aun los más nobles vasallos debían presentarse descalzos.

A estas clases privilegiadas seguían todos los miembros adultos de la sociedad, el puric, sobre los cuales pesaban los impuestos y los trabajos de la comunidad; en esta clase social mayoritaria no había categorías superiores, todos eran iguales.

Los incas sabían que si trabajaban y hacían todo lo que de ellos se esperaba, el Estado siempre se preocuparía por ellos; además ocuparían un respetable lugar en su aldea o ciudad.

Existían otras clases inferiores de siervos personales, los yanaconas, que habiendo sido separados de su respectivo ayllu pasaban a depender directamente del soberano. Estos sirvientes especiales del emperador se seleccionaban entre los niños inteligentes y luego se los apartaba de sus aldeas. Mientras algunos se desempeñaban como criados o trabajaban en los templos, otros realizaban importantes tareas como supervisores. El joven que desempeñaba como tal estaba siempre junto a su amo y por lo general alcanzaba una posición de gran responsabilidad, contando desde luego con la plena confianza de su señor.

En el Imperio Inca no hubo esclavos en el sentido pleno de la palabra. Los que se acercaban a esa condición eran los pinas, hombres que no pertenecían a la comunidad, generalmente prisioneros de guerra, que estaban destinados al cuidado de los cocales en zonas insalubres

Los incas no esclavizaban a los vencidos,

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