Os Profesores Como Críticos Inteectuales

Esta lectura nos habla sobre las escuelas como instituciones públicas democráticas comprometidas con la tarea de educar a los estudiantes en el lenguaje de la crítica, la posibilidad y la democracia, sobre la devaluación y des-habilitación del trabajo del profesor, donde nos dicen que el futuro profesor es contemplado ante todo como un receptor pasivo de este conocimiento profesional y apenas interviene en la determinación de la sustancia y orientación del programa de preparación.

También nos dice que al contemplar a los profesores como intelectuales, tenemos que insistir en que la idea de que los profesores debemos ejercer activamente la responsabilidad de plantear nuestras cuestiones serias acerca de lo que vamos a enseñar y la forma en que debemos hacerlo y sobre los objetivos centrales que nos planteamos; lo cual nos quiere decir que debemos desempeñar un papel responsable de acuerdo con la configuración de los objetivos y las condiciones de la enseñanza escolar.

Nos da a conocer un punto de partida para plantear la cuestión de la función social de los profesores, es ver las escuelas como económicos, culturales y sociales inseparables ligados a los temas del poder y el control. Estos profesores han de contemplarse en función con los de los intereses ideológicos y políticos que forman la naturaleza del discurso, las relaciones sociales en el aula, y los valores que translimiten en han de contemplarse en función con los de los intereses ideológicos y políticos que forman la naturaleza del discurso, las relaciones sociales en el aula, y los valores que ellos mismos transmiten en su enseñanza

Contrariamente a muchos movimientos de reforma educativa del pasado, el llamamiento actual al cambio educativo representa al mismo tiempo una medida realmente desconocida hasta ahora en la historia de nuestra nación. La amenaza está representada por una serie de reformas educativas que muestran escasa confianza en la habilidad de los profesores de la escuela pública para ejercer un liderazgo intelectual y moral a favor de la juventud de nuestra nación, por ignorar el papel que desempeñan los profesores en la formación de los estudiantes como ciudadanos críticos y activos, o bien sugieren reformas que no tienen en cuenta la inteligencia, el punto de vista y la experiencia que puedan aportar los profesores al debate en cuestión. Allí donde los profesores entran de hecho en el debate, son objeto de reformas educativas que los reducen a la categoría de técnicos superiores encargados de llevar a cabo dictámenes y objetivos decididos por expertos totalmente ajenos a las realidades cotidianas de la vida del aula. En todo caso, éstos tienen ante sí el reto de entablar un debate público con sus críticos, así como la oportunidad de comprometerse haciendo la autocrítica necesaria con respecto a la naturaleza y la finalidad de la preparación del profesorado, los programas de perfeccionamiento del profesorado y las formas dominantes de la enseñanza en el aula. Para comprometerse a este debate es necesario un punto de vista teórico que defina la crisis de la reforma educativa.Mi primera opinión que es necesario examinar la ideología del profesor, es decir, reducir a los profesores a la categoría de técnicos en base a complementar programas curriculares, en lugar de asimilar críticamente el mismo.En segundo lugar, está la necesidad de defender las escuelas como instituciones para el mantenimiento y el desarrollo de una democracia y también para defender a los profesores como intelectuales transformativos que combinan la reflexión y la práctica académicas con el fin de educar a los estudiantes para que sean ciudadanos reflexivos y activos.Por otro lado, aclarando los puntos anteriores, la devaluación y des-habilitacion de los profesores tiene como principal amenaza a quien tiene que hacer

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