PERFILES CRIMINALES EN ESCENA DEL CRIMEN
Fernando723 de Septiembre de 2014
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ELABORACIÓN DE PERFILES CRIMINALES DESCONOCIDOS CON BASE EN LA ESCENA DEL CRIMEN.
Tapias Saldaña Ángela, Avellaneda Castellanos Luisa, Moncada Muñoz Melissa, Pérez Puentes Irma. Elaboración de Perfiles de Criminales desconocidos con base en la Escena del Crimen es una técnica de investigación judicial que consiste en inferir aspectos psicosociales del agresor con base en un análisis psicológico, criminalístico y forense de sus crímenes, con el fin de identificar un tipo de persona (no una persona en particular) para orientar la investigación y la captura, esta técnica es útil para la justicia porque permite ser aplicada en diferentes situaciones como crímenes violentos, descarte de sospechosos, identificación del tipo de criminal que cometió el delito; también es ventajosa para los profesionales de la justicia como herramienta al preparar interrogatorios, justificar la petición de pruebas; pero sobretodo es de gran utilidad en la aproximación judicial a un delincuente. Después de haber revisado a varios autores, se logró como principal aporte un modelo del proceso de generación del perfil de criminales desconocidos basado en la escena del crimen, en donde se recopiló la teoría de la mayoría de autores que trabajan con perfiles criminales. Es importante tener en cuenta que al perfilar hay ciertos aspectos de la víctima o de la escena del crimen que pueden ser observados y de los cuales se pueden extraer inferencias psicológicas, a esto es a lo que se le denominó evidencia psicológica y es una estrategia clave para lograr generar el perfil. Para finalizar se hicieron sugerencias con el fin de que esta técnica pueda ser implementada en Colombia como una manera eficaz de aproximación al los agresores. Palabras Claves Perfil criminal, investigación judicial, perfil criminal geográfico, investigación criminal, psicología jurídica y forense, evidencia psicológica. El uso de la psicología para capturar criminales tuvo inicios literarios que datan de 1841 con los “asesinatos de la calle morgue” de Edgar Allan Poe; sin embargo, en la vida real esta aplicación tuvo principio en Gran Bretaña en el año de 1888 cuando el Dr. George B. Philips patólogo forense, diseñó el método “modelo; herida”; este modelo se basaba en la comprensión de la naturaleza de las lesiones de la víctima como base para la elaboración estadística del perfil del delincuente. (Turvey 1.999).Investigaciones de Turvey (1999), afirman que en 1876 en Europa, Cesar Lombroso, médico italiano, publicó su libro "El hombre delincuente", en donde comparó información sobre los ofensores como gustos similares, raza, edad, sexo, características físicas, educación, y la región geográfica; estudiando 383 prisioneros italianos acudiendo a sus teorías evolutivas y antropológicas para explicar los orígenes de la conducta delictiva, encontrando como contribución tres tipos principales de delincuentes: 1.El criminal nato: Son ofensores degenerados, primitivos que eran reversiones evolutivas más bajas en términos de sus características físicas.
2. Los delincuentes dementes: Son ofensores que padecen patologías mentales y /o enfermedades físicas y deficiencias orgánicas.
3. Criminaloides: Son ofensores sin características específicas. Ellos no fueron afligidos por defectos mentales reconocibles, pero su naturaleza mental y emocional los predispuso a conducta delictiva bajo ciertas circunstancias. El Dr. Cesar Lombroso con su teoría de antropología delictiva concluyó que habían 18 características físicas indicativas de un criminal nato entre las que se encuentran: desviación en tamaño y forma de la cabeza, la raza y región de proveniencia del delincuente, asimetría de la cara, dimensiones excesivas de la mandíbula y pómulos, defectos y peculiaridades del ojo, orejas de tamaño raro o muy pequeño, la nariz torcida, curvada o con una punta que sube como la cresta de los orificios nasales hinchados; labios carnosos, hinchados, y destacándose, bolsas en las mejillas. (Turvey, 1999). Otra propuesta clásica para identificar delincuentes fue la formulada en 1955 por el criminólogo Alemán Erns Kretschmer citado por Turvey (1999), quien propuso que existen cuatro clases de criminales, afirmación basada en un estudio de 4414 casos y cuerpos. Estos tipos eran como sigue:
1. Leptosómico: Son altos y delgados; asociado con hurto menor y fraude.
2. Atlético: Músculos bien desarrollados; asociado con crímenes de violencia.
3. Pícnico: Son bajos y gordos; normalmente asociado con crímenes de decepción y fraude, pero en ocasiones se encuentran correlacionados con crímenes de violencia.
4. Mixto: Aquellos que encajaron en más de una de las clasificaciones anteriores. Asociado con crímenes contra la decencia y moralidad, así como los crímenes de violencia.
Estas dos teorías precientíficas y biologicistas de Kretschmer (1955) y Lombroso (1876) decayeron porque recibieron un sinnúmero de críticas, pues los términos eran muy vagos y sin ninguna comparación con otras poblaciones; como no lograron confirmaciones empíricas fueron olvidadas. Habiendo hecho un recuento de las clasificaciones que antecedieron la elaboración de perfiles es importante hacer mención según la Policía Nacional de Colombia, (1998) a un uso piloto de la técnica que se hizo en la primera guerra mundial cuando un psiquiatra trató de realizar un perfil de Hitler. Holmes y Holmes (1996) encontraron en su investigación hallazgos como la gran influencia que ejercía la familia sobre Hitler; factor que influyo para sus actos futuros; la figura paterna que Hitler tenia era la de un hombre frió, cruel y brutal en las relaciones con la esposa y sus hijos; mientras que su madre era sufrida y considerada, características que hicieron que Hitler desarrollara un apego muy arraigado hacia ella pero simultáneamente sentía cierto rechazo hacia por qué no admitía que soportara todos los actos del esposo. Ante esta situación Hitler dejo de relacionarse con la gente porque consideraba que nadie era confiable, se alejo mucho de su madre y ella decidió apegarse a su esposo en vista de que su hijo se alejaba afectivamente cada vez más. Otro intento del uso de los perfiles criminales fue el retrato conductista de un asesino serial, realizado por el Psiquiatra James Brussel en 1957. El Dr. Brussel infería conductas del ofensor comparando sus conductas delictivas con la conducta de pacientes con desordenes mentales similares; el fruto de su investigación se reflejó cuando elaboró el perfil del “Bombardero Loco”; en Nueva York. El asombroso diagnóstico de Brussel se reconoce universalmente como el paradigma de una técnica que ahora se utiliza como una de las técnicas más potentes en la cacería de los asesinos seriales: el perfil psicológico. A pesar del impacto de este hecho, hasta 1970 las posibilidades de utilizar esta técnica fueron pocas, y así mismo se empezó a explorar un método más sistemático. (Goobar, 2001). Inglaterra el aporte a la técnica de elaborar perfiles fue de Palmer citado por Ressler, Burgess y Hartman, (1999) quien publicó los resultados de un estudio realizado a lo largo de tres años con 51 asesinos condenados. La contribución de este estudio fue construir un retrato verbal de un asesino utilizando términos psicológicos. Afirma McCann (1992) que para los años setentas, la técnica se desarrolló lentamente en la unidad de ciencias del comportamiento del Federal Boureau of Investigation FBI, ubicada en Quántico, Virginia y que actualmente se llama unidad de apoyo investigativo.
Los agentes del FBI habían llegado a adquirir mas conocimiento en el desarrollo de nuevas dimensiones en investigaciones criminales, tomando como sustento el laboratorio forense, el cual aún se limitaba por la poca evidencia que brindaba en la que se podían apoyar. En esta misma década de los setentas el agente federal de investigación Howard Taeten comenzó un programa de perfil delictivo en la sección policiaca de California (Estados Unidos), tratando de enseñar tácticas para perfiles de delincuentes como una ayuda de investigación; su principal contribución fue la implementación de una cátedra sobre perfiles criminales dirigida a los agentes del FBI. (Turvey, 1999). Cátedra que fue de gran ayuda, ya que cinco años después de trabajar desde la teoría (1975), los profesionales del FBI se enfrentaron a un caso de homicidio sexual con marcada violencia (amputación de ambos pechos, sistema reproductivo desplazado, cuerpo con cortes y heridas de puñal, señales de antropofagia) y para organizar la información desarrollaron una clasificación que diferenciara el asesinato sádico del asesinato sexual. (Hazelwood y Douglas, 1.980, citados por Burgess, Douglas y Burgess, 1997).Pasados dos años, en 1977 Groth, Burguess y Holmstrom citados por Homant y Kennedy (1998), investigaron 225 casos de violación tomando como fuente 133 violadores y 92 víctimas, en este estudio encontraron que los motivos que predominan en los violadores son básicamente cuatro; el 44% correspondió sentimientos de poder, el 21% correspondió a reafirmación del sentimiento de poder, 30% ira-venganza, 5% ira-excitación. Esta primera clasificación de los motivos de los violadores es una contribución importante para el inicio de las investigaciones sobre principales motivos por los que actúa el agresor. Afirman Ault y Reese (1980) que en 1978 se inició un proyecto piloto de análisis psicológico criminal con el fin de formular perfiles mediante entrevistas de investigación con criminales encarcelados, el cual fue llamado: “programa de interrogación sobre la personalidad criminal”, tenía por objeto establecer las características, motivaciones, actitudes y comportamientos más sobresalientes de
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