Perfiles Criminales
shyorifr2 de Diciembre de 2014
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PERFILES CRIMINALES
Definición: el perfil criminológico puede definirse como una estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del responsable de una serie de crímenes graves y que aún no se ha identificado.
Cuyo objetivo es delimitar las características del presunto culpable para disminuir el rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo las posibilidades de investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas. Este punto es muy importante, ya que cuando se tratan de crímenes violentos o seriales, la alarma social y las posibilidades de que se vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria actuar con rapidez y detener cuanto antes al asesino.
No obstante, el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada en el análisis de la huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos estadísticos recolectado de otros casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la criminología. Estamos por tanto hablando de probabilidades.
Objetivo:
- Proporcionar las herramientas básicas y actualizadas de los últimos avances en Criminal Profiling a nivel mundial con las que el alumno aprenderá a reconocer las auténticas motivaciones y necesidades psicológicas del agresor, lo que brindará una aproximación a su personalidad, estilo de vida, trastornos psicológicos, psiquiátricos o sexuales, habilidades, etc. para la elaboración del Perfil Criminal de un desconocido.
- Comprender la Criminogénesis y la violencia criminal a través del análisis de la conducta criminal distinguiendo el Modus Operandi de la Firma del delincuente, útil para las estrategias legales, victimología, dirigir una investigación o preparación de entrevista con los sospechosos. Herramientas básicas para el análisis del lenguaje gestual.
- Conocer el concepto de Asesino en Serie, establecer las diferencias entre el asesino en masa y el asesino itinerante o “Spree” según la denominación aceptada en Congresos Internacionales.
Historia de los perfiles criminales:
• 1888. Gran Bretaña: El Dr. George B. Philips diseña el método “modelo-herida”, basado en la relación que existe entre las heridas que sufre la víctima y su agresor. En función de las características de éstas, se podría diseñar un perfil del delincuente.
• 1870. Italia: Lombroso es considerado el padre de la criminología. Estudia desde el punto de vista evolutivo y antropológico prisioneros, dando lugar a una clasificación de delincuentes que tienen en cuenta características físicas:
Criminal Nato: Ofensores primitivos caracterizados por un proceso de degeneración evolutiva que podían ser descrito por determinadas características físicas.
Delincuente demente: Ofensores que padecen patologías mentales acompañadas o no de físicas.
Criminaloides: Serían los que no pertenecen a ninguno de los dos grupos anteriores pero determinadas circunstancias les han llevado a delinquir.
• 1955. Alemania: Kretschmer hace un estudio de más de 4.000 casos y diseña una clasificación basada también en características físicas:
Leptosómico: Delgado y alto.
Atlético: Musculoso, fuerte.
Pícnico: bajos y gordos.
Mixtos: no puede encajar completamente en ninguna de las anteriores y sí en varias de ellas.
Según esta clasificación cada tipo de delincuente se relacionaría con un tipo de delito, así los leptosómicos son propensos al hurto, los atléticos a crímenes donde se use la violencia y los pícnicos al engaño y el fraude.
Las anteriores aportaciones tienen un fuerte componente biologicistas y fueron siendo abandonadas por la poca utilidad que ofrecía, así como por sus carencias científicas. Posteriormente y junto con el desarrollo que la psicología iba atesorando, las teorías dejaron a un lado las características físicas para detectar a criminales y empezaron a usar características psicológicas.
• 1957. USA: Brussel compara conductas delictivas con conductas de pacientes mentales. Su perfil del Bonbardero de Nueva York puede ser considerado el primer perfil psicológico criminal.
32 paquetes explosivos en Nueva York en ocho años. Brussel examinó las escenas de los crímenes y dio un perfil a la policía. El bombardero es un inmigrante de Europa de entre 40- 50 años que vivía con su madre. Hombre que era muy aseado y que por la forma redondeada de sus “w” adoraba a su madre. Y detestaba a su padre. Predijo que en su detención vestiría un traje cruzado y abotonado. Poco más tarde, y tras las pistas aportadas por Brussel, George Metesky, un empleado enfadado de la compañía donde puso el primer artefacto fue detenido, llevaba un traje cruzado y abotonado.
Según Brussel, su perfil fue fruto del uso del razonamiento deductivo, su experiencia y el cálculo de probabilidades. Brussel apuntó hacia un hombre paranoico, trastorno que tarda alrededor de 10 años en desarrollarse, lo que, junto a la fecha de la primera bomba le llevó a la edad del perfil. Este trastorno explica el resentimiento perdurable, la pulcritud y perfección de sus acciones y artefactos, así como su vestimenta. Las notas que dejaba permitieron evaluar su procedencia, parecía como si estuviera traduciendo, lo que nos lleva a un inmigrante, en concreto del Este de Europa, donde históricamente se ha usado las bombas como armas de terrorismo.
La exactitud del perfil tuvo una gran repercusión en la policía, que empezó a respetar y a usar las aportaciones que la psicología podía hacer en este tipo de casos.
A pesar de que era aún una técnica poco precisa y con fallos, como se demostró entre otros, en los casos del Estrangulador de Boston, el perfil criminal fue ganando aceptación y demanda. A esto ayudó el aumento de homicidios en los que el asesino no era una persona conocida para la víctima, lo que complicaba su resolución a la policía.
• 1970.USA: A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta técnica las aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicológico del criminal queda establecido como técnica de investigación policial para resolver los casos difíciles, se crea la Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI, unidad especializada en el diseño de este tipo de perfiles. Agentes del FBI se preocupan por este tema y se van especializando, entre ellos Robert Ressler. Ressler entrevistó a cientos de criminales violentos en las cárceles, analizó y sistematizó toda esa información en el Proyecto de Investigación de la Personalidad Criminal, creado por él mismo y empezaron a documentar ciertos patrones y comportamientos de asesinos.
Una de sus mayores aportaciones fue la del término de “asesino en serie”, que veremos más adelante y su clasificación de asesinos en serie.
Asesinos en serie Organizados: Muestran cierta lógica en lo que hacen, no sufren trastornos mentales que puedan explicar en parte lo que hace, planifican sus asesinatos, son premeditados y nada espontáneos, suelen tener inteligencia normal o superior, eligen a sus víctimas y las personaliza para que exista una relación entre él y su presa.
Perfilación a la mexicana:
De acuerdo con el criminalista Alfredo Velazco, en el país existen dos métodos para realizar perfiles criminales.
Uno de ellos es el más socorrido y tradicional, donde existen alrededor de 200 perfiladores en todo el país que basan su investigación en la evaluación de la personalidad cuando hay sospechosos detenidos.
La segunda es la perfilación en la escena del crimen, a través de la cual se establece una personalidad a partir de la conducta del victimario. Esta técnica sólo es practicada por cuatro especialistas en el país.
En Guadalajara, Jalisco se encuentran los perfiladores Francisco Gutiérrez y Alfredo Rodríguez; en Monterrey, Guadalupe Castillo y en Ciudad Juárez, Alfredo Velazco Cruz.
Sin embargo, es en Ciudad Juárez donde existe una unidad que intenta reproducir el modelo que se utiliza en Estados Unidos.
Lamentablemente, comenta Alfredo Velazco, con escasos recursos humanos y económicos, esa división sólo la integran prácticamente él como impulsor apoyándose en investigadores de otras áreas de la fiscalía.
“Para una unidad es este tipo se requieren tres o cuatro perfiladores, psicólogos, médicos y criminalistas. En Estados Unidos la integran al menos unas 10 personas”, subraya.
En el país anglosajón y en Europa, este tipo de investigadores llevan un caso de principio a fin; es decir, desde el análisis de la escena del crimen, la investigación posterior hasta llegar a la aprehensión del culpable.
En México, los resultados son contrastantes, pues los esfuerzos del análisis de la escena del crimen se pierden durante el transcurso de la investigación por burocracia, falta de especialistas y de recursos.
La estadística para Estados Unidos, Inglaterra o México sobre asesinos es la misma, explica Alfredo Velazco.
Asesinos seriales, por ejemplo, los hay en los tres países: las muertas del Cerro de Cristo Negro, en Ciudad Juárez, ejecutadas con un mismo modus operandi entre 2002 y 2008 (asesino del que, por cierto, se desconoce su identidad); en Estados Unidos, Ted Bundy, quien asesinó a más de 30 jovencitas entre 1974-1975, y en Inglaterra en 2005, Peter Bryan, caníbal serial de varias personas desde 1994.
Los números son fríos: en cualquier parte del mundo se considera serial a quien mata de tres a cinco personas en adelante.
“Estadísticamente, 93% de los asesinos en serie son hombres, 85% mata mujeres y 15% a homosexuales.
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