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PERSPECTIVA HISTÓRICA DE LA ESTADÍSTICA

gabb_y30 de Enero de 2014

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Considerando que la perspectiva histórica posibilita

la ubicación del origen y la manera como

se transforma cualquier saber o disciplina científica,

en el presente capítulo, sin el ánimo de

ser exhaustivos, se procura presentar una reseña

acerca de la manera como surgió y se fueron

transformando las ideas estadísticas hasta llegar

a constituirse en la disciplina científica actual.

El surgimiento y consolidación de la estadística,

como campo de conocimiento técnico, tecnológico

y científico, ha sido inherente a la organización

y transformación de la sociedad humana.

Desde épocas prehistóricas y en la antigüedad

clásica, la necesidad social de dar cuenta de lo

que se hace y se tiene, impulsó la generación

de registros de información que gradualmente

alcanzaron un grado de sofisticación y desarrollo

que dieron origen a métodos y técnicas

para la obtención, la sistematización y análisis

de datos, que sentaron las bases de lo que conocemos

en la actualidad como estadística.

Según L. CHAO (1996), son diversos los vocablos

que se citan como antecedentes del término

estadística. Buscando reseñar los de mayor

mención, podemos indicar los siguientes:

• Status (latin), que significa situación, posición,

estado.

• Statera (griego), que sugiere decir balanza,

ya que la estadística mide o pesa hechos.

• Staat (alemán), que se refiere a Estado como

expresión de unidad política superior.

Desde los comienzos de la civilización han

existido formas sencillas de estadística, pues ya

se utilizaban representaciones gráficas y otros

símbolos en pieles, rocas, palos de madera y

paredes de cuevas para contar el número de

personas, animales o ciertas cosas (VALDEZ

F., 1998).

Hacia el año 3000 a.C. los babilonios ya recopilaban

datos que pueden considerarse como

estadísticos. En la biblioteca de Nínive se

guardan tablillas de arcilla cocida de 25 por 16

cm. con inscripciones cuneiformes en los que

se condensan datos sobre la producción agrícola

y los artículos vendidos o cambiados mediante

trueque. En el antiguo Egipto, mucho antes de

construir las pirámides hacia el año 3100 a.C.,

los faraones lograron recopilar minuciosos

datos relativos a la población y la riqueza del

país con el objetivo de preparar la construcción

de estos magníficos monumentos. Los egipcios

llevaban cuenta de los movimientos poblacionales

y continuamente hacían censos. Tal era su

dedicación por llevar constantemente una relación

de todo, que la diosa Safnkit era considerada

como la diosa de los libros y las cuentas

(VALDEZ F., 1998; PERERO, M. 1994).

En el Egipto de los faraones, hacia el año 3050

a.C, se tienen datos mucho más exactos: listas

de familias, de soldados, de casas, de jefes de

familia y de profesiones. Existen documentos

del siglo VI a.C que muestran que todo individuo

tenía la obligación de declarar, cada año,

bajo pena de muerte, su profesión y sus fuentes

de ingresos. De acuerdo al historiador griegoHeródoto, dicho registro de riqueza y población

se hizo con el objetivo de preparar la construcción

de las pirámides. En el mismo Egipto,

Ramsés II hizo un censo de las tierras con el

objeto de verificar un nuevo reparto (PERERO,

M. 1994).

En el antiguo Israel, la Biblia da referencias,

en el libro de los Números y Crónicas, de los

datos estadísticos obtenidos en dos recuentos

de la población hebrea. El rey David por otra

parte, ordenó a Joab, general del ejército hacer

un censo de Israel con la finalidad de conocer

el número de la población (La Biblia, 1960).

En china, Confucio, en su libro “Shu-King”

escrito hacia el año 550 a.C., narra como un rey

llamado Yao, unos 3000 años a.C, hizo levantar

un recuento agrícola, industrial y comercial del

país (L. CHAO, 1996).

En la India se publicó, en el siglo IV a.C., un

verdadero tratado de ciencia política y económica

: el Arthasàstra (de sàstra, ciencia y

artha, ganancia): su autor, Kautiya, hace sugerencias

a su rey para aumentar su poder y su

riqueza y recomienda un gobierno centralizado

que dirija y controle todo lo relacionado con el

reino (PERERO, 1994).

En Grecia fueron famosos los métodos usados

por Jerjes para contar a sus soldados: los hacía

pasar a un recinto donde cabían 10.0000 soldados

muy apretados. También se sabe que en el año

310 a.C., un censo efectuado bajo el reinado

de Demetrio dio una población de 120.000

personas libres y 400.000 esclavos. Durante el

apogeo de su cultura clásica realizaron censos

para calcular los impuestos, determinar los derechos

de voto y ponderar la potencia guerrera.

Grandes hombres como Sócrates, Herodoto y

Aristóteles incentivaron, a través de sus escritos,

la estadística por su importancia para el Estado.

Cada cinco años realizaban un censo de la

población y sus funcionarios públicos tenían la

obligación de anotar nacimientos, defunciones

y matrimonios, sin olvidar los recuentos periódicos

del ganado y de las riquezas contenidas en

las tierras conquistadas (PERERO; VALDEZ;

CHAO; MARTE).

En esta reseña histórica, se destaca que el

Imperio romano fue el primer gobierno que

recopiló una gran cantidad de datos sobre

la población, superficie y renta de todos los

territorios bajo su control. Cayo Julio César

Octavio Augusto (63 a.C. – 14 d.C), primer

emperador de Roma (27 a.C. – 14 d.C), decretó

que todos los súbditos tenían que tributar y

por tanto exigió a todas las personas que se

presentaran al estadístico más cercano que era

entonces el recaudador de impuestos. Todo

ciudadano debía declarar su fortuna, edad,

nombre de la esposa, hijos, etc.; al final del

censo se realizaba una ceremonia religiosa, el

“lustrum conditum” (de donde vienen nuestra

palabra lustro para indicar un término de cinco

años (VALDEZ; CHAO; PERERO). Especial

mención ameritan los estudios Renta Vitalicia,

los cuales suponen el cálculo de la vida media

a distintas edades, y los documentos sobre los

itinerarios en los que describen las distancias

entre las diversas localidades y el desarrollo de

las vías de comunicación.

En el continente americano, los incas desarrollaron

un sistema de estadística muy perfeccionado;

todos los datos relacionados con las

actividades económicas y demográficas se

conservaban en los “quipus”, unas cuerdas

gruesas de las cuales colgaban varios hilos de

distintos colores según el objeto que representaban,

amarillos para las piezas de oro, rojo para

los soldados, blanco para las construcciones,

etc. En los hilos se hacían nudos indicaban

unidades, más arriba las decenas, centenas, así

hasta las 10.000 unidades. El uso de los quipus

estaba reservado a los iniciados y todavía hoyno se han aclarado todas sus características

(PERERO, 1994).

Durante los mil años siguientes a la caída del

imperio romano se realizaron muy pocas operaciones

estadísticas con la excepción de las relaciones

de tierras pertenecientes a la Iglesia,

compiladas por Pipino el Breve en el 758 d.C.

y por Carlomagno en el 762 d.C. La Iglesia,

después del Concilio de Trento, viendo la importancia

de la estadística, estableció la obligación

de la inscripción de nacimientos, matrimonios y

defunciones (MARTE, Y. A.).

En el siglo IX, se destaca en Francia la realización

de algunos censos parciales de siervos.

De igual manera, Guillermo el conquistador

(1027- 1087), rey de Inglaterra (1066-1087) en

el año 1086 ordenó un censo de las tierras de

Inglaterra con fines de tributación y del servicio

militar, que fue consolidado en el Documento

Domesday Book (Libro del Catastro) (CHAO,

1996).

La estadística progresa notoriamente a partir

del siglo XVI junto con las monarquías absolutas

y su poderosa estructura administrativa

centralizada. También empiezan a aparecer las

primeras obras de estadística que son más bien

descriptivas; una de las más influyentes fue la

de Jean Bodin en Francia (1530 – 1595), que

explica la importancia de los censos.

A finales del siglo XVI, durante el brote de peste

que apareció en Inglaterra, el gobierno comenzó

a publicar estadísticas semanales de los decesos.

Esa costumbre continuó y en 1632 estas Bills

of Mortality (Cuentas de Mortalidad) contenían

los nacimientos y fallecimientos discriminados

por sexo. En 1662 el capitán John Graunt

usó estos documentos y efectuó predicciones

sobre el número

...

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