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PRÁCTICA INTEGRATIVA I: REPRESENTACIONES SOCIALES EN LA FAMILIA.

Valentina186Ensayo21 de Septiembre de 2016

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PRÁCTICA INTEGRATIVA I:

REPRESENTACIONES SOCIALES EN LA FAMILIA.

VALENTINA MORA ALCARAZ

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE EDUCACIÓN

DEPARTAMENTO DE PEDAGOGÍA

MEDELLÍN

2015

REPRESENTACIONES SOCIALES DE FAMILIA.

   

            El siguiente texto integrativo es el resultado de una indagación realizada en el marco de la práctica integrativa I, cuyo eje temático son las representaciones que se tienen de maternidad, paternidad y crianza en un ámbito social y desde el punto de vista de madres, padres o cuidadores; para esto realizamos una entrevista semi - estructurada con el fin de conocer y dar interpretación a las representaciones que de familia se tiene desde la visión de una madre primeriza, enfatizando en ella las cargas sociales que se le dan, además por ser madre primeriza, por ser madre joven.

CONTEXTO.

Este estudio de caso fue realizado a una madre primeriza de 23 años. En este caso a la madre se le llamará Manuela[1]. Ella es estudiante de secretariado con una intensidad horaria de ocho horas semanales y se dedica a su hijo, que tuvo a los 22 años, el resto de tiempo.

En su discurso sobre la experiencia  como madre nos expresa lo duro que es un embarazo no esperado y que llega tan rápido en cuestiones de edad, porque en una corta edad y más aún en la vida de una joven hay muchos sueños y aspiraciones, que, con la llegada de un bebé cambian totalmente. A partir de allí nos cuenta como se desenvuelven los  primeros meses que en su caso fueron muy duros por muchas razones, con ánimos bajos y con malos momentos en cuanto a sus síntomas y malestares; pero que, en cuanto a su estado de ánimo se refería, poco a poco iba cambiando, asegurando que al sentir que el bebé se mueve y crece dentro de ella hace que se sienta feliz, que se sienta mamá y que cada vez que lo siente suben sus ánimos al saber que ya no está sola.

Aseguró además que en su proceso de embarazo contó con el apoyo de varias personas que son muy influyentes en su vida, fueron su esposo, su hermano, su suegra y su madre, con ellos estuvo también en el acompañamiento y los cuidados de su gestación, los cuales, por ser madre primeriza no conocía, pero que asistiendo a los controles prenatales conoció y  le dieron paso a entender cómo debía hacer las cosas ahora en el embarazo y que otras cosas no debía hacer por su salud y  por la del bebé.

Su parto fue natural, y nos narra que para ella fue muy duro, porque las contracciones son muy fuertes, pero todo es aguantable y que para ella todo, absolutamente vale la pena, porque tener su bebé en sus brazos es algo invaluable.

Para comenzar a hablar de cada una de las categorías vamos a empezar con una de las más importantes en nuestra sociedad, la maternidad.

MATERNIDAD:

En cuanto a maternidad en el discurso de Manuela se pueden evidenciar cuatro subcategorías, entre las cuales se puede manifestar una tensión, una ambivalencia, pues cada una puede relacionarse con un extremo diferente de cómo esta madre percibe la maternidad desde su representación. La primera subcategoría en donde se pueden agrupar las  palabras como “duro”, “difícil”, “maluco” y  “malestar”, la cual está ligada a la maternidad desde lo corporal; la segunda subcategoría difiere mucho de la anterior con conceptos como “muy bien”, “muy feliz”, “lo mejor” y “muy lindo”; la cual se puede ligar con la maternidad como satisfacción y desde el sentimiento. La tercera agrupación se conforma por palabras como “responsabilidad”, “lo tiene que vivir”, “no se lo puedo describir” y “aprender mucho”, palabras que dan a determinar la subcategoría de maternidad como una construcción y no como saber innato; la cuarta y última asociación de conceptos extraídos de la representación de maternidad se compone por palabras como “enseñar”, “estar con él”, “verle crecer”, “dedicarse a él” y “estar siempre al pendiente de él”, la cual se puede ver como la maternidad enlazada a las presencias.

A continuación se desplegará cada una de estas subcategorías y se intentará dar una interpretación a cada una de ellas.

La primera subcategoría, como se dijo anteriormente está ligada a la maternidad desde lo corporal, lo que pasa en este proceso de embarazo en lo físico de esta madre; pues todos estos conceptos que expresa Manuela van ligados a su inesperado embarazo, al parto, a sus síntomas en los primeros meses y a sus ánimos durante esos meses.

Una de las preguntas que se le hace a Manuela que refiere a estos conceptos es, ¿nos podrías relatar el momento en que te enteraste de tu embarazo? Y ella respondió: “Fue algo muy duro porque yo no lo esperaba, tan rápido no” (Entrevista, Anexo 1, página). A partir de esta respuesta que nos brinda esta madre podemos darnos cuenta cuál era su primera representación o concepto de maternidad, que todavía la sociedad designa, la madre joven no es considerada, aún, como una madre buena, pero ¿quién asegura esto? Entonces ¿es correcto afirmar que la edad es la que garantiza la calidad de la maternidad?

Este estigma dado por la sociedad se liga más a la experiencia que se debe tener para ser “buena madre”, experiencia que Jorge Larrosa define de cuatro modos, uno de ellos es el modo de “el principio de exterioridad” y lo dice de este modo:

 Si lo denomino "principio de exterioridad" es porque esa exterioridad está contenida en el ex de la misma palabra experiencia. Ese ex que es el mismo de  exterior, de extranjero, de extrañeza, de éxtasis, de exilio. No hay experiencia, por tanto, sin la aparición de un alguien, o de un algo, o de un eso, de un acontecimiento en definitiva, que es exterior a mí, extranjero a mí, extraño a mí, que esta fuera de mi mismo, que no pertenece a mi lugar, que no está en el lugar que yo le doy, que esta fuera de lugar. (Larrosa, J. 2003, p. 89. Sobre la Experiencia. Universitat de Barcelona)

Lo que señala Larrosa en esta cita es la aparición de ese otro, ese otro que va a ser el encargado de darle la experiencia al individuo, en este caso a Manuela su hijo es el que le brinda esa experiencia, la experiencia que la sociedad señala como lo más importante y que en este caso se refleja en los miedos que envolvían a esta madre antes de empezar con esta nueva experiencia, pero como el mismo Larrosa dice, debe existir primero otro para poder que se dé la experiencia, en cualquier caso, como el adagio popular lo dice, nadie nació aprendido.

La segunda subcategoría se liga a la maternidad como satisfacción, ese sentimiento de “lo bonito” como ella lo describe, que se desarrolla con el bebé a partir de la relación que existe de madre e hijo desde el vientre.

Referente a esta relación del vientre de madre e hijo en el discurso de Manuela podemos notar como hay una ambivalencia durante su proceso de gestación. Cuando se empieza a analizar el tema de enterarse de su embarazo y de cómo a partir de ese momento se comienzan a desenvolver sus sentimientos, sentimientos que le dan orientación a esta subcategoría, la cual puede evidenciarse muy claramente en una de las preguntas de la entrevista, que habla sobre su estado de ánimo en su proceso de embarazo y Manuela lo describe así; “Mis ánimos en los primeros meses malucos, o sea unos ánimos que a uno no le provocaba hacer nada, pero ya de resto, ya, al uno sentirlo a él, moverse, saber que ya está creciendo, muy bien, muy feliz, porque uno empieza a darse cuenta que ya no está sola si no que ya hay otra vidita ahí”. Aunque la relación de estos conceptos puede ser calificada como una relación de tensión, se puede ver como una parte está relacionada con el cuerpo, con lo tangible y la otra parte está más ligada al sentimiento, un sentimiento que se va desarrollando desde una percepción y una representación diferente de lo que es la maternidad en ella y lo que despierta esto en una mujer, que con una relación muy cambiante referente al embarazo hace de lado las criticas sociales para darle espacio a esa vida nueva.

Como se puede notar claramente las dos subcategorías notan una tensión, pero esta tensión no necesariamente significa contradicción.

El tercer grupo se liga a la construcción del concepto y la representación de  maternidad que va haciendo Manuela desde su discurso y su experiencia, este, relacionado con la entrevista, muestra que la construcción de su concepto es cambiante y en específico, esta subcategoría, se puede ver solamente desde la vivencia, pues cada uno de los conceptos que ella emplea para describir esto van ligados a esa experiencia, en este caso también toma lugar Jorge Larrosa para explicarnos lo subjetivo de la experiencia:

Si lo denomino "principio de subjetividad" es porque el lugar de la experiencia es el sujeto o, dicho de otro modo, porque la experiencia es siempre subjetiva. Pero se trata de un sujeto que es capaz de dejar que algo le pase, es decir, que algo le pase en sus palabras, en sus ideas, en sus sentimientos, en sus representaciones, etcétera. Se trata, por consiguiente, de un sujeto abierto, sensible, vulnerable, expuesto. Por otro lado, el "principio de subjetividad" supone también que no hay experiencia en general, que no hay experiencia de nadie, que la experiencia es siempre experiencia de alguien o, dicho de otro modo, que la experiencia es, para cada cual, la propia, que cada uno hace o padece su propia experiencia, y eso de un modo único, singular, particular, propio. (Larrosa, J. 2003, p. 90. Sobre la experiencia. Universitat de Barcelona)

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