PROPÓSITO DE MI PRÁCTICA DOCENTE

TEXTO: PROPÓSITO DE MI PRÁCTICA DOCENTE.

De manera general puedo afirmar que el propósito del maestro es la educación formal e institucionalizada de los alumnos. Dentro de esta generalidad es necesaria la reflexión profunda y personalizada de mi propia práctica docente para determinar aquellas fortalezas y debilidades que pueden manifestarse en el logro de las competencias docentes y de los alumnos.

Un propósito de la educación y por tanto del maestro es la formación de seres humanos capaces de construir la sociedad a la que aspiramos, mediante el acompañamiento de los alumnos durante el desarrollo de competencias que les permitan llegar a ser ciudadanos capaces de responder a las exigencias de los cambios sociales.

La práctica docente es a la vez una práctica social basada en la interacción de los diversos elementos sociales que intervienen en el proceso educativo: maestros, alumnos, familia y sociedad. De esta manera, nuestra práctica docente está sujeta a las características propias de cada uno de los elementos que intervienen en el proceso educativo.

Mi propia práctica docente está regida por un sentido muy personal de responsabilidad, puesto que estoy totalmente consciente de la trascendencia de cada una de mis acciones para y frente a mis alumnos y padres de familia. Soy desde el momento en que se me reconoce como maestro de grupo un foco de atención para el ejemplo y para la crítica.

Las condiciones que me han permitido desarrollar este rasgo de responsabilidad en mi práctica docente son entre otros las necesidades que se presentan para ejercer de manera positiva el liderazgo moral del que nos reviste la profesión docente; tengo muchas necesidades por satisfacer, pero tengo también muchas demandas para dar respuesta. Y es indispensable buscar que las respuestas y satisfactores a estas necesidades y demandas permitan asumir con responsabilidad las implicaciones de que van acompañadas.

De manera concreta puedo establecer que mi práctica docente tiene varias implicaciones que me permiten asumir mi rol de maestro: reconozco en el alumno el principal referente del aprendizaje; utilizo la planificación como principal instrumento para dirigir acciones, tareas y propósitos; procuro la construcción de ambientes de aprendizaje para alcanzar el desarrollo de competencias que se proponen en los estándares curriculares; utilizo algunos materiales educativos que estén a mi alcance y procuro elaborar algunos más que requiera durante la marcha.

Es importante reconocer que la actitud de responsabilidad con que dirijo mi labor docente debe ser enriquecida y modificada con el fin de mejorar a la vista de las necesidades de cada grupo de alumnos con el que trabajo día a día. Requiero que mis prácticas académicas sigan construyéndose sobre la responsabilidad y ética profesional, pero también sobre las necesidades que cada uno de mis alumnos

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