Para Niños

La lectura para niños

Planteamiento del problema

Desarrollar la lectura por medio de cuentos y actividades que ayuden a que los niños de cierta edad (4- 10 aprox.) sientan pasión leer, que no se vuelva una obligación, que el leer sea satisfactorio, vaya digamos un hobby, algo divertido, que pueda transformarse en un juego. Conseguir que la lectura sea la que nos habrá las propias puertas del éxito.

El fomento de la lectura es una tarea distinta de la formación de la habilidad de leer, que se inicia en la familia y en la escuela, y que necesita de personas y lugares que permitan el acercamiento a los libros. Por ello, esta tarea apoya la labor de padres, profesores y bibliotecarios.

Por tanto la promoción de la lectura se concibe como una tarea común de toda la sociedad, fruto de la colaboración entre los responsables de políticas culturales, sociales, educativas y de comunicación. Su puesta en práctica ha dado como resultado la firma de diferentes colaboraciones y acuerdos con varias entidades públicas y privadas que hacen posible la implicación de todos en la consolidación de una sociedad lectora

Quizás el intentar dar consejos sobre lo que deben leer los niños y lo que no, sea muy comprometido y hasta algo presuntuoso. Pero creo que puedo dar ciertas orientaciones basadas en lo que los expertos en el tema han publicado sobre los gustos infantiles y sus recomendaciones relacionadas con la literatura infantil.

Desde la más tierna infancia los niños deberían tener a su alcance libros, esto hará que ellos los consideren como algo cotidiano, algo cercano e incluso algo que les aportará seguridad. Si ponemos estantes para juguetes por qué no utilizarlos también para lo que fundamentalmente fueron creados... libros.

Los niños muy pequeños (hasta los dos años) son exploradores natos, no es una etapa lectora en sí misma, sin embargo les atraerá el objeto “libro” al igual que otras muchas cosas que tienen por descubrir. Por eso a esta edad será importante elegir libros como yo suelo llamarlos “tentadores”, entendiendo por esto, libros de tela (que se pueden lavar fácilmente) o de plástico que se pueden incluso usar como juguetes-

Antecedentes y/o Introducción.

Los libros y los niños

Para que esto de resultado consideramos que debemos tomar ciertos puntos en cuenta.

Lo que más les atrae en esta primera etapa es como ya he dicho el objeto como tal, de ahí que los libros que emiten sonidos, y contienen diferentes texturas son tan atractivos para ellos, los podemos llamar libros “sensoriales” ya que despiertan sus sentidos.

Hay un tipo de libro que cuando son un poquito más grandes triunfa sin ninguna duda, es el libro que yo denomino “sorpresa”... con partes que se despliegan, que se fragmentan, etc.

Estos libros cuando no tienen más de dos años, suelen asustarles. Son exploradores, pero de salón, como se dice por ahí; no les gustan las sorpresas que todavía no comprenden…

Los padres y educadores en esta etapa también juegan un importante papel, y es el de convertirse en enlace, la afinidad entre el niño y el “objeto”, en este caso el libro.

A ellos les gusta descubrir solos, pero también disfrutan mucho con el adulto que comparte su experiencia “pree lectora”.

El adulto puede participar de ese juego de entretenimiento, descubriendo las formas, los colores, las texturas o simplemente manteniendo el interés con sencillos juegos teniendo como base el libro.

Así mismo es importante que desde las primeras etapas “escuchen la voz del libro”. Para ello nada más fácil que elegir un libro que nos guste y leerles en voz alta. Insistiría en que el libro nos guste y es que si se piensa detenidamente, si algo nos agrada, de manera inconsciente solemos trasmitir las emociones y la impresión que nos produce.

¿Qué leer? Sobre todo lo más importante es que asocien el libro con nuestra voz, lo mejor sería elegir breves textos con ritmo y rima: nanas, cancioncillas, poemitas de repetición, retahílas… A los “peques” les encanta escuchar una y otra vez el mismo poema… por ello no hace falta que tengáis una biblioteca muy extensa…

Ellos terminarán aprendiéndolas y no hay nada más gozoso para un niño que “saberse” el poemita o la retahíla. Y por otro lado no hay nada que ilusione más a un adulto que ver al pequeñín como con su “lengua de trapo” repite lo escuchado incorporando su voz a la nuestra…

Mucho se ha hablado sobre la importancia de la lectura para los niños. Y se espera demasiado que los educadores, profesores y bibliotecarios, los inicien en este maravilloso camino del conocer y saber. Lo que pocos padres saben es que este estímulo tan gratificante debe ser un aprendizaje que ellos deben empezar con sus hijos desde la más temprana edad, mismo antes de ingresarlos a la escuela.

1- Introduzca la lectura en algún momento del día. Antes de dormir, por ejemplo. Que la lectura de un libro se convierta en un hábito diario, y en una necesidad. Los niños que leen por lo menos media hora al día probablemente serán lectores potenciales.

2- hacer que los libros estén al alcance de los niños, para que ellos puedan hojearlos cuantas veces quieran.

3- Para despertar el interés de los niños por los libros se debe practicar la lectura en casa y dejar que los niños vean leer a los padres. “Los niños copiarán todo lo que su padre o madre hagan” de esto se basa el inicio de todo.

4- Leer libros en voz alta a los niños. La lectura debe ser un hábito construido lo antes posible. Los niños aprenden a leer mejor si antes escucharon alguna lectura.

5- Cuando los niños son muy pequeños, les gustan repetir y repetir, siempre el mismo libro. No se les debe negar la repetición. Se debe de leer siempre el libro que ellos elijan, aunque para los padrea sea aburrido, a los niños les encanta. La repetición les ayudará a adquirir memorización y recordaran todo lo que aprendieron y les llamo la atención del libro, todo esto es buena señal de que están aprendiendo.

6- Establecer un rincón para la lectura, sea un lugar ventilado y con luz para que el niño vaya teniendo el buen hábito de la lectura ya sea diaria o de vez en cuando, pero que no se deje por lado y se olvide.

7- Visitar bibliotecas con los niños por lo menos una vez a la semana. Allí encontrarán actividades relacionadas a los libros, a la lectura, exposiciones, y un ambiente adecuadamente tranquilo, apropiado

...