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Participación ambiente y violencia

karlkent17 de Abril de 2013

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TABLA DE CONTENIDO

Temas

Resumen

Introducción

1. Medio ambiente y violencia

2. Un modelo sistémico de relación entre ambiente y violencia

3. Abundancia y escasez

4. Intervenciones para solucionar la escasez de mano de obra

5. La violencia como solución

6. La violencia del siglo XIX

7. Escasez de recursos, exceso de mano de obra

8. Deterioro ambiental y empobrecimiento campesino

9. Deterioro y desplazados ambientales; reforma agraria y ambiental

10. Ambiente y violencia desde 1950

11. Narcotráfico, colonización, ambiente y violencia

12. Deterioro y escasez ambiental crecientes

13. Guerrilla, paramilitarismo y medio ambiente

14. El momento actual y las tendencias inmediatas

15. A modo de conclusión

Bibliografía

INTRODUCCIÓN

Este ensayo plantea que el estudio de las relaciones de la sociedad con los ecosistemas y sus recursos4 podría ayudar a entender mejor algunas circunstancias históricas del país y, en particular, aspectos de la violencia 5 que nos afecta de manera recurrente. Parte de que dichas relaciones se organizan, en buena medida, alrededor de la abundancia y/o escasez de recursos naturales respecto a la de mano de obra. Durante gran parte de la historia de Colombia, los recursos aportados por ecosistemas (suelos, agua, madera, caza, pesca, además de recursos no renovables como oro o esmeraldas), han sido más abundantes que los trabajadores para aprovecharlos. Esta "abundancia ambiental" habría dado lugar a competencia por la mano de obra como medio imprescindible para acceder a los recursos, la riqueza y el poder. En la competencia se habría acudido, entre otros medios, a la violencia. Por clases dominantes o en proceso de serlo, como una forma de someter a las clases trabajadoras; por estas, en reacción al sometimiento y la violencia que se les quiere imponer, y por grupos o partidos de las clases dominantes, que luchan entre sí por el poder. El uso reiterado de violencia por diversos segmentos de la población habría terminado por transformarla en una especie de tradición en el sentido usado por la CEV6 o por Deas7 , a la cual se acude en distintos momentos de la historia con mayor o menor intensidad.

Esta perspectiva ambiental introduce elementos para la interpretación de eventos y procesos históricos. Así, por ejemplo, el adoctrinamiento religioso que acompaña a la Conquista española puede verse como una forma de apropiarse de la mano de obra de los indígenas, poniéndolos al servicio de Dios, del Rey y, así, de los españoles, insuficientes por sí mismos para aprovechar las riquezas recién descubiertas8 . Interpretación similar puede hacerse de muchas intervenciones legales y económicas (encomiendas, monopolios, mercedes de tierras, leyes de vagancia) y del adoctrinamiento político, aún hasta nuestros días. Binswanger et al9. analizan mecanismos similares para controlar mano de obra en condiciones de abundancia de tierra, en diferentes contextos geográficos e históricos. Los agrupan en dos tipos de intervención: en el mercado de tierras, para limitar el acceso a la misma, y en el mercado de trabajo. Dos de estas intervenciones merecen destacarse en Colombia; la primera es el endeudamiento, que somete a los trabajadores a través de préstamos usurarios. La segunda es la apropiación improductiva, que controla tierras y recursos, o los destruye, no con fines productivos (las tierras se subutilizan una vez talados bosques cuyos recursos no se aprovechan), sino de exclusión de otros posibles usuarios, los cuales, así despojados, ceden su fuerza de trabajo. A la violencia implícita en estas formas de intervención se suma la violencia física, a la cual se hace especial referencia.

Un aspecto de singular interés es el fuerte impacto ambiental de las intervenciones en mención. Así, el mecanismo de apropiación improductiva de tierras y recursos se ha traducido en la transformación, en Colombia, de cerca de 45 millones de hectáreas de distintos ecosistemas10 , aunque sólo unos 10 millones de las tierras así ocupadas se han usado de manera eficiente y con un impacto económico significativo. A ello puede atribuirse que, en contra de la aparente lógica económica, predomine el latifundio, que muchos de los mejores suelos se destinen a ganadería extensiva y que los usos intensivos sean escasos; de predominar estos, al país le habría bastado transformar un área menor de sus ecosistemas para su desarrollo11 .

La hipótesis se complementa y en muchos sentidos se contrapone con tesis vigentes, que enfatizan el papel de las luchas por la tierra en la historia de Colombia12 . Aquí se propone a la abundancia natural como otro factor de importancia, en correspondencia con lo señalado por Binswanger et al.13 : "donde abunda la tierra el problema cardinal es la mano de obra"; pero en Colombia la abundancia ha sido de recursos naturales en general, y no sólo de tierras. La relación entre recursos y mano de obra cambia a lo largo del tiempo, en fases que van desde la abundancia de recursos y la escasez de mano de obra hasta la opuesta; hoy se da, incluso, una situación anómala en la cual sobran unos y otra, pues mientras el campo está medio abandonado, la población, empobrecida y desempleada, se acumula en las ciudades.

Dependiendo de las fases, las luchas cambian y también la intensidad de la violencia. Así, en condiciones de gran abundancia de recursos y escasez de mano de obra, como durante la Conquista española, predominó la violencia por sujetar a los indígenas. Al sobrar mano de obra predomina la lucha contra las clases dominantes, que a su vez defienden sus privilegios (como durante la Violencia clásica). En la anómala situación actual, la lucha parece haberse salido del esquema propuesto para concentrase en una lucha por el control del territorio, no con fines de producción en sí (salvo de droga), sino como parte de una guerra entre Estado, guerrilla y paramilitares, sectores que no representan de manera clara los intereses del grueso de la sociedad, pero reflejan deformados los conflictos tradicionales.

RESUMEN

Se plantea la conveniencia de investigar la posibilidad que interacciones sociales con la naturaleza, y en particular con la abundancia y/o escasez de recursos naturales, incidan en fenómenos de violencia recurrentes en la historia de Colombia. La hipótesis parte de un análisis de la historia del país, con énfasis en la oferta ambiental y la disponibilidad de mano de obra necesaria para apropiarla. El análisis se basa, a su vez, en un modelo sistémico de relaciones escasez, medio ambiente y violencia propuesto a partir de estudios en diversas partes del mundo3 . Se destaca que en Colombia la abundancia de recursos caracteriza gran parte de la historia; ello hace que la mano de obra para aprovecharlos sea un factor crucial, cuyo control es un medio básico de acceso a la riqueza y el poder. Para lograrlo se acudiría a la apropiación improductiva de tierras y a la violencia. El deterioro ambiental modifica estas circunstancias, pero da lugar a nuevos conflictos por la apropiación de recursos que se tornan escasos. Se concluye que un análisis desde esta perspectiva podría ayudar en la interpretación histórica y de fenómenos de violencia en el país, por lo cual se espera estimule investigaciones que profundicen en el tema.

1. MEDIO AMBIENTE Y VIOLENCIA

Una consideración básica en las reflexiones que se presentan a continuación es que los seres humanos dependen de recursos naturales producto de los ecosistemas o de su transformación. La apropiación y uso de tales recursos generan interacciones sociales, de colaboración y de conflicto, cuyas características se relacionan, a su vez, con las de los ecosistemas mismos.

Así, las relaciones cambian, respecto a un recurso dado (agua, tierras, por ejemplo), dependiendo de su disponibilidad; en general, recursos escasos darán lugar a conflictos. Los conflictos resultan de escasez natural o estructural14 . Esta resulta de la apropiación excluyente de recursos escasos por unos sectores de la sociedad, y de la marginación subsecuente de sectores menos privilegiados. La apropiación excluyente de un recurso aumenta su valor y lo convierte en fuente potencial de riqueza y poder pues, a través de su control, se fuerzan intercambios desiguales. Para efectos del presente análisis interesan, en especial, el aprovechamiento de recursos renovables como tierras de cultivo, aguas, bosques, caza, pesca, y el de la mano de obra necesaria para hacerlo. No se puede evitar hacer referencia a recursos no renovables, en especial al oro que fue, en términos económicos, el principal recurso del país, alrededor de cuya explotación se organiza la economía durante gran parte de la historia nacional15 .

Las interacciones alrededor de la explotación de los recursos y de la riqueza juegan un papel de especial importancia en siglos pasados; no por ello hoy, cuando la dependencia social respecto a la naturaleza pareciera en parte superada por avances tecnológicos, han perdido importancia. Por el contrario; si bien la caza, por ejemplo, ya no es crítica para la sociedad, el agua lo es de manera cada vez mayor, e incluso aire de buena calidad escasea en muchas partes. Además, otros recursos aumentan su valor y se tornan fuente de conflictos: biodiversidad, patrimonio genético, especies promisorias, equilibrios climáticos e hidrológicos, ecosistemas y ecorregiones estratégicos, cuencas internacionales.

2. UN MODELO SISTÉMICO

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