Pueblos Indigenas
sergioyfrancis22 de Julio de 2012
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APROXIMACIÓN AL PROCESO HISTÓRICO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN AMÉRICA ANTES DE LA COLONIZACIÓN EUROPEA.
LOS PUEBLOS AMERICANOS ANTES DE LA INVASIÓN
Antes de la invasión de los conquistadores europeos, muchos de los pueblos que habitaban América habían alcanzado a desarrollar sociedades urbanas importantes, basada en el trabajo del hombre; mientras que otros, sólo practicaban una agricultura simple o se dedicaban a la caza y la recolección. Los mayas, aztecas e incas construyeron complejas obras de riego, aplicaron técnicas agrícolas y organizaron Estados teocráticos. También inventaron un calendario de 365 días (mientras que Europa se guiaba por el gregoriano, menos exacto que el maya) y un alfabeto. Pero quizás, lo que más se destaca es la ciudad de Teotihuacán que en el año 500 D.c. era la ciudad más grande del mundo con 200.000 habitantes.
Los aborígenes aseguraban sus alimentos y demás bienes necesarios para vivir, a través de relaciones de reciprocidad y redistribución. La primera, consistía en la práctica de la solidaridad y ayuda mutua entre los miembros de la comunidad. Se ayudaban entre sí a cultivar y a cosechar. Mientras que la redistribución, consistía en el cobro de fuertes tributos en productos y en trabajo que eran contabilizados para determinar en que zonas sobraban o faltaban alimentos para luego distribuirlos en las poblaciones más necesitadas. Esto confirma el espíritu comunitario de los pueblos aborígenes americanos.
LA INVASIÓN
Al llegar el invasor ibérico con toda su maquinaria bélica y su ideología despectiva de superioridad, comienza a construir al "indio" como ser inferior, bárbaro. Por lo general, antes de la conquista de América, el conquistador hacía suya la cultura del conquistado, al mismo tiempo que enriquecía la de éste. Todo lo contrario ocurrió en América, el conquistador y el conquistado se presentan como oposiciones cerradas, imposibles de sintetizar. El conquistador no quiere ser asimilado, pero tampoco asimilar. Busca imponerse manteniendo su propia identidad, no quiere ser identificado con los hombres y pueblos que ha sometido. Los conquistadores ibéricos trataron de imponer su cultura y de extirpar la aborigen, ya que era vista como "demoníaca".
Los europeos no pudieron desarraigar la cultura aborigen, pese a que destruyeron templos, dioses y otras expresiones culturales. Debido a este fracaso, se planteó otra estrategia: la cristianización. Los ibéricos intentaron buscar una justificación filosófica y moral para la conquista. La encontraron en Aristóteles que decía: "Algunos seres desde el momento en que nacen, están destinados, uno a obedecer y otros a mandar". Según esta visión, no todos los hombres son iguales, sino distintos por naturaleza.
Aristóteles afirmaba: "La naturaleza... hace distintos los cuerpos de los hombres libres y de los esclavos, dando a éstos el vigor necesario para las obras penosas y haciendo a los primeros incapaces para los trabajos duros". O sea, que los indios sabían hacer, estaban capacitados, pero no sabían cómo; quien se lo debía decir era el europeo.
Ante todo esto, la iglesia católica creía que los errores paganos debían ser desarraigados y la verdad cristiana impuesta a toda costa. Hubo numerosos teólogos, como Juan Guinés de Sepúlveda, que estuvieron de acuerdo con la conversión forzada de los indios, mientras que otros como Bartolomé de Las Casas, sólo aceptaban la persuasión como único medio para la evangelización. Pero nadie reconoció en aquella época el derecho de los indígenas a mantener su propia religión.
Juan Guinés de Sepúlveda decía que los indios no fueron creados por Dios y que no son personas ya que viven fuera de la "ley natural", debido a su comportamiento. Dicha ley establece que lo perfecto domina a lo imperfecto, por lo que, la supuesta superioridad de los españoles será el derecho a dominar y a conquistar al indígena.
Sepúlveda también afirmaba que los aborígenes estaban mucho más abajo que lo humano, cercano a lo animal. Decía que eran débiles, cobardes, tímidos y carecían de virtud.
Todo lo contrario pensaba Bartolomé de Las Casas, que creía que, si bien el indio era débil, también era un hombre y como tal, ante los ojos de Dios, era igual que un español, por lo cual este último debía cuidarlo y educarlo. Pero más allá de estas teorías, lo que ocurrió en América fue un verdadero genocidio seguido de un fuerte etnocidio, muy importante para la construcción del indio como ser inferior.
CONSECUENCIAS DE LA INVASION
Es relevante tener en cuenta que en 1492, la cultura ibérica no era necesariamente moderna y racionalista, ni tampoco quienes manejaban el aparato colonizador; ni los invasores, eran precisamente una luminaria, sino más bien, estaban influenciados por la religión y la intolerancia que se desprendía de ésta, debido a lo cual sólo podían mirar a los indios a través de su estrecho prisma cultural. Los indios tenían que ser convertidos a la religión verdadera, pero a cambio de su oro y sus tierras. En caso de la más mínima resistencia se recurría a la violencia.
Esto ocurría con vertiginosa frecuencia, ya que los conquistadores justificaban a través de la religión la explotación, la esclavitud y los malos tratos. Toda esta violencia y esta masacre terminaron por convertir a los aborígenes en indios, ya que ellos mismo se convencieron de la superioridad europea. Las atrocidades realizadas por estos últimos no se pueden explicar solo por la codicia y el poder, sino también por una construcción de los indios por los españoles, como seres inferiores, a medio camino entre lo humano y lo animal, como pregonaba Sepúlveda.
La conquista y colonización de América se refiere al proceso histórico por el cual diversas potencias europeas conquistaron y establecieron sistemas de dominación colonial en el continente americano, desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX. Este proceso implicó la desaparición de los grandes imperios americanos, particularmente el Imperio inca y el Imperio azteca, así como el colapso demográfico de la población americana. Simultáneamente, las potencias coloniales impusieron el uso generalizado de idiomas europeos en América, principalmente el español, el inglés y el portugués.
EL TRABAJO INDIGENA
A partir de la llegada de los europeos a América, las condiciones de vida de los indígenas americanos se deterioraron notablemente. Fueron obligados a realizar trabajos muy duros; se les quitaron sus tierras (algunos pueblos fueron trasladados por la fuerza a otros lugares); ya no pudieron trabajar en comunidad para asegurar la subsistencia de todo el grupo. La mortalidad aumento por este deterioro general de las condiciones de vida y porque muchos fueron exterminados murieron debido a epidemias de enfermedades introducidas por los europeos, como la viruela.
Los que sobrevivieron y sus descendientes se fueron incorporando de diversas maneras a las nuevas sociedades americanas, y en la mayoría de las veces realizando trabajo poco calificados, en situación precaria y con baja remuneración. Desde entonces, la mayoría de los descendientes de los aborígenes han vivido en condiciones de pobreza en áreas rurales (como por ejemplo en Colombia, Guatemala, México, Perú, Paraguay, Ecuador o Bolivia) o en reservas (este tipo de asentamientos se ha organizado sobre todo en los países anglosajones). Hoy es cada vez mayor la cantidad de aborígenes que viven en ciudades. Su objetivo es encontrar trabajo y mejorar sus ingresos; pero en la ciudad es más difícil mantener las propias costumbres y valores culturales. Por otra parte se han desarrollado distintos movimientos y organizaciones que procuran reivindicar sus derechos y sus culturas, algunos gobiernos se han preocupado por mejorar las condiciones de vida de la población aborigen y por reconocer algunos derechos, como el de aprender en las escuelas en su propia lengua además de hacerlo en la lengua oficial.
CONTEXTO HISTÓRICO VENEZOLANO.
Los pueblos indígenas que en la actualidad habitan territorio venezolano, desciende de los grupos que ya se encontraban en el territorio del país en el momento del arribo de los colonizadores.
Una de las características de estos pueblos es, haberse mantenido relativamente aislados, han preservado en mayor o menor medidas las costumbres y tradiciones de sus antepasados.
Cada pueblo indígena ocupa un territorio que, de acuerdo a sus creencias, les fue otorgado por los Dioses. Son lugares sagrados a los que les deben cuidado y respeto y en los que viven organizados en pequeñas comunidades o poblados. Estas comunidades generalmente son independientes económica y políticamente unas de otras, aunque mantienen entre sí estrechas relaciones sociales.
Los cabeza de familia o jefes de cada una de las familias de la comunidad, conforman una especie de consejo reconocido como la máxima autoridad. Entre los miembros de ese consejo se escoge uno de ellos para que los represente en sus relaciones con otras comunidades.
Estos jefes basan su poder en el prestigio que les proporciona su conocimiento sobre la historia sagrada, rituales y ceremonias, técnicas de caza y pesca, construcción de viviendas, comercio, etc. A su sabiduría deben agregarse la ecuanimidad, la tolerancia y el buen juicio.
Su liderazgo es reconocido por todos, pero no pueden imponer su voluntad, ni ejercer su poder sobre los otros miembros de la comunidad. En algunas etnias la autoridad se transmite de padres a hijos dentro de un mismo grupo. Las decisiones que afectan a la comunidad son tomadas de forma
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