Que Es Lo Publico

¿Qué es lo público?

Izquierda y derecha empobrecen el concepto de lo público cuando lo entienden como estatismo. Hace siglos, Kant habló sobre lo público como aquel ámbito en el cual los seres humanos deliberan mediante el uso libre de su razón. Lo público aquí implica visibilidad, pues requiere de diálogo.

por Hugo Herrera - 23/10/2012 - 04:00

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NUESTRA sociedad atraviesa por una discusión fundamental que se ha dado de manera algo confusa. Estamos ante un cambio profundo, pero no sabemos bien lo que pasa. De un lado estudiantes, obispos y ciudadanos claman por mayor participación, por reconocimiento de los excluidos, rechazan un modelo de prosperidad centrado en la libertad económica y cuyo paradigma de esparcimiento es el mall. De otro, hay quienes desconfían del intervencionismo social o estatal y defienden la libertad como ausencia de intrusión en los propios asuntos.

Allá y acá hablan de “lo público”, pero preponderantemente en un sentido que confunde. Lo público parece ser el Estado. Si los estudiantes dicen universidad pública, eso es universidad estatal. Si cierta derecha indica lo público, entonces se refiere a politización, estatismo o intervencionismo. La discusión alcanza así un punto muerto: unos piden más Estado, otros más libertad. Pero, ¿no hay otra forma de ver las cosas?

Me parece que sí. Izquierda y derecha empobrecen el concepto de lo público cuando lo entienden como estatismo. Lo público es distinto del Estado. El Parlamento, por ejemplo, institución estatal, muchas veces opera como un mercado donde se transan votos que parlamentarios endosan a sus dirigentes. Una institución pública (estatal) actúa según lógica privada (mercado). A la inversa, la Universidad Austral y la Católica son privadas. Sin embargo, no parece allí ser el interés egoísta o el lucro, sino la enseñanza y la investigación, lo fundamental. Instituciones privadas operan según una lógica de interés público.

Estos ejemplos permitirían arriesgarnos a darle otra vuelta de tuerca a la discusión y repensar lo público como distinto de lo estatal.

Hace siglos, Kant habló sobre lo público como aquel ámbito en el cual los seres humanos deliberan mediante el uso libre de su razón. Lo público aquí implica visibilidad, pues requiere de diálogo; también del reconocimiento del otro como persona capaz de usar su razón.

En el ámbito público ocurre, además, que las voluntades particulares ceden paso al interés general, el egoísmo y el mercado a una comunidad de iguales, ya que en la deliberación pública tienen más aceptación las opiniones razonables para todos, o al menos para la mayoría, y carece de sentido postular soluciones que me convengan sólo a mí y a mis secuaces.

Cuando tengo la ocasión de deliberar frecuentemente con mis conciudadanos, vecinos, colegas, esa participación constante va acostumbrándome a esgrimir argumentos razonables y a respetar a quienes intervienen allí. De este modo se construye lealtad social, ciudadanía, y en último término, solidaridad.

Si se tomara conciencia de esta comprensión de lo público, sería posible destrabar al menos parte de nuestros conflictos. El estatista no podría sino aceptar que lo público es una exigencia con la que el Estado no siempre cumple y que, por ejemplo, estatizar toda la educación no es una solución infalible. El liberal, de su lado, tendría que admitir lo razonable que es restringir el mercado cuando se vuelve irracional, monopólico, abusivo; que la concentración de poder económico puede terminar aboliendo la libertad de los ciudadanos como consumidores o trabajadores, o incluso amenazar la independencia del poder político.

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