Querías Ser Educadora

El 10 de agosto del 2009 recibí la noticia, había sido aceptada en la Escuela Normal para Educadoras de Arandas, después de un largo trámite y de mucho esfuerzo había logrado mi meta.

Soy la menor de 5 hijos, los cuales nos desarrollamos dentro de un ambiente familiar sólido y estable. Mis tardes de infancia estuvieron rodeadas de hojas, lápices, borradores, plumas, cuadernos, mochilas y muchos otros útiles escolares. Mi madre, me comentaba que desde pequeña jugaba con mi hermana a la escuelita y como no hacerlo si era lo que veía a diario; mi padre es maestro, todos mis hermanos mayores son profesionista así que los roles maestro – alumno a toda hora estaban presentes en mi hogar.

Al llegar a la adolescencia hubo muchos cambios en mi vida, pero la idea de ser maestra siguió intacta, claro ahora contaba una visión un poco más centrada, ser docente era una forma de dejar huella en la vida de muchísimas personas y a la vez en toda una comunidad.

Se llego el momento de salir de la preparatoria y elegir una carrera, tanto como en la escuela como en mi casa me presentaron información sobre cientos de universidades y de profesiones, había tantas posibles opciones frente a mí, pero en ningún momento dude, solo consolide mi idea, quería ser educadora.

Y fue así que en el verano del 2009 ingrese la ENEA, arribe con mucho entusiasmo, temor, alegría, nostalgia pero sobre todo con muchas expectativas e ideas acerca de los niños y que es ser una educadora, que ahora después de un año de instancia en esta institución, estas ideas se han visto ampliadas, mejoradas o corregidas. En el siguiente fragmento tomado de unos de mis escritos realizados en primer semestre así describía la labor docente.

Mi labor como maestra será formar a los niños y acercarlos con sus padres y con la sociedad por medio de dinámicas, aunque también me gustaría encargarme de formar la mesa directiva y apoyar a los padres de familia en todas las actividades que realicen; y recibir de ellos una respuesta activa antes los problemas y las diferentes situaciones que se presenten (Escrito personal “Como será la escuela”, 1° semestre.)

Respecto a los niños y la influencia que tiene su familia sobre ellos, mis creencias eran muy limitadas y superficiales, de la siguiente manera era como describía a los infantes en edad preescolar.

Normalmente los niños entran alas 4 años al jardín de niños. Y es a esta edad es cuando los niños hablan mucho, hacen muchas preguntas, imitan a los adultos, comienzan a examinar sus actividades física. Revelan con sinceridad sus sentimientos ya sea oralmente o con actos. Les gusta competir, pero nos les gusta perder. La mayoría demanda mucha atención. Pero el jardín de niños debe enseñarles a tomar turnos y a respetar el turno de los demás. Así como el cuidado físico, la nutrición adecuada, la estimulación correcta del lenguaje, desarrollo de habilidades motoras, aprender a cooperar, ayudar y compartir. E iniciar con sus primeras experiencias en la lectura y la escritura (Escrito personal sobre el Carácter integral del desarrollo infantil. Primer semestre)

Pero ahora que curso el tercer semestre de la licenciatura, mis conocimientos sobre el desarrollo infantil y la labor docente se han visto ampliados de la siguiente manera, he comprendido que el trabajo de la educadora no solo consiste en realizar actividades con los niños, si no que para realizar dichas actividades, deben existir planeaciones con requerimientos específicos y deben estar diseñadas en base a las características de los niños, sus conocimientos, sus necesidades y sus intereses. Siendo consientes de que cada niño tiene su ritmo y su estilo de maduración, desarrollo y aprendizaje. por ello, la intervención docente ha de ser personalizada, es decir atendiendo la diversidad existente frente al grupo.

En el texto elaborado por Mirtha G. Aquino, ella define planear como “pensar lo que se pude hacer, a partir de lo que se debe hacer” (1999:62), ella misma afirma que no es una tarea fácil y que requiere ciertas competencias profesionales así como de tiempo. Y en el texto de Bredekamp, se afirma que una practica adecuada seria cuando “Los maestros conocen bien a cada niño y diseñan actividades basadas en su conocimiento de las diferentes habilidades, niveles de desarrollo y enfoques al aprendizaje de cada individuo.(1986:178)

Porque si lo antes mencionado no se toma en cuenta las actividades tienen una probabilidad muy alta de fracasar, como me sucedió en mi primera jornada de observación practica, del tercer semestre, realizada en el Jardín de Niños Cuauhtémoc T/V con el grupo de 3°B, ya que mis actividades fueron planeadas desconociendo datos tan necesarios como lo es la edad.

Di las indicaciones y expliqué la actividad llamada “El ahorcado”. Consistió en formar dos equipos, los cuales fueron hechos por la educadora, posteriormente dibuje dos árboles uno en cada extremo del pizarrón y entre ellos coloque 4 rayas. Pedí a los alumnos respetar turnos y guardas silencio mientras en otro equipo participaba. Solicite al equipo número uno, mencionaran una letra, nadie participo hasta que mencione el nombre de un niño, el respondió: ocho, pregunte al resto del grupo ¿el ocho es una letra? a coro contestaron que no, así que insistí nuevamente se quedaron callados hasta que la maestra exigió una respuesta. Juan Pablo mencionó la letra e pero esta letra no apareció en la palabra en juego. Así que coloqué la cabeza bajo el árbol del equipo uno.

Lo mismo sucedió con el equipo número dos, pero esta vez cuando Carlos estaba mencionando la letra o, la madre de Ángel toco la puerta del salón, y pidió permiso para pasar, llevando con ella un pastel, gelatinas y molotes para festejar el cumpleaños de su hijo. (Diario del día 14 de octubre en la 1° Jornada de observación y practica, Tercer Semestre.)

En cambio, si se planea una actividad con materiales que despierten la atención de los niños, que sean llamativos, novedosos y cumplan ciertas características como los que menciona Gallego,

*Seguridad: no tóxicos, con bordes redondeados, no cortantes, no ingeribles, no peligrosos, etc.

*Solidez: Que no se rompan fácilmente, sin que por ello dejen de ser manejables y asequibles.

*Adecuados: que provoquen estímulos de acuerdo con el nivel de desarrollo real de los niños y las niñas

*Atractivos y estimulantes: que diviertan y proporcionen placer, posibilitando usos múltiples y juegos diversos.

*Sugestivos: que inciten, apoyen y potencien la actividad infantil, pero que

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