Quien Se Llevo Mi Queso?

¿Quien se ha llevado mi queso?

Introducción:

La historia comienza cuando cinco amigos Angela, Nathan, Jessica, Carlos y Miguel hacen una reunión de exalumnos, todos recuerdan como eran sus vidas y como enfrentaban los problemas en los tiempos de estudio; nunca imaginaron que tomarían caminos distintos a los que ellos mismos habían previsto. Cada uno de ellos intentaba afrontar los cambios inesperados que se estaban produciendo en su vida en los últimos años. Y casi todos los asistentes admitieron que no habían encontrado una buena manera de hacerlo.

Como en todo grupo de amigos siempre hay una persona, que saca lo mejor de lo que le ha pasado en la vida y les comenta una historia que aprendió en su empresa.

¿Quién se ha llevado mi queso? Es un cuento sobre el cambio que tiene lugar en un laberinto donde cuatro personajes buscan queso. El queso es una metáfora de lo que uno quiere tener en la vida, ya sea un trabajo, una relación amorosa, dinero, una gran casa, libertad, salud, reconocimiento, paz interior, “un lugar en la Maestría de Ortodoncia”

Cada uno de nosotros tiene su propia idea de lo que es el queso, y va tras él porque cree que la hace feliz. Si lo consigue, casi siempre se encariña con él. Y si lo pierde o se lo quitan, la experiencia suele resultar difícil de aceptar.

En el cuanto, el laberinto representa el lugar donde pasas el tiempo en busca de lo que deseas. Puede ser la empresa donde se trabaja, las relaciones personales que se mantienen o “La Faculta de Odontología”.

Desarrollo.

Era una vez, un laberinto, en el cual vivían 4 personajes 2 ratones Fisgón y Escurridizo y 2 liliputienses Ham y Hew. Los cuatros vivían en el laberinto y todos los días los 4 dedicaban tiempo para buscar en el laberinto su tan preciado queso. Cada uno de los personajes poseía características muy distintivas por ejemplo Fisgón poseía una nariz muy poderosa, detectaba el queso a una amplia distancia; Escurridizo, siempre iba hacia adelante; Ham y Hew confiados en su inteligencia superior desarrollaron sistemas mas complejos de búsqueda. Con el tiempo, siguiendo cada uno su propio método, todos encontraron lo que habían estado buscando: un día, al final de uno de los pasillos, en la Central Quesera Q, dieron con el tipo de queso que querían.

Los 4 felices ante lo que sus ojos veían, disfrutaron el queso que había en ese lugar. Todos los días ambas parejas, se colocaban sus mandiles y sus tenis y se disponían a recorrer el laberinto.

Pasaron los días Fisgón y Escurridizo siempre se levantaban temprano se colocaban sus tenia y llegaban a este deposito de queso, inspeccionaban el área y después se colocaban sus tenis en el cuello, por si se veían en la necesidad de usarlas nuevamente y salir corriendo. En cambio Ham y Hew al principio se levantaban temprano, después lo hacían de manera perezosa, reflexionando para ellos mismo - De cualquier manera el queso esta ahí, no hay necesidad de ir de prisa.

Cierto día se mudaron muy cerca del depósito Q para evitar la fatiga de recorrer el laberinto, instalaron no solo sus casas, si no también sus vidas

Una mañana llegaron al depósito Fisgón y Escurridizo y notaron que ya no había queso, no les sorprendió aquella noticia por que desde hace tiempo notaban que la provisión de queso iba disminuyendo. Se vieron a los ojos y rápidamente salieron del depósito, y se adentraron nuevamente en el laberinto. Cuando llegaron Ham y Hew al deposito no podían creer lo que veían, cerraban sus ojos, tapaban sus oídos querían bloquear aquella realidad. Ambos discutían sobre las posibles causas, se quejaron ante la injusticia de la vida y decidieron esperar para ver si al día siguiente esto cambiaba.

Al dia siguiente llegaron Hem y Haw al deposito Q con la esperanza de que lo sucedido el día anterior fue una cruel y brutal pesadilla, pero al verlo nuevamente vacío comenzaron a lamentarse por la situación, ambos notaron la ausencia de sus compañeros, se preguntaron por Fisgón y Escurridizo y subestimándolos respondían ellos que van a saber, nosotros somos mas inteligentes, a lo que Haw respondió con cierta duda - y estamos actuando como tales? Seguía pasando el tiempo ambos deprimidos y con hambre, seguían a la espera de que se solucionara esta injusticia. Mas tarde Haw imaginaba a Fisgón y a Escurridizo encontrar queso nuevo y le motivaba la idea, Hem lo pensó pero rápidamente recordó su mente superior y pensó que si ellos, mentes superiores estaban pasándola mal, los 2 ratones debían estar perdidos y en peor estado. En efecto los ratones ya llevaban mucho camino recorrido, exploraron varias partes del laberinto que no conocían, se perdieron varias veces. Recorrían el camino uno y otra vez y después de un tiempo encontraron otro deposito, el deposito N, este deposito estaba repleto de queso, se miraban el uno al otro, era la mayor cantidad de queso que habían visto antes.

Mientras tanto Haw y Hem en el deposito Q seguían tratando de resolver el misterio de su queso, imaginaron que tal vez podría estar detrás de la pared, así que decidieron hacer un hoyo para explorar dicho deposito, fueron por toda la herramienta que disponían y lo que lograron fue increíble... Un gran hoyo en la pared, sin una pizca de queso.

Haw empezó a reflexionar sobre su comportamiento y le dijo a Hem que deberían adentrarse nuevamente en el laberinto en busca de queso, que lo único que estaban haciendo en ese deposito era perder el tiempo, que existía la posibilidad de encontrar mas queso en otros depósitos, Haw empezaba a convencerse a si mismo, a llenarse de valor, y estuvo a punto de irse a explorar el laberinto si no es por su compañero Hem, que lleno de su amargura y gran temor derribo las ilusiones de Haw haciendo abandonar este deseo.

Después Haw nuevamente empezó a reflexionar sobre su situación y comenzó a reírse de lo que les pasaba y de como actuaban ante la situación, recordo a sus 2 compañeros ratones que ya hacia tiempo que se habían ido, los imaginaba disfrutando de un nuevo queso; entonces logro armarse de valor, busco sus tenis, invito a su amigo Hem a recorrer el laberinto nuevamente, a lo cual Hem se negó rotundamente, entonces le pregunto a Hem por sus tenis, hacia tiempo que no los veía. Haw busco sus tenis hasta encontrarlos, se los puso y se adentro nuevamente en el laberinto.

Mientras Haw se preparaba para salir, empezó a sentirse más vivo al tomar conciencia de que por fin era capaz de reírse de sí mismo, vencer el miedo y seguir adelante.

Miró hacia la derecha. Era una zona del laberinto en la que nunca había estado y sintió miedo. Entonces, respiró hondo y se adentró

...