¿ Qué Representa Para Bird El Viaje A África En La Novela Una Cuestión Personal De Kenzaburo Oé?

¿Será que sólo realizando un viaje se puede encontrar la verdadera esencia de la vida?

¿Acaso se necesita estar lejos para poder observar nuestra existencia desde una perspectiva más objetiva?

Al comenzar la novela, es poco lo que le lleva al narrador para poder explicar el gran anhelo que representa viajar a África para Bird. Antes de conocer la situación en la que se encuentra el personaje, y de siquiera saber que su mujer se encuentra embarazada, el lector puede entender que lo único que le importa en aquel momento al japonés es realizar el al continente Africano.

El viaje en la literatura, desde La Odisea de Homero, representa una búsqueda en la vida del viajero. El mismo Ulises, rey de Ítaca, tiene que afrontarse con muchas adversidades para cumplir su cometido; adversidades con las que se topa el protagonista de Una Cuestión Personal el la búsqueda por cumplir su sueño eterno, pisar suelo africano.

Un viaje en la literatura representa todo el proceso de búsqueda, dificultades, crecimiento y realización de un personaje, al final puede o no, encontrarse aquello que fue el objeto de la búsqueda; sin embargo, lo importante de un viaje es la travesía en sí, más que el destino al que se espera llegar.

Por dicho motivo, en una obra literaria, una odisea puede tener diversos resultados que siempre culminarán en el crecimiento personal de aquel que realiza la travesía, sin importar si lo que se busca es la felicidad, la verdad, la inmortalidad, o una tierra prometida; el viajero terminará siendo completamente otro que al principio.

Para Bird, África representa el escape a su tediosa existencia. Él no ha sido feliz desde hace mucho tiempo, si es que alguna vez lo fue. Desde joven, siempre soñó con realizar exploraciones por los países africanos y disfrutar de las celebraciones en aldeas de Sudán donde pudiera satisfacer sus vicios. “Los exploradores coinciden invariablemente en que las celebraciones con abundante alcohol siguen siendo frecuentes en las aldeas africana. Ello permite que la vida en este hermoso país todavía carece de algo fundamental. Profundas insatisfacciones llevan a sus habitantes a la desesperación y el abandono de sí mismos” (Oé PDF 8) El protagonista sabe que en África no está mal visto perderse en las adicciones, sino que por el contrario, es algo común; a diferencia de Japón, donde la sociedad es muy exigente, crítica e intolerante al fracaso.

El joven profesor ,a lo largo de su breve vida, nunca tuvo fuertes convicciones mas que la de realizar el tan añorado viaje. Al contraer matrimonio, motivo que se esperaría le generara emoción o alegría, lo único que él pudo hacer fue sumergirse en una borrachera de setecientas horas. De igual manera, la noticia de ser padre jamás le generó una emoción positiva, sino que prefirió evitar pensar en el acontecimiento hasta que recibió la llamada que anunciaba la monstruosidad de su primogénito. En el ámbito meramente personal, en una primera ocasión abandonó su trabajo de licenciado y dejó inconclusos sus estudios de posgrado, hasta sucumbir por completo ante la tentación de la mediocridad. “Lo abandonó todo sin pensar, y pasaba el día entero, e incluso hasta bastante tarde por la noche, sentado en la cocina de su departamento, a oscuras, escuchando música y bebiendo whisky.” (Oé PDF 7,8 )

Su fijación por huir de Japón se volvía cada vez más una obsesión. El rechazo que posee hacia su cultura se puede ver manifestado de distintos modos; su apodo de prácticamente toda la vida es en inglés en vez de japonés, su trabajo y sus estudios estuvieron enfocados en letras inglesas y francesas, y la necesidad que siempre ha sentido por irse de ahí. Continuamente lee libros de autores africanos, adquiere diversos mapas

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