RESUMEN LA META

LA META

El libro comienza con un ultimátum del señor Peach a Rogo, el gerente de una planta productiva de la que hasta entonces no creía que tuviera problemas. Su reto será transformar una fábrica que cuenta con numerosos pedidos atrasados y un gran nivel de inventario que generan una mala situación económica, en una empresa con ganancias, y todo ello en tres meses como plazo máximo. Por suerte cuenta con la ayuda de un científico y un equipo de colaboradores que le guiarán y acompañarán el proceso.

Lo primero que hace es definir la meta de la empresa, que no es otra más que ganar dinero, ahora y siempre. Una vez conocida la finalidad de la empresa, se dispone a conocer los indicadores adecuados para conocer si realmente la empresa está encaminada hacia esa meta. Tras entender que actualmente están utilizando demasiados indicadores y que además distorsionan la realidad, decide utilizar 3 indicadores: ingresos, inventario y gastos de operación. Los ingresos se refieren al dinero generado a través de las ventas, el inventario es el dinero invertido en adquirir cosas que se pretenden vender y por último los gastos de operación son todos aquellos gastos derivados de transformar en inventario en ingresos netos. La utilización de estos parámetros lleva a Rogo a comprender que la gran inversión realizada en unos famosos robots no les acerca si no que les aleja de la meta.

En la excursión con su hijo, Rogo tiene otros dos conceptos en la mente, que son los sucesos dependientes y las fluctuaciones estadísticas. Los primeros hacen referencia a que en una fábrica unos sucesos deben llevarse a cabo para que luego otros puedan hacerse, y las fluctuaciones estadísticas indican que casi todas las cosas que son críticas en una empresa no pueden predecirse con anterioridad.

En una reunión con Jonah y con todo su equipo, este les explica que existen dos tipos de recursos, los que son cuellos de botella y los que no. Son los cuellos de botella los que definen la capacidad de la empresa. Tras una primera fase de identificación de éstos es de vital importancia realizar una buena gestión de ellos, tratando de liberar en lo posible estos recursos. En el libro recuperan una máquina vieja que había vendido y junto a otras dos máquinas disponibles en la empresa son capaces de realizar el mismo trabajo que el cuello de botella. También les resulta imprescindible comprender que la suma de óptimos locales no tiene por qué ser el óptimo global. Por ejemplo tener una máquina trabajando continuamente no se traduce en mayores ingresos si detrás tiene un recurso más lento, sólo genera un aumento del stock intermedio. Por este motivo, en un principio, en contra de muchos supuestos acumulados durante años, comienzan parando máquinas previas al cuello de botella para no generar mucho inventario.

Jonah les indica que hay cuatro tiempos en los que pueden trabajar

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