REUNIONES DE PADRES... ¿Para qué?, ¿cuando?, ¿cómo?

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INSTITUTO SUPERIOR MARÍA INMACULADA

PROFESORADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA

INFORME FINAL

Espacio Curricular: 

Seminario: Sujetos de la Educación y Convivencia Escolar.

Curso: Segundo Año

Río Cuarto, 2014

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN        

MARCO TEÓRICO        

ENTREVISTA        

CONSIDERACIONES FINALES        

ANEXOS        

Discurso del santo padre francisco        

    Reuniones de padres

“¿Qué uso hacen nuestros hijos de las redes sociales?”        

“Aprendiendo matemática hoy”        

BIBLIOGRAFÍA        

INTRODUCCIÓN

Al iniciar el cursado del segundo año del Profesorado en Educación Primaria, en el marco del seminario: “Sujetos de la Educación y Convivencia Escolar”, comenzamos a plantearnos y a tomar conciencia de las problemáticas relacionadas a nuestro futuro desempeño laboral en la escuela. De las diversas problemáticas que logramos advertir en la escuela de hoy, elegimos profundizar el tema de “las reuniones de padres”. En torno a esta temática se nos plantean una serie de interrogantes que aspiramos responder a lo largo de este trabajo:

• ¿Para qué y cómo convocar a una reunión de padres?
• ¿En qué momento del año?
• ¿Qué temas abordar? ¿Sólo reuniones informativas?
• ¿Cómo lograr una mayor asistencia por parte de los padres?
• ¿Qué pasa cuando la reunión no se plantea en el marco de la entrega de informes de avance escolar?
• ¿Cómo comenzar y finalizar la reunión?
• Los padres, ¿participarán o solo serán espectadores, meros receptores de información?
• ¿Cuánto deberá durar la reunión?

Cabe destacar que en este trabajo haremos foco en una parte de la temática elegida: los encuentros del docente con “el grupo” de padres.  En esta oportunidad no  analizaremos las reuniones de la maestra con los padres de alguno de sus alumnos en forma particular.  Nos interesa conocer y profundizar en la organización y manejo de las reuniones con el grupo total de padres, con el objetivo de ir formándonos en este aspecto de la vida docente.

Para acercarnos a las respuestas de los interrogantes expuestos anteriormente, en la primer parte de este trabajo, rescataremos el marco teórico necesario para adentrarnos en la  problemática planteada. Paralelamente realizaremos una entrevista recogiendo el testimonio de una docente de nivel primario de un colegio público de gestión privada, de la ciudad de Río Cuarto.  A continuación haremos una lectura crítica teniendo en cuenta los datos ofrecidos por la docente en la entrevista y el marco referencial planteado, y exhibiremos algunas conclusiones a las que arribamos.  Finalmente, presentaremos dos propuestas de “Reuniones de padres” planificadas durante el segundo taller integrador del segundo año del Profesorado de Educación Primaria.

MARCO TEÓRICO

Para aproximarnos a la respuesta de los interrogantes planteados al comienzo de este trabajo, primero será necesario rescatar algunos planteos teóricos que nos permitirán acercarnos a la  problemática presentada.  

"Necesitamos edificar, crear, construir, una cultura del encuentro"

(Papa Francisco)

El 10 de mayo de 2014 en el marco del evento 'La Iglesia por la Escuela' ^[1]promovido por la Conferencia episcopal italiana, el Papa Francisco expresaba que la escuela “es un lugar de encuentro. Y nosotros hoy tenemos necesidad de esta cultura del encuentro”.  Tomando esta frase del Papa, queremos reflexionar acerca de la importancia del encuentro y el diálogo entre la familia y la escuela en pos de la formación integral de los niños.  No se debe olvidar que al hablar de la alianza escuela-familia es el niño-alumno quien le da sentido y razón de ser a la institución educativa. No tendría sentido para la escuela servir a la familia y a la sociedad si su prioridad no fuera la formación del alumno como ser humano.  

En el discurso citado el Santo Padre afirma: “La familia es el primer núcleo de relaciones: la relación con el padre, la madre y los hermanos es la base, y nos acompaña siempre en la vida. Pero en la escuela nosotros “socializamos”: encontramos personas diferentes a nosotros, diferentes por edad, por cultura, por proveniencia, por capacidades diferentes… La escuela es la primera sociedad que integra a la familia.  La familia y la escuela ¡jamás van contrapuestas!  Son complementarias, y por lo tanto es importante que colaboren, en el respeto recíproco.”  Estas palabras del Francisco deben movilizar el corazón del docente cristiano desde lo más profundo, y necesariamente envuelven la vida de toda la escuela.

En sintonía con las palabras del Papa, las autoras Cecilia Reynoso e Inés Micheli,^[2] expresan que la familia, “célula básica de la sociedad”, tiene en sus manos, como primera responsable, la función educativa de los niños.  Ellos transitarán, durante su crecimiento, un camino de búsqueda y concreción de su identidad, como seres semejantes y diferentes de los otros.  Este desarrollo será posible gracias a los dos grupos humanos con los que se relacionará: el grupo de origen, la familia, y el grupo escolar, en el que deberá relacionarse con otros adultos significativos y con otros niños.  

Entre la familia y la escuela se establece una particular relación de confianza, mediante la cual los padres delegan autoridad, funciones, objetivos, etc., en la institución a la que confían sus hijos.  

Esa relación de confianza es la que determina, matiza y da forma al binomio familia-escuela, que debe estar marcado por una actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde padres y maestros establezcan una vía abierta de información y de orientación sobre la educación de los niños, y además la necesidad de aunar esfuerzos de los adultos: padres y docentes, porque ambos necesitan intercambiar información sustancial, encontrar criterios comunes y alcanzar acuerdos que garanticen que los niños crezcan en un marco de mayor coherencia.  

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