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ROLLS-ROYCE ALLISON SERIE 250-C30 MANUAL DE OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2013  •  824 Palabras (4 Páginas)  •  1.469 Visitas

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Para Bourdieu el concepto de "capital simbólico”, tiene particular importancia.

“El capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales dotados de las categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y reconocerla, se vuelve simbólicamente eficiente, como una verdadera fuerza mágica: una propiedad que, porque responde a unas ‘expectativas colectivas’, socialmente constituidas, a unas creencias, ejerce una especie de acción a distancia, sin contacto físico”.

La distinción, o capital simbólico, es el capital de cualquier especie, percibido por un agente dotado de categorías de percepción que provienen de la incorporación de la estructura en su distribución, es decir, cuando es percibido como natural.

Para que un valor sea percibido como tal, se generan toda una serie de acciones cuya función es la construcción de la creencia que perciba, reconociéndolo, el valor. Sólo así puede funcionar el concepto de capital simbólico. Dentro de este marco, es comprensible que Bourdieu se haya dedicado al análisis de los campos en los que es especialmente señalada la configuración de los valores simbólicos: el estado, la burocracia, la iglesia, el mundo académico. Bourdieu apunta en este sentido.

Bourdieu presenta una teoría del espacio social que supone una ruptura con la teoría de mayor influencia en este campo, la teoría marxista. El desarrollo de su elaborada y compleja teoría, en donde el mundo social se entiende como un espacio de relaciones, fuerzas, capitales; lo conduce a encontrar en el campo simbólico, el lugar en donde se llevan a cabo, luchas determinantes de poder. Su teoría, construida en diálogo constante con la teoría de Marx, revela a ésta última, como el principal obstáculo para la formación de una adecuada teoría del mundo social.

Bourdieu continúa su planteamiento, estableciendo que la sociedad se articula en ámbitos que se entrecruzan. Las propiedades actuantes, retenidas como principios de construcción del espacio social, son las diferentes especies de poder o de capital, vigentes en los diferentes campos. La sociedad es un espacio social y sus campos se organizan en función de los capitales: el capital económico o capital objetivado, el capital cultural o capital incorporado, y, el capital simbólico.

El capital, entonces, es el conjunto de habilidades que tienen las personas para conducirse en situaciones determinadas.

El espacio social tiende a funcionar como un espacio simbólico, un espacio de estilos de vida y de grupos de estatus, caracterizados por diferentes estilos de vida.

Al hacer análisis de clase, hay que entender el campo objetivo de acuerdo a las clases sociales. Se debe de partir de las estructuras de relaciones objetivas, dadas por el tipo de capital que hay en un campo social.

El hecho de ocupar similares posiciones sociales hace que se den grupos con similares relación al poder y similares cuotas de capital. En efecto, esto es lo que Bourdieu define como la clase en el papel: “un conjunto de agentes que ocupan posiciones semejantes y que situados en condiciones semejantes y sometidos a condicionamientos semejantes tienen todas las probabilidades de tener disposiciones e intereses semejantes y de producir, por tanto, prácticas y tomas de posición semejantes”.

Así, la percepción del mundo social es el producto de una doble estructuración: objetivo, subjetivo.

Por el lado objetivo, socialmente estructurada porque las propiedades atribuidas a los agentes o a las instituciones se presentan en combinaciones, tienen probabilidades muy desiguales.

Por el lado subjetivo, está estructurada porque los esquemas de percepción y de apreciación, especialmente los que están inscritos en el lenguaje, expresan el estado de las relaciones de poder simbólico.

Bourdieu tiene su propia propuesta:

“La teoría de la acción que propongo (con la noción de habitus) equivale a decir que la mayor parte de las acciones humanas tienen como principio algo absolutamente distinto de la intención, es decir disposiciones adquiridas que hacen que la acción pueda y tenga que ser interpretada como orientada hacia tal o cual fin sin que quepa plantear por ello que como principio tenía el propósito consciente de ese fin”.

Bourdieu propone el ejemplo del "juego", en el que los jugadores, una vez que han interiorizado sus reglas, actúan conforme a ellas sin reflexionar sobre las mismas ni cuestionárselas.

Cabe aclarar que para Bourdieu, el Hábitus es la tendencia de obrar, pensar y salir. Una posición que toma el agente en la estructura social. Es decir, la realidad tiene un significado fundamental y es una estructura de relevancia para los seres humanos.

El propósito final de la sociología de Pierre Bourdieu sería la deducción de las reglas del juego partiendo de las acciones observables de los jugadores. El sociólogo tendría primero que determinar que tras ciertas acciones se esconde algún tipo de juego; tendría que establecer quiénes son los que están jugando; cuál es el espacio en el que se desarrolla ese posible juego (campo) y, una vez establecidas todas estas cosas, deducir de las acciones qué tipo de juego es el que practican. El juego es el conjunto de todo: acciones posibles, reglas, jugadores, beneficios que obtienen, estrategias para conseguirlos, terreno, etc.

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