Realidad Y Ficcion

Pedro Lemebel, un pequeño recorrido por su historia

Pedro Lemebel nació en Santiago de Chile el 21 de noviembre de 1952, de familia humilde, estudió Artes Plásticas, ejerció la docencia en dos Liceos en barrios periféricos pero fue despedido de ambos presumiblemente por su apariencia homosexual. Esa fue su última actuación en la docencia.

Luego de eso se integró a un taller literario donde escribió cuentos. Como Pedro Mardones (su nombre paterno) había obtenido el primer premio del Concurso nacional de cuento Javier Carrera en 1982, y su primer libro de relatos, Los incontables, es de 1986. Luego comienza a utilizar su apellido materno, explicando en una entrevista el porqué de este cambio: "El Lemebel es un gesto de alianza con lo femenino, inscribir un apellido materno, reconocer a mi madre huacha desde la ilegalidad homosexual y travesti” (1997).

Su trabajo cruzó la performance, el travestismo, la fotografía, el video y la instalación; pero también los reclamos de la memoria, los derechos humanos y la sexualidad, asi como la demanda de un lugar en el diálogo por la democracia. "Quizás esa primera experimentación con la plástica, la acción de arte...fue decisiva en la mudanza del cuento a la crónica. Es posible que esa exposición corporal en un marco político fuera evaporando la receta genérica del cuento...el intemporal cuento se hizo urgencia crónica...," recuenta Lemebel.

En 1995 Lemebel presenta su primer libro de crónicas, La esquina de mi corazón.

Sus cuentos describen su pensamiento

En los tres textos que analizaremos Lemebel deja plasmada su ideología, su pena por una sociedad inmersa en el hambre, en el golpe de estado, su respeto por la mujer.

En los tres se refiere a mujeres, todas con vidas distintas, en Bésame otra vez forastero es una vieja obsesionada por los jóvenes, en Las joyas del golpe, una señora de la alta sociedad casada con un militar, y en La payita la secretaria de Allende a quien los militares derrocan. Lo que tienen en común estas mujeres es la soledad en la que terminan sus días, la vieja muere sola y descubren su cuerpo meses después, Mimí Barrenechea acaba desolada sintiéndose estafada, y la Payita exiliada, oculta para salvar su vida. A las tres la sociedad las ha marcado, la primera ha vivido marginada y muerto de la misma manera, a Mimí la estafaron, le robaron sus ideales, y la Payita que ha tenido que vivir oculta desde el derrocamiento de Allende para salvar su vida.

En todos demuestra su desprecio por una sociedad que sobrevive a las penurias, a las que, simplemente, les pasa la vida.

Utiliza gran cantidad de recursos literarios:

Todos sus textos están plagados de simbolismos, de modismos,

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