Reflexión embarazo adolescente

Chica embarazada…

No es sencillo ser adolescente ya que nosotros estamos confundidos con todos los cambios tanto físicos como psicológicos, muchas veces nos sentimos incomprendidos y es fácil enamorarnos.

Ahora comprendo que el estar enamorado a esta edad puede ser complicado, porque es fácil que te guste alguien, te pida que seas su novia y le digas que sí.  Al principio lo tomarás de la mano, querrás besarlo y se acariciarán. Como no estamos muy bien informados pasamos a realizar algunas otras cosas llamadas relaciones sexuales y pueden poner en riesgo nuestra salud, o modificarán nuestra vida.

Así fue como me pasó a mí, yo estaba segura de que mi novio me amaba y de que yo lo amaba a él. Ya teníamos seis meses de ser novios, ya habíamos vivido muchas cosas juntos; nos atraíamos físicamente, tanto que ya no nos conformábamos con caricias y besos, hasta que un día pasamos a aquella “prueba de amor” que comúnmente las parejas se piden para ver si en realidad se aman.

Como yo no estaba informada sobre todos aquellos métodos que ahora sé que existen, pasó aquello a los que muchos le llaman “accidente” y sí, como ya se han de imaginar resulté embarazada.

Después de un mes de haber tenido relaciones con mi novio comencé a tener náuseas y dolores de cabeza, al principio creí que solo era algún alimento que me había hecho daño, pero cuando vi que mi periodo no llegaba comencé a preocuparme. Yo no sabía qué hacer y le conté todo a mi mejor amiga, ella me dijo que para que no tuviera dudas me hiciera una prueba de embarazo y yo tenía miedo pero al final decidí hacérmela y me quedé impactada al saber que dentro de mí se estaba formando un bebé. Tenía mucho miedo, estaba confundida, no sabía cómo decirles a mis padres.

Busqué a mi novio para decirle que íbamos a tener un hijo, cuando le di la noticia él me decía que yo había tenido la culpa, y que él como iba a saber si en realidad era suyo y que si así  fuera, él no quería ser papá tan joven.

 Yo me puse triste por la reacción de mi novio que hasta llegué a pensar en abortar y seguir con mi vida normal, sin embargo no estaría respetando el derecho que tenía mi bebé de nacer ya que él era inocente de lo que pasaba, a parte ¿quién me aseguraría de que eso no iba a afectar mi salud?, miles de dudas daban vueltas por mi cabeza, yo no sabía que hacer ¿podría salir adelante sola?  ¡Ni de chiste! Si ni siquiera se cuidarme yo sola, sería como si una niña cuidara a su hermanito, solo que ahí no es del todo su responsabilidad y en este caso la responsabilidad sería 100% mía…al final, decidí que lo mejor era darles sola la noticia a mis papás; ellos se molestaron y se entristecieron, pero me dijeron que no me dejarían sola. Eso hizo que me sintiera más segura.

Seguí yendo a la escuela porque a mí me gustaba mucho, pero los susurros y burlas de mis compañeros terminaron por sacarme de ahí, ya que no podía soportarlos más.

Mis amigas ya no se juntaban conmigo porque sus padres decían que era una mala influencia y mi embarazo ya no me permitía divertirme de la misma manera que antes. Ya no era tan bonita y los niños ya ni siquiera se fijaban en mí porque iba a ser madre.

Con el paso del tiempo mi abdomen crecía, era pesado y me cansaba mucho ¡parecía que iba a reventar! y la gente me miraba como si tuviera una enfermedad contagiosa; pero aun así seguí adelante porque tenía la ilusión de conocer a mi bebé, ahora dejaba de pensar en mí y lo único que me importaba era él.

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