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Reproduccion En Bovino

lauraorejon21 de Noviembre de 2012

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PUBERTAD EN HEMBRAS

La pubertad en las hembras comienza con la primera ovulación (con o sin manifestación de celo) y termina una vez adquirida la ciclicidad, momento en que los ciclos estrales con manifestaciones externas de celo y ovulación se suceden a intervalos regulares (promedio en la vaquillona 20 días). Más estrictamente, el inicio endocrino de la pubertad podría establecerse en el primer pico preovulatorio de LH (hormona luteinizante). Todos los aconteci-mientos que se suceden inmediatamente antes de este hecho conforman el período prepuberal y los que se producen después, el período puberal.

El comienzo de la pubertad fluctúa entre los 4 y 20 meses, con un promedio de 9 a 11 meses. La raza y el estado de nutrición influyen notablemente en el comienzo de la pubertad.

Si antes de la madurez reproductiva en las hembras se exige el funcionamiento de los órganos de la reproducción (preñez), se provoca una depresión en el desarrollo final del cuerpo, atribuible en parte a una alteración que experimenta la funcionalidad de la pituitaria en su actividad reguladora del crecimiento, y en parte a problemas nutricionales.

Una correlación de suma importancia para el manejo es entre edad a la pubertad y fertilidad. Hay una correlación, a menor edad a la pubertad, mejor eficiencia reproductiva en la vida útil del animal. Por lo tanto, seleccionar por pubertad anticipada a las vaquillonas, da como resultado un rodeo fértil y con mayor longevidad productiva.

PUBERTAD EN MACHOS

La pubertad en el macho, lo mismo que en la hembra, tiene un comienzo variable y se halla subordinada a influencias idénticas, como la raza y la alimentación. El período prepuberal puede dividirse en varias etapas. Los testículos descienden al escroto en el momento del nacimiento. El tejido testicular comienza a diferenciarse a los 3 - 4 meses de edad con la aparición de espermatocitos. Hacia los 6 meses ya existen espermatozoides maduros. Después de los 7 meses los espermatozoides ya pueden tener capacidad fecundante (madurez sexual). La capacidad fecundante del semen puede ser bastante baja al principio, pero aumenta rápidamente con la edad.

La pubertad en los machos algunos autores la definen también como la edad a la cual un torito produce un líquido espermático que contiene como mínimo 500 espermatozoides por mm3 con no menos de 10 % de motilidad.

El deseo de copular (libido) es algo variable, pero generalmente sigue a la aparición de espermatozoides maduros, cuya presencia autoriza al uso muy limitado del macho. Es necesario tener en cuenta que si el macho es muy joven, pueden existir problemas mecánicos para la cópula, tales como que no alcance la vagina y/o que por el esfuerzo en alcanzarla se produzca un prolapso de recto.

Como en la vaquillona, el macho debe alcanzar cierto tamaño corporal antes de llegar a la pubertad, que se produce normalmente entre los 7 y 13 meses de edad, pero que puede retrasarse en caso de restricción alimenticia.

Algunos investigadores informan que, independientemente de las razas o sus cruzamientos, la circunferencia escrotal predice con mayor exactitud cuando un toro llega a la pubertad que otros índices como son el peso corporal o la edad. Los toros de este estudio llegaron a la pubertad con 27,9 cm (± 0,2 cm), siendo el desarrollo testicular posterior a la pubertad.

CICLO ESTRAL

El cambio rítmico de la conducta sexual surgido durante la pubertad en las vaquillonas es llamado estro. La combinación de los acontecimientos fisiológicos que comienzan en un período estral y terminan en el siguiente, reciben el nombre de ciclo estral. La hembra bovina no gestante, pospuberal, sana, bien alimentada y en condiciones ambientales normales de domesticación es un animal poliéstrico anual, que se mantiene así desde la pubertad hasta los 10-15 años, cuando comienzan los signos de senilidad.

Aunque la vaca no es un animal de reproducción estacional, su máxima fecundidad coincide con la primavera, y la mínima con el invierno y el verano. Este efecto estacional es más evidente cuanto más nos alejamos del ecuador.

PROESTRO

El período del proestro se caracteriza por crecimiento folicular y producción de estradiol (estrógeno), el cual aumenta el aporte sanguíneo al aparato genital tubular y produce edema del mismo desde la vulva a los oviductos. Los procesos de crecimiento son estimulados a lo largo de todo el aparato genital, pero especialmente en el útero. La vulva se edematiza, el vestíbulo se torna hiperhémico y las glándulas del cuello uterino y de la vagina producen una secreción serosa que recuerda un flujo vaginal claro. El crecimiento del folículo es suficiente para elevarlo y hacer protrusión sobre la superficie del ovario (folículo de De Graaf).

Este período dura de 2 a 4 días, y es donde culminan los preparativos del aparato genital de la hembra. En este período la hembra puede atraer al macho, pero no permite la monta.

ESTRO, SIGNOS EXTERNOS

El estro, celo o vaca alzada, es el período del deseo sexual, resultante de la acción del estradiol sobre el sistema nervioso central, lo que da origen a las manifestaciones síquicas características.

El útero es estimulado en grado suficiente como para que a la palpación rectal el miometrio revele un fuerte tono y el útero se encuentre ligeramente firme y erecto. Persiste la tumefacción de vulva y vagina, en las que se advierte hiperhemia. Por último, al cabo de 14 a 18 hs promedio el sistema nervioso de la hembra se torna refractario al estradiol y cesan en el animal todas las manifestaciones síquicas del celo. Desaparecen las tentativas para montar otras vacas, al mismo tiempo que tanto las hembras como los toros suprimen su tendencia, antes manifiesta, en el sentido de una atención apasionada, incluida la monta de la vaca en celo.

Mientras se eleva gradualmente el nivel de estradiol, disminuye el de la hormona folículo estimulante. Durante el proestro se inicia un aumento de los valores de la hormona luteinizante procedente de la hipófisis que produce liberación de estradiol. Enseguida, una oleada de hormona luteinizante causa ovulación y ayuda a la formación del cuerpo lúteo.

La vaca se diferencia de casi todos los demás animales domésticos por lo breve de su período de receptividad sexual. Según Blockey, en las hembras de razas británicas, en el:

11 % dura de 4 a 6 hs.

17 % dura de 7 a 9 hs.

59 % dura menos de 12 hs.

21 % dura de 10 a 12 hs.

20 % dura de 13 a 15 hs.

19 % dura 16 o mas hs.

En razas cebuínas estos valores son aún menores, con muchos síntomas imperceptibles, con picos de celos en horas de la noche, especialmente entre 20 y 21 hs y 4 y 5 hs.

Además, no ocurre ovulación hasta 12 a 16 hs de terminado el estro. Sin embargo, el intervalo entre el comienzo del estro y la ovulación es casi igual al de otras especies de animales domésticos, si exceptuamos la yegua.

Como el estro de la vaca es tan corto, es perfectamente posible que en las condiciones de campo pase inadvertido para el ganadero. De hecho, la vaca puede entrar en celo durante la noche, sin que nadie la observe. Por otra parte, la conducta de la vaca en celo es tan peculiar que puede identificarse fácilmente por simple observación del rodeo. La conducta típica de la vaca en estro incluye impulsos homosexuales manifestados por el deseo de cubrir a otras hembras, mientras que las vacas que no se hallan en celo tienden a montar a las que están en celo. La vaca en celo muestra deseo de permanecer en postura de cubrición, dejándose montar. Este es el síntoma definitorio del estado de celo.

Durante las 14 a 18 hs promedio en que la hembra permanece en celo, manifiesta inquietud, ansiedad, camina más, brama con frecuencia y come menos. Es frecuente ver a la vaca en celo caminar mientras sus compañeras están echadas. Las vacas que están entrando o saliendo del celo tratan de montar a sus compañeras, las molestan y suelen colocarse "cabeza a cabeza" con ellas. La actividad de monta tiende a crecer al aumentar el número de vacas en celo en un mismo día. El número de montas por vaca aumenta de dos a cuatro veces cuando dos o más vacas entran en celo simultáneamente, en comparación con las veces en que solo una vaca entra en celo. Las vacas en celo son "detectoras" de celo, y conviene no aislarlas del resto del rodeo. En general la producción de leche disminuye, (aunque puede darse el fenómeno inverso), el aparato genital se halla bajo dominio creciente de los estrógenos, aumenta la congestión de los genitales y se aprecia un incremento manifiesto de la secreción glandular en forma de moco viscoso, transparente, filante, que mana por la vulva y cuyo olor atrae y excita al toro. La vaca en celo permite la monta por otras vacas o el macho.

a) Moco filante, transparente, viscoso; b) Mucus ensuciando cola, raspaduras;

c) vaca en celo en posición de cubrición, d) Monta craneal

aceptando la monta por otra

e) Apoya el mentón

f) Monta activa; g) Monta pasiva

Otros signos indicadores de celo son la presencia de moco ensuciando cola y nalga, la desviación hacia adelante o denudación de los pelos de la raíz de la cola y de la grupa por las repetidas cubriciones de vacas y toros y las manchas a los lados del abdomen producidas por las patas delanteras de los animales que cubren a las

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