Resilencia

INTRODUCCIÓN

La idea de la resiliencia ha reforzado la perspectiva más actual, contextual y sistémica del desarrollo humano a nivel individual y social. Afirma que una vida difícil, precaria y conflictiva, no conduce de forma inevitable hacia la desadaptación y los trastornos psicológicos. Frente a los determinismos biológicos y medioambientales, la perspectiva de la resiliencia destaca la complejidad de la interacción humana y el papel activo/protagonismo del individuo en su desarrollo. Del mismo modo, insiste en que los contextos desfavorables y las catástrofes colectivas no afectan a todas las personas por igual. Las personas responden de manera diferente a los conflictos y al estrés.

La resiliencia no está en los seres excepcionales sino en las personas normales y en las variables naturales del entorno inmediato. Por eso se entiende que es una cualidad humana universal presente en todo tipo de situaciones difíciles y contextos desfavorecidos, guerra, violencia, desastres, maltratos, explotaciones, abusos, y sirve para hacerlos frente y salir fortalecido e incluso transformado de la experiencia

MARCO DE REFERENCIA

Resiliencia / resiliente La capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas. Resiliencia significa la capacidad de “resistir a” o de “resurgir de” un choque. La resiliencia de una comunidad con respecto a los posibles eventos que resulten de una amenaza se determina por el grado al que esa comunidad cuenta con los recursos necesarios y es capaz de organizarse tanto antes como durante los momentos apremiantes.

La palabra capacidad es clave para entender la resiliencia, pues se trata de aquella capacidad basada en distintas ventajas humanas, psicológicas, sociales, financieras, físicas, naturales o políticas. En el enfoque de resiliencia se reconoce que siempre hay capacidad en personas y comunidades.

El objetivo de fortalecer la resiliencia es aumentar esa capacidad de resistir a los efectos de la adversidad. Se puede considerar que la resiliencia sea la capacidad de una persona, una comunidad, una organización o un país. Un enfoque integral de la misma requiere comprender la interconexión que existe entre todos esos niveles y su vínculo con los planos regional y mundial. (resiliencia, 2012)

Uno de los principales retos para el desarrollo rural sostenible es el alivio de la pobreza. Con este fin, el desarrollo empresarial rural (DER) representa la opción más prometedora para lograr un impacto significativo. Sin embargo, tanto el sector público como el privado carecen de conceptos y enfoques eficaces para conformar y consolidar iniciativas empresariales rurales, que establezcan un balance cuidadoso entre las actividades con fines de subsistencia y las con fines comerciales de los hogares rurales. Por ello, el proceso de DER debe partir de un análisis de las disyuntivas entre la participación en las iniciativas empresariales y la producción de subsistencia, para definir el grado y la forma óptima de la organización empresarial para la inserción en la cadena productiva. (Donovan, 2013)

El análisis de medios de vida rurales se ejecuta a nivel del hogar y, de manera agregada, a nivel de comunidad o territorio. Se analiza la combinación y continua recombinación entre las actividades

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