Resumen Critico

Unidad I Encuadramiento Teórico y Conceptos Fundamentales

Teorías del Desarrollo

Ensayo

Por Mixtlixalli Romo Pérez

Un primer momento que debemos reconocer, cuando hablamos de Desarrollo, es el surgimiento de la categoría, ésta que designa una realidad y a su vez la construye. La primera unidad de análisis tiene que ser la de “progreso”. Ubicando dos aristas centrales, el momento histórico en el que surge y la naturaleza de su operatividad, como discurso y como acción política-económica.

La idea de progreso supone un proceso por el cual los grupos sociales han superado etapas, dando por hecho que algunos grupos lo harán a una velocidad distinta, pero aspirando siempre a la misma meta (NISBET: 1981, 19). Este concepto no fué fortuito ni azaroso. Está acompañado por el surgimiento del sistema-mundo capitalista, de Wallerstein. Éste lo define como el más grande “mito organizativo” de la historia (WALLERSTEIN: 1999, 64). La idea de progreso también permeo la institucionalización de las ciencias sociales. Por un lado se legitiman los campos del saber, que a su vez legitiman la construcción de conceptos como herramientas en la construcción de la realidad. Por otro lado se instaura un centro proveedor de verdades universales, desde el cuál se puede juzgar la “situación” en la que se encuentran otros grupos sociales.

En este mismo sentido entendemos que si las ciencias sociales se construyen desde la parametralidad de la idea de “progreso” y todo el sistema-discurso que conlleva, ésta misma no puede observar la realidad en su complejidad y mucho menos develar la operatividad del sistema mismo; a no ser que el Sujeto investigador pueda cambiar su colocación frente a la construcción de categorías, en este caso, la de progreso.

En este intento, por ver más allá de las implicaciones económicas nomotéticas, Wallerstein explica como los conceptos de “raza” y “subdesarrollo” dan cuenta de la lógica del Capitalismo contemporáneo. Y explica lo siguiente:

“… ambos son manifestaciones de un proceso elemental mediante el cual se ha organizado nuestro propio sistema histórico: un proceso que consiste en mantener gente afuera mientras se mantiene gente adentro…” (WALLERSTEIN: 1999,91)

El autor refiere que estos dos conceptos han servido de forma estructural en la consolidación y conformación, hasta el día de hoy, del Capitalismo, como sistema histórico. El sistema legitima a los grupos sociales en condiciones precarias manteniendo una relación entre el estatus de clase y el estatus étnico (WALLERSTEIN: 1999, 99), es decir, no es fortuito que el Estado emprenda políticas gubernamentales en favor de la “identidad”, puesto que valida la diferencia y la pobreza con elementos culturales. Y en esta misma dinámica de pertenecer y asumirse bajo un estandarte étnico, sucede un proceso bidireccional contrastante; les permite reclamos al sistema pero al mismo tiempo fortalecen el papel de oprimidos. (WALLERSTEIN: 1999, 98).

Así podemos señalar las características de la operatividad del Capitalismo y del sistema-mundo: a) la inequidad es inherente al sistema b) su organización es vertical y jerárquica c) igualdad y libertad como conceptos falseados que tienen como objetivo hacer Creer al Sujeto Colectivo d) Reivindica lo individual por sobre lo colectivo e) el diseño de la modernidad, desde la idea de progreso, funciona ligado a estructuras de violencia (BAUMAN: 2005, 44) y f) supone la concentración de la riqueza en manos de pocos.

Ahora bien, habiendo reconocido la operatividad del Capitalismo, ¿Cómo se han colocado las ciencias sociales para dar cuenta de esta realidad? ¿Hasta qué punto y qué medida la construcción de conceptos en las ciencias sociales, han derivado en un lenguaje que oculta la realidad de nuestro campo de observación?

Evidentemente las ciencias han

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