Resumen de La Enseñanza

La enseñanza:

Es la intención de transmitir algo a otra persona y consta de tres elementos: alguien que tiene un conocimiento, alguien que carece de él y un saber por ser transmitido. Se puede hablar de enseñanza por el solo hecho de intentar transmitir un conocimiento, independientemente de que se logre o no. Es decir, puede haber enseñanza sin que haya aprendizaje, aunque es necesario que exista la posibilidad del aprendizaje para que pueda haber una idea de enseñanza.

A su vez, la enseñanza implica siempre un “intento deliberado y relativamente sistemático de trasmitir un conocimiento”. La calidad de la enseñanza requiere cuestiones como los recursos empleados, el contexto y los modos, entre otras.

El hombre tiene la capacidad de “contar” y “mostrar” para enseñar. A diferencia de los animales, el hombre enseña porque lo hace deliberadamente. Y con los años se fue adquiriendo la consciencia de la capacidad para transformar el entorno y delinear el futuro, como por ejemplo mediante la enseñanza de los adultos a los jóvenes. Es así como este proceso natural y espontáneo fue mutando de hasta contener ciertas estructuras y sistemas, para convertirse en algo de responsabilidad colectiva: dejó de ser una actividad humana y se transformó en una “institución humana”. Es decir, se fue formalizando el proceso de la enseñanza a la vez que el Estado adquiría mayor injerencia en ella y la escuela se convertía en el “dispositivo pedagógico hegemónico”.

El problema surge a partir de la imposibilidad de transmitir «todo a todos» y la necesidad de definir, entonces, «qué a quiénes». La forma que asuma esta distribución segmentada del capital intelectual y técnico de una sociedad siempre se vincula y expresa la distribución del poder y los mecanismos de control vigentes en un contexto social dado.8 La enseñanza, entonces, nunca es neutral, siempre es una actividad política. La enseñanza no sólo tiene consecuencias sobre la vida de las personas, sino también sobre el devenir de las sociedades y el destino de las naciones. La enseñanza contribuye a formar un tipo de hombre y un tipo de sociedad.

Según detalla Camilloni, la enseñanza debe ser entendida como una construcción social. De este modo, la escuela se trata de un espacio social especializado, recortado y separado del ámbito social más amplio y que es interpretado como el lugar el ideal para representar el mundo exterior. Allí, el tiempo para adquirir los contenidos es dosificado, incide en la vida social y otorga roles asimétricos e intercambiables entre docentes y alumnos.

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