Roles Del Trabajo Social

I CAPÍTULO

EL PROMOTOR SOCIAL

1.1. DEFINICIÓN

Es aquel que interviene y estimula la organización coordinación y administración de los recursos humanos y materiales, dentro y fuera del ámbito educativo, a fin de lograr objetivos educacionales.

El Promotor Social, con su actual formación asume las transformaciones que demanda la sociedad, consolidando valores democráticos como la justicia, igualdad, equidad, libertad participación, cooperación y solidaridad , necesarios para avanzar en los procesos de cambio, de esta manera debe ser agente creativo, dinámico, con una actitud de servicio y apertura a nuevos conocimientos, para favorecer el progreso de la sociedad, de la nueva sociedad que se está formando con los cambios que se producen.

1.2. CUALIDADES

1.2.1. Conocimientos en:

• Planificación y organización de actividades sociales.

• Monitoreo y seguimiento de proyectos.

• Cultura popular.

• Redacción de informes.

• Computación básica.

1.2.2. Habilidad para:

• Planificar y coordinar eventos sociales.

• Tratar con público en general.

• Expresarse claramente en forma verbal y escrita.

• Organizar, orientar y dirigir grupos.

1.2.3. Destrezas en:

• El manejo de micro-computador.

• El manejo de material de oficina.

1.2.4. Adiestramiento requerido:

• Planificación de proyectos comunitarios.

• Promoción social.

• Computación.

1.3. ÁMBITO DE LA ACTUACIÓN

1.3.1. Materiales:

• Maneja constantemente equipos y materiales de fácil uso, siendo su responsabilidad directa y maneja periódicamente equipos y materiales medianamente complejos, siendo su responsabilidad indirecta.

1.3.2. Información confidencial:

• Maneja en forma indirecta un grado de confidencialidad bajo.

1.3.3. Toma de decisiones:

• Las decisiones que se toman se basan en procedimientos y experiencias anteriores para la ejecución normal del trabajo, a nivel operativo.

1.4. EL ROL DE PROMOTOR

Ser promotor no es un oficio fácil ni claramente definido. Su rol parece definirse ante todo por el sentido del trabajo y las habilidades que se requieren. Sus tareas y funciones no tienen un peso central; pasan a un segundo plano. De acuerdo a la manera en que el promotor describe su trabajo se perfilan dos grupos: los que se definen como los acompañantes, destacando su perspectiva política, y aquellos que ubicándose en un terreno más pragmático priorizan su aporte profesional.

Para presentar estos perfiles hemos ordenado la información alrededor de cuatro temas. El primero se refiere a sus funciones, el segundo a las habilidades que se requieren, el tercero a su relación con la población y el cuarto a sus expectativas futuras.

1.4.1. El rol del promotor y las relaciones con la población:

¿El promotor? Uno habla de investigación, otro de capacitación, otro de formación. Yo creo que todo está ligado. Pero el problema está en definirlo, no está claro.

En el trabajo de promoción un momento central es el encuentro entre los promotores y pobladores. Parte del éxito del proyecto depende de que este encuentro sea fructífero, que se cumplan los objetivos. Por ello, que el promotor logre comunicarse con la población, que esta acepte la propuesta y que las acciones diseñadas sean las apropiadas para conseguir los resultados esperados es de vital importancia. Sin embargo, esta posibilidad tropieza con dos problemas. El primero tiene que ver con los proyectos, su coherencia, pertenencia y viabilidad. El segundo, al cual nos queremos referir en este acápite, se refiere al promotor. Creemos que la ausencia de una definición precisa de sus funciones, así como la falta de atención a las dificultades de comunicación que se dan en el momento de la promoción, son dos elementos que inciden en el resultado de los proyectos.

En las ONG´s no hay una claridad respecto a las tareas que el promotor debe cumplir en las instituciones y en su relación con la población. Su estatus y sus roles son indefinidos. Se le contrata, se le dan orientaciones generales y se deja a su intuición el resto. Muchos promotores mencionan que al ingresar a trabajar no sabían lo que tenían que hacer.

Las responsabilidades, derechos y obligaciones son poco transparentes. De ahí que sea el propio promotor, en el ejercicio de su trabajo, el que define sus tareas y funciones. Sin embargo, la manera en que el promotor realiza su trabajo no siempre responde a las expectativas institucionales, ni estas son reconocidas y asumidas por el promotor como guía para su trabajo. De hecho, el modelo de promotor como guías para su trabajo. De hecho, el modelo de promotor propuesto desde las ONGD no propone tareas concretas que realmente sean útiles para el desarrollo de su trabajo.

A la poca claridad de sus funciones se suma una escasa atención a la dimensión pedagógica y de comunicación. Los problemas en la relación directa con la población han sido tratados como un asunto de manejo de técnicas de animación cuando en realidad lo que se tiene entre manos es una relación social difícil de manejar por ambas partes.

Se trata de un encuentro de un encuentro entre personas que son partes de grupos diferentes, con expectativas no siempre coincidentes. Si para el promotor sus funciones no son claras, no es difícil imaginar que para la población son menos transparentes aun las razones del encuentro. La interacción está marcada por diferencias sociales, culturales, étnicas o de género que afectan la manera en que se participa y los beneficios que

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