SISTEMA FORESTAL

LEGISLACIÓN DE SISTEMA FORESTAL

Las prácticas irregulares que se llevan a cabo en los bosques pueden adoptar varias formas, como por ejemplo la inobservancia de las normas y los reglamentos, la adopción de prácticas corruptas, el abuso de poder y la recolección y el comercio ilegales de productos. Asimismo, puede suponer la conversión ilegal de los bosques a otros usos de la tierra (deforestación) y, en general, la explotación forestal irracional (que conduce a la degradación forestal). La deforestación y la degradación de los bosques tienen impactos importantes, sobre todo negativos, en los medios de vida y el bienestar de las comunidades de las zonas rurales.

Recientemente, se ha prestado considerable atención a los problemas relacionados con la observancia de la legislación forestal y la gobernanza de los bosques en varios foros y procesos internacionales. Sin embargo, persiste una considerable incertidumbre sobre el grado en que los medios de vida locales y las economías nacionales se ven afectados por la escasa observancia de la legislación forestal y la débil gobernanza de los bosques y sobre cómo esas deficiencias se pueden abordar mejor en pos del manejo forestal sostenible (MFS).

La FAO y la OIMT consideran que la observancia de la legislación forestal y la buena gobernanza de los bosques son fundamentales para los países y las comunidades locales que dependen de los bosques.

Las dos organizaciones han colaborado a fin de esclarecer los problemas que aquejan la observancia de la legislación forestal y la gobernanza de los bosques y ayudar a los países a resolverlos. El objetivo del presente informe es resumir los resultados y las enseñanzas principales de cinco talleres regionales que la FAO y la OIMT organizaron conjuntamente en los trópicos sobre la observancia de la legislación forestal y la gobernanza de los bosques. En el informe se formulan una serie de recomendaciones, región por región, y se extraen algunas conclusiones generales sobre la base de los resultados de los talleres.

la observancia de la legislación forestal, que se basa en el reconocimiento cada vez mayor de la función que desempeñan los bosques en la mitigación del cambio climático y la adaptación a éste. La deforestación y la degradación de los bosques en las zonas tropicales representan el 20%, aproximadamente, de las emisiones globales de dióxido de carbono, lo que significa que los bosques son la segunda causa más importante del calentamiento del planeta, después de los combustibles fósiles, y la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en muchos países tropicales. La gestión correcta de los bosques y la reducción de la deforestación pueden contribuir en modo significativo a mitigar el cambio climático gracias a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los bosques y el secuestro de carbono en los bosques en crecimiento.

Habida cuenta de la importancia de los bosques para la mitigación del cambio climático, en el marco del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Plan de Acción de Bali se han formulado propuestas para prever medidas de reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques (REDD) en el ámbito de un régimen de cambio climático posterior a 2012. Entre esas medidas también se incluirían mecanismos de compensación importantes para fomentar la REDD. Para ello, se podrían destinar a los sectores forestales nacionales inversiones y flujos financieros de hasta 20 000 millones de USD al año, basándose en el supuesto de que esos flujos podrían incrementar los incentivos económicos para proteger los bosques y, por ende, ayudar a revertir los principales factores que originan la deforestación y la degradación forestal.

En muchos países tropicales, entre las causas históricas de la deforestación

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