SOMBREROS

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD DE MARGARITA UNIMAR

PORLAMAR – ESTADO NUEVA ESPARTA

Papel de la mujer en la sociedad. Discusión desde la técnica de los 6 sombreros de Edward de Bono.

INTEGRANTE:

Patricia Mendoza

Mayo, 2.011

LA TÉCNICA DE LOS SEIS SOMBREROS DE EDWARD DE BONO

La técnica de los seis sombreros de De Bono, es una herramienta útil para el desarrollo, organización y discusión de un tema, utilizando la metáfora del sombrero y sus colores para focalizar la atención en diferentes aspectos como información requerida, juicios de valor, sentimientos, posibilidades y generación de ideas propias. El objetivo de esta técnica es observar un problema desde diferentes puntos de vista. Cada sombrero representa una forma o dirección de pensamiento y juega un rol que debe ser tomado en consideración al enfrentarnos a un tema o problema que se analiza, para encontrar diferentes perspectivas de abordaje.

El sombrero blanco representa lo neutro y se refiere a hechos objetivos, datos y cifras. Aquí se solicita o requiere de información objetiva. La opinión personal no cuenta. El sombrero rojo representa sentimientos e intuiciones ante el hecho. El sombrero negro tiene que ver con sentimientos negativos alrededor del hecho, los argumentos en contra. El amarillo, con los sentimientos positivos que despierta el hecho en nosotros y las oportunidades que se vislumbran. El verde representa lo creativo, las ideas o soluciones. El azul es el sombrero del control, de la organización, de la definición del problema, de la visión global y conclusiones.

El siguiente diagrama es un esquema de lo que representa cada uno de estos sombreros:

SOMBRERO BLANCO

LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN LAS SOCIEDADES ANTIGUAS

La opinión que los antiguos griegos tenían de las mujeres se encuentra resumida en el relato que de su creación hace Hesíodo. Según este poeta, del siglo VII a.C., la primera mujer, Pandora, fue creada por Zeus como castigo a los hombres. De la caja de Pandora salían los dolores y las calamidades.

Aristóteles, filósofo del siglo IV a.C., cuyo pensamiento ejerció una notable influencia posterior, consideraba a las mujeres débiles y faltas de belleza, afirmación que bastaba para excluirlas de toda vida pública. Sin embargo, se sabe que en el Sumer (Sumeria), las mujeres participaron en las reuniones políticas, pero no podemos afirmar cuál era el papel que desempeñaban en ellas. Es significativo que, en la mitología del área mesopotámica, la asamblea de los dioses estuviese formada por dioses y diosas en pie de igualdad. En las más antiguas recopilaciones de leyes, como el Código de Hammurabí (II milenio a.C.), se reconocen a las mujeres derechos que en épocas posteriores, e incluso recientes a nosotros, habían perdido; por ejemplo, las mujeres, aún las casadas, estaban habilitadas para comprar y vender (incluido en este derecho las transacciones que se consideraban de más alto nivel, como la compraventa de esclavos, inmuebles y tierras). También podían arrendar, testificar, pedir préstamos o representar jurídicamente a otras personas. A través de las tablillas nos han llegado los nombres de mujeres que ejercieron como escribas en los palacios, de letradas y de médicos; las esposas de los reyes regentes, tenían su propio sello, que figuraba en todos los documentos al lado de los del rey, y poseían su propio palacio con empleados y sirvientes.

En Egipto, las mujeres tenían mayor libertad de movimientos, trabajaban en la industria textil y en la elaboración de alimentos, además de los numerosos testimonios que nos ha dejado el arte, con representaciones de mujeres ejerciendo los más diversos oficios (alfareras, agricultoras, etc.). Algunas, en momentos de inestabilidad política, llegaron a ocupar el trono. Las esposas de los faraones eran transmisoras de los derechos de soberanía y podían ejercer la regencia hasta que sus hijos alcanzaran la edad suficiente para reinar, y, en ocasiones, cuando sus esposos estaban ausentes, se ocupaban de las tareas de gobierno.

En cuanto a la educación, la formación que recibían las mujeres se fundamentaba en la opinión que de ellas tenían los griegos y se orientaba hacia su futuro, es decir, conseguir ser una buena esposa. Las niñas aprendían a hilar y a tejer, así como algo de música y danza. Por lo general, las mujeres no continuaban su formación una vez que habían contraído matrimonio.

En Grecia, las mujeres se preocuparon más de su formación intelectual. Hubo mujeres destacadas en la poesía lírica (Por ejemplo, Safo de Lesbos, la poetisa más conocida del mundo clásico). En ciencias, también se destacaron algunas mujeres, como Agnodice, médica ateniense del siglo IV a.C., que condenada a muerte por ejercer la medicina siendo mujer se salvó, según la leyenda, por la solidaridad de los atenienses que amenazaron con quitarse la vida si se ejecutaba la sentencia. Asimismo, Theano (siglo VI a.C.) escribió tratados de matemáticas, física y medicina, y se encargó, junto con sus hijas, de extender por toda Grecia las teorías pitagóricas.

A pesar de estos ejemplos, fueron pocas las mujeres que recibieron una educación que se extendiera más allá de prepararlas para desempeñar la función primordial de su vida: el matrimonio y, en general, ellas se encargaban del trabajo doméstico y su participación en la vida pública era de manera indirecta, a través del varón.

LA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LA EPOCA CONTEMPORANEA

A partir de finales del siglo XIX y comienzos del XX, se inició tímidamente en el mundo occidental una serie de movimientos a favor de la participación de la mujer en algunas actividades de la vida social, política y económica.

En Europa, la mujer tenía cantidad de deberes que por costumbre y por leyes no escritas existían.

...