“SUSTENTABILIDAD DEL DESARROLLO” O “SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA”

“SUSTENTABILIDAD DEL DESARROLLO”

O “SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA”

C. Camacho F,

INTRODUCCION

Desde los años sesenta, setenta, y luego de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano en Estocolmo de 1972, se tenía presente el concepto de la “conciencia ambiental”, pero fue hasta la conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, llevada a cabo en Río de Janeiro en 1992, que se impulsó el discurso del “desarrollo sostenible”, basados en la crisis ambiental presentada por los sistemas de producción que presentaban escases de recursos naturales. De allí parte todo un dilema en el que diferentes organizaciones buscan “ecologizar” la economía al juntar de alguna manera la conservación de la naturaleza al crecimiento económico.

DESARROLLO

El texto comienza su discurso mencionando de donde parte el concepto de “La sustentabilidad ecológica”, el cual responde a la globalización y que se expone como un criterio normativo para la reconstrucción del modelo económico, como un medio para permitir la sobrevivencia humana y que permita un “desarrollo” durable en los procesos de producción que atienden el mercado global; pero ¿a que se refieren ellos con desarrollo? si lo que proponen desde un principio es ajustar esta idea al modelo capitalista.

La principal causa que hizo que la idea racional de la económica tuviera que ser modificada se dio por el olvido de la naturaleza en la “esfera” de la producción, viéndose de manera clara con los procesos de destrucción ecológica, degradación ambiental y la escasez de los recursos en los sistemas de producción, donde se pensaba y se sigue pensando que el recurso “Tierra” es ilimitado. Una vez que se le dio valor a la naturaleza como “soporte, condición y potencial” del proceso de producción, se radicalizó el pensamiento de naturaleza en la producción mediante “estrategias” del ecodesarrollo, promoviendo el manejo prudente de los recursos en nuevos modelos de desarrollo.

Partiendo de esta situación de crisis ecológica, el concepto de “Ambiente” se une como una visión del desarrollo humano, pero que si bien entiendo por visión es un sueño que se puede o NO cumplir, es decir que se deja “a medias” el cambio a la preservación de la naturaleza atada a la racionalidad mecanicista que se mantiene vigente en la modernización; en vez de garantizarse un ambiente en la post-modernización de la civilización.

Aunque el texto mencione que se presenta la degradación ambiental como síntoma de una crisis de la civilización basada en la razón tecnológica por encima de la naturaleza, no es garantía hablar de una crisis de la civilización cuando es el modelo económico el que rige el estilo de vida en una civilización, el que genera demandas y ofertas de tecnología, el que limita la industria de una sociedad y el que determina la equidad social. La forma en la que se buscó modificar los modelos de producción era teniendo presente los límites de las leyes de la naturaleza, es decir que no es la demanda de producción de un lugar la que determina la cantidad de un producto sino es la capacidad ambiental la que determine la cantidad que se puede producir; pero esta idea contradecía la búsqueda que relacionara el “crecimiento económico con la conservación de la naturaleza”, de manera que se dejó de hablar de ecodesarrollo por “desarrollo sostenible”. Ahora este discurso de desarrollo sostenible fue sometido a los intereses de la globalización económica, quedando el ambiente atrapado en “las mallas del poder del discurso del crecimiento sostenible”.

Este “desarrollo sostenible” fue generalizado como el proceso que satisface a la población actual sin comprometer la capacidad de satisfacer a la población futura; una definición que en ningún lado menciona la seguridad ambiental, perdiendo el sentido de la idea de economía ecológica, pero nombrando a este vacío como sustentabilidad ecológica, la cual se constituye en una condición de la sostenibilidad del proceso económico.

Ahora estas ideas de desarrollo no les caen tan bien a todos los países ya que limitar los recursos de explotación es limitar las ganancias, por esto ciertos países defienden los intereses de las empresas transnacionales de apropiarse de los recursos

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