Semblanza Profesional

Es indudable aceptar que difiere mucho la primera idea de lo que implica el ser docente de cuando se toma la decisión de ingresar a la escuela normal y cuando se egresa de está, y aumenta más la brecha cuando se comienza a trabajar frente a grupo, atrás quedan las jornadas de observación y práctica y se comienza con la responsabilidad de ser el conductor, el acompañante, el guía de procesos de aprendizaje de los alumnos.

Cuando decidí ser maestra muchas personas me decían, pero porque quieres ser maestra si es una carrera que pagan poco y que no es valorada en nuestro país, bueno es un poco triste pensar que uno debe estudiar una carrera por el dinero, entonces ¿dónde queda la vocación?, desde aquella vez que escuche eso decidí esmerarme más y ser maestra. Porque pensando llegue a una conclusión: Un profesor no trabaja con tuercas, ni con máquinas, ni con ladrillos, ni con muertos, sino trabajo con lo mejor que existe en este mundo trabaja con seres humanos que serán el futuro de un país y para mi eso es lo más importante. Yo he contestado siempre, que soy maestra porque me gusta.

Todo hombre de bien reconoce y admira a sus maestros, sería elemental ingratitud no hacerlo, hay muy grandes y buenos maestros, no abundan, quizás porque tampoco abundan los buenos alumnos. Hay queridos maestros, con sus errores, pero con algo tan especial en ellos, que nos hace olvidar sus fallas y admirar solo su espíritu. Hay medianos maestros, que solo repiten renovados o no, los pocos conceptos que aprendieron, y pues, de algo han de vivir... Y también hay malos maestros, como en todo, hay que reconocerlo aunque duela, y a ellos, debemos perdonar tantas horas huecas que injustamente se tiran al vacio.

Mis expectativas como maestra aunque son muchas pueden resumirse en el hecho de desear cada día estar frente al grupo, las ganas de preparar y guiar la clase son las que motivan a seguir preparándome día a dia, reconocer que continuamente estamos aprendiendo, que la necesidad de reconocer un trabajo de formación inicial seguido de otro que implique una formación continua y constante nos brinda la posibilidad de llegar a la preparación y actualización poniendo en juego estrategias de ese aprender de manera autónoma.

Hoy en día con dieciocho años de servicio es fácil valorar el gran aporte que da a nuestro desempeño el trabajo colegiado entre compañeros de grado, escuela, zona o de región; maestros que suman esfuerzos por seguir preparándose, que se aprende de los alumnos, que ellos nos enseñan a mediar nuestras intervenciones y a movilizar saberes para poder garantizar un aprendizaje significativo y pertinente.

Los retos de ese ser docente vienen acompañados de compromisos y de alternativas de mejoras posibles y estables en los que cada uno puede ser mejor persona, un mejor profesional.

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