Si No Sirves, No Sirves

SI NO SIRVES, NO SIRVES

Mucha gente me pregunta porqué estudio trabajo social o porqué quiero ser trabajadora social. Lo cierto es que hace tiempo que lo soy aunque sin título. Pues bien, les contesto que me gusta ayudar y ver progresar a la gente, que mi mayor ejemplo es Jesús de Nazaret, y que el que no sirve, no sirve. El servicio es una convicción y la convicción produce frutos. El servir a otros causa una gran satisfacción y es el llamado que los seres humanos reciben de Dios, “Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres” dice Mateo 4:19.

Hoy día se tiene una imágen equivocada sobre el trabajador social. Las personas los identifican como los “quita nenes”. Aún los niños amenazan a sus padres con “servicios sociales” con tal de detener ciertas situaciones en sus vidas y amedrentar a los padres. Son el “cuco” que da miedo en vez de ser vistos como un medio de unidad, solidaridad y armonía. Sin embargo, de alguna forma, todos somos trabajadores sociales, pues trabajamos para servir a la sociedad. Una sociedad que va en decadencia y que necesita un despertar al servicio desinteresado, voluntario, que nazca de tí como ser humano, “has bien sin mirar a quien”.

Juan Nieves Vázquez, era un terrateniente, comerciante y político que le gustaba ayudar y ver progresar a la gente. No le gustaba la mediocridad ni los vagos. En el seno de este hogar me crié. Vi como todos los agregados de la finca terminaron tomando en sus manos las escrituras que los hacían dueños de sus casas y solares. La satisfacción en sus rostros, las miradas de esperanza en el futuro y los gestos de agradecimiento a Dios quedaron grabados en mi mente y corazón. Era tal el sentido de servir de este gran hombre que cuando mi madre, siendo una niña quedó huerfana, él y su esposa la adoptaron. Ayudar y ver progresar a la gente es una satisfacción que te llena. Saber que has ayudado a alguien a salir de la desgracia o de una posible desgracia y ver que progresa, que echa pa'lante te humaniza, pues antes de esa satisfacción lo que se siente es una mezcla de emociones casi indescriptible. Empatía ¿y si fuera yo?, la ansiedad en la busqueda de alternativas y soluciones, preocupación, son como el bizcocho que se cocina dentro de un horno ardiente. Pero, !que satisfacción! el resultado del trabajo y la espera. La Madre Teresa de Calcuta dijo: “La compasión es como el vuelo del alma hacia el prójimo”. Sí, compasión es ir más allá de los límites.

Jesús de Nazaret es el mayor ejemplo de trabajo social. El ministerio es servicio y el ministerio pastoral es el servicio de guiar a la gente hacia Dios. Un auténtico ejemplo expuesto por el Maestro fue el del samaritano. Mientras otros pasaron de largo, hubo un samaritano que viendo al herido tirado en el suelo, dice que “fue movido a misericordia”.

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