Sistemas de comunicacion en el aula

      Dentro de la ciudad de Osorno, hay varias zonas donde la fe en la religión está físicamente presente,  en este caso es el de las grutas. Personalmente, elegí los sectores de la población Bernardo O’Higgins y Eleuterio Ramírez en los cuales recopilé cinco narraciones, de estas seleccioné cuatro, sobre grutas y también tuve una pequeña conversación con el padre Pedro de la iglesia Santa Rosa de Lima, ubicada en la calle en calle Zenteno.

      Partiré exponiendo lo dicho por el padre Pedro, para posteriormente continuar con los relatos de las demás personas.

Padre Pedro:

      "La gruta es una imagen a la cual, las personas, le rinden culto, le rinden honor, también le piden favores, principalmente es de una persona que ha sido destacada en la sociedad y la gente le pide a ella la bendición o alguna especie de "servicio" para él/ella o su familia. Se le pide a la gruta en sí y no a Dios o a Jesús, o incluso ni en la misma iglesia, esto es por la religiosidad popular y contra eso no hay nada que hacer, porque no se puede ir en contra de la fe de las personas, no se puede ir en contra de lo que ya está impuesto, no se puede ir en contra de sus creencias porque lo que se diga no será aceptado.

      Por lo general las grutas están puestas en el frontis de la casa para que sean visibles, para que todos las vean y así es como también los santos han ido siendo cada vez más famosos. Hay tantos santos como los días del calendario y cada persona va viendo a que santo elegir para su bendición o para pedir favores, no hay un santo para algo en específico y aquí es donde se confirma que no se puede discutir la fe de las personas, porque no le puedes decir que ese santo no es para tal cosa, porque cada quien ve en cual santo cree más y a él le ruega y pide, aunque claro, la gente no sabe que no son ellos quienes cumplen los milagros, debe ser en un sentido por su ignorancia, sino que es el Señor. Los santos y las grutas son un tipo de mediadores entre Dios, pero no cumplen milagros y en eso la gente se equivoca, pero reitero, no se le puede contradecir."

Narradora: Mercedes González - 69 años.

Localidad: Calle Gabriela Mistral, población Eleuterio Ramírez.

      "Desde un comienzo, desde que llegamos con mi esposo a esta casa, quisimos tener una grutita, no sé si para pedir cosas exactamente, pero sí por la fe y la devoción que le teníamos y tengo a la virgen del Carmen así que la instalamos hace tres años. Mi marido estaba enfermo de cáncer y mi hija tenía epilepsia, cuando mi marido enfermó le rezamos con aun más devoción, le pedíamos que por favor se sanara y aliviara su dolor.

      Yo en este momento estoy sola, sola con mi perrita y mi virgencita que me acompaña todos los días, mi mamita se me fue a fines del año pasado, mi hija murió de un ataque epiléptico y al poco tiempo de eso murió mi marido, ha sido lo más terrible que me ha sucedido en la vida y... ¿qué haría sin mi virgencita?, yo tengo artritis y artrosis, dime tú, qué haría yo si no la tuviera a ella, estoy sola, pero en compañía de ella y eso es suficiente. Siempre le he tenido devoción y desde que murió mi familia, aún más.

      Con respecto a la grutita, está puesta en el lado derecho del antejardín por dos razones, una es el lado donde está sentado Dios y la otra porque la virgencita es mi mano derecha.

Desde un comienzo ha recibido oraciones en forma de agradecimiento de parte de mía y de los vecinos también que le piden algunas cosas pequeñas y ella se las cumple, también hacemos oraciones colectivas, etc. Ella está dentro de un "cielo", o sea tiene pintado celeste su lugar simbolizando el cielo. Le dejo florcitas y velas cuando puedo y sin falta, las fechas en que murió mi familia.".

Narrador: Rubén Atensio

Localidad:

      "La grutita la tenemos con mi señora desde el año 1967, porque tuvimos un hijo con síndrome de dawn, siempre tuvimos devoción hacia la virgencita de Lourdes y cuando nació nuestro hijo con esa enfermedad, le tuvimos mucha más devoción. Nuestra manda fue que nuestro hijo se sanara, a cambio de eso y en forma de agradecimiento iríamos todos los dos de febrero a la celebración de la Virgen de la Candelaria, pero nunca sucedió así. Hicimos cadenas de oraciones por él y siempre nos mantuvimos rezando, pero nunca se sanó y lamentablemente murió. A pesar de lo que pasó nunca perdimos la fe ni dejamos de creer ni en la virgencita, ni en los santos, ni en Dios ni mucho menos dejamos de asistir a la Candelaria.

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